El pueblo catalán con nombre vasco que muchos catalanes desconocen: su castillo es Bien de Interés Cultural
- Esta localidad pirenaica es reconocida por su buena fortuna
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Hay nombres que confunden, parecen una cosa y son otra. Es eso que en inglés se suele llamar false friend, en castellano falso amigo. Se usa para esas palabras que suenan familiares en un idioma y que, por esa razón, se les da el mismo significado, cuando en realidad es muy distinto.
Un caso típico es el término francés depuis, que no significa después sino desde. Cosas así pasan muy a menudo y en Cataluña llega a pasar hasta con el nombre de un pueblo, Sort.
Dónde está
Sí, este rincón del Pirineo catalán al que todos relacionan con la suerte y la lotería, en realidad no debe su nombre a la fortuna, sino a los vascos. Sí, en realidad, Sort se llama así por un concepto vasco.
Antes de la llegada de los romanos esta zona ya tenía un nombre particular, se dice que de un dialecto con raíces vascuences. Esta lengua se hablaba en las dos vertientes pirenaicas, incluyendo el Pallars Sobirà, del que Sort es capital.
Origen del nombre
El experto filólogo Jaume Coromines es el que puso sobre la pista de este origen no tan conocido. Apunta que en su día, se llamaba suburiti, palabra que viene de la unión del nombre çubi (puente) y el término iri (pueblo), es decir: del pueblo del puente (suburiti) o el pueblo más allá del puente.
Lo cierto es que la idea no es descabellada ya que, en la Edad Media la localidad aparece documentada con las formas Suert, Saorte, Saort, Sabort, Sabrot, Suort, hasta llegar al nombre actual. De allí vendría su nombre actual, Sort. Del mismo modo, otra localidad catalana como Pont de Suert, puede tener el mismo origen.
Para los que no conozcan la localidad, el nombre tiene su razón de ser. Desde muy pronto en Sort se construyó un puente que cruzaba el río Noguera Pallaresa.
Lo curioso es que ya ahora nadie lo cree así. La palabra sort significa suerte en catalán, por lo que parecía lógico que el nombre tuviera relación con la fortuna. De hecho, el tiempo le ha empujado al mundo a creerlo así.
Un pueblo ligado a la suerte
Sort entró en el imaginario de toda España después de que durante varios años consecutivos repartiera el Gordo. La Administración de lotería La Bruixa d’Or, que hasta entonces era una más del pueblo, se hizo de famosa cuando en 1994, 1996, 1998 y el 2000 repartió el máximo premio de la Lotería de Navidad. Pero, como demuestra el origen de su nombre, no todo es suerte en Sort.
Este pueblo combina su rica historia con paisajes naturales de ensueño y una oferta gastronómica de primer nivel, convirtiéndose en un destino ideal para visitar durante la temporada navideña o cualquier otra época del año.
Qué ver
Como muchos pueblos de la zona del Pirineo, Sort tiene un pasado medieval, pero tiene un toque especial. Para empezar, fue popular en su día por ser el municipio que contaba con el puente de piedra más largo que cruzaba el río Noguera Pallaresa.
Por otro lado, cuenta con un patrimonio que transporta a los visitantes a lo largo de los siglos. El recorrido por el casco antiguo comienza en la Plaza Mayor, un espacio abierto con vistas privilegiadas al valle del Noguera Pallaresa. Desde aquí, se puede explorar el entramado de calles que llevan al Castillo de los Condes de Pallars, un icono arquitectónico cuya historia se remonta al siglo X.
El castillo de Sort
Aunque el castillo no fue documentado hasta el siglo XIII, ya estaba vinculado a los condes de Pallars desde mucho antes. Esta fortaleza medieval fue testigo de conflictos históricos, como las luchas entre la nobleza catalana y los reyes de Aragón.
Su estructura conserva murallas románicas de los siglos XI y XII, hechas con grandes piedras irregulares, y torres cilíndricas que destacan por su robustez. Una de las joyas del castillo es su torre de homenaje, que albergó una prisión hasta el siglo XVII. En la actualidad, las intervenciones arqueológicas y restauraciones permiten a los visitantes imaginar su esplendor pasado y disfrutar de vistas panorámicas del valle, desde este Bien de Interés Cultural.
Una iglesia medieval
Junto al castillo, otro emblema del pueblo es la iglesia parroquial de San Félix o Sant Felix Sant Feliu, como se la conoce. Construido en 1630 sobre una ermita anterior del siglo XIII, el templo se erige como un símbolo de la devoción local.
Su nave principal, amplia y austera, está flanqueada por capillas laterales. El interior alberga una réplica de la Virgen del Remei, cuyo original, datado en el siglo XIII, se conserva en el Museo Diocesano de la Seu d’Urgell. La fachada de la iglesia, sin grandes ornamentos, se complementa con un campanario piramidal que sobresale entre los tejados del pueblo.
Cómo llegar
Acercarse a Sort por la comida, la lotería o su cultura son sólo dos horas y 45 minutos desde Barcelona.
Para llegar, se debe ir por la autopista C-16 en dirección a Manresa, continuando por esta vía hasta el Eje del Llobregat. Desde allí, se sigue por la carretera C-26 hacia Tremp y se enlaza con la carretera C-13, que lleva directamente al corazón del Pallars Sobirà, donde se encuentra Sort.