El castillo medieval que fue casa de un reputado escritor catalán: es un Bien de Interés Cultural
- Esta fortificación pasó de ser un edificio defensivo a una residencia de familias nobles catalanas
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Todo tiene un nombre épico, digno de un libro. La historia de este castillo se centra en els Plans de Sió, no en la ciudad donde nació el bíblico David, sino el escritor Manuel de Pedrolo.
Situado al noroeste de Cervera (Lleida), se alza el Castillo de l’Aranyó, una fortaleza medieval que ha resistido el paso del tiempo y que es un epicentro de la cultura catalana: la burguesa y la literaria.
Diez siglos de historia
Declarado Bien Cultural de Interés Nacional, esta fortaleza destaca por su imponente arquitectura y por esta particular conexión por con los Pedrolo, que no se inicia en 1918, sino dos siglos antes. Aunque todo empieza mucho antes.
El castillo está documentado desde el siglo XIV, aunque sus orígenes se remontan a la época de la reconquista, cuando la región fue incorporada al condado de Urgell tras ser arrebatada a los andalusíes en el siglo XI. La fortaleza aparece mencionada por primera vez en 1045 como una referencia al término «Parada de ipso Aranno».
Un castillo de nobles
A lo largo de los siglos, el castillo fue propiedad de varias familias nobles, como los Montsuar en el siglo XIV, y más tarde los Alta-riba, Burguès y Agulló, hasta que en el siglo XVII pasó a manos de la familia Pedrolo. Fue el matrimonio entre Antoni de Pedrolo i Ratera y Jerònia de Folcràs i de Cubells en 1693, los que se hicieron con esta propiedad. Este enlace marcó el inicio de una estrecha relación entre los Pedrolo y l’Aranyó, que se mantuvo hasta bien entrado el siglo XX.
Con tantas familias habiendo vivido allí, el castillo se convirtió en todo un ejemplo de adaptación arquitectónica. Lo que en su día fue un edificio para la defensa pasó a ser una residencia de lujo.
Cómo es el castillo
Su diseño incluye tres fases arquitectónicas diferenciadas. La más antigua es una torre cuadrada de planta poligonal, construida con grandes bloques de piedra, que servía como torre de vigilancia. Posteriormente, en el siglo XVI, se añadieron estructuras residenciales, y la tercer, en 1659, cuando se llevaron a cabo reformas adicionales, visibles en detalles como el ráfec-canalón de piedra sobre la puerta de entrada.
Más allá de eso, la fachada principal, hecha con grandes bloques de piedra regular, tiene tres niveles: en la planta baja se encuentra una puerta adovelada flanqueada por un escudo de armas. Encima, se distribuyen ventanas cuadradas con molduras y restos de un matacán. La planta superior está decorada con una galería de pequeños arcos de medio punto que rodea todo el edificio.
En su interior, aún pueden observarse las bases de la cisterna que abastecía de agua al castillo, además de restos de habitaciones residenciales que hablan de su doble uso militar y doméstico.
Por otro lado, el castillo está conectado al núcleo histórico del pueblo a través de un portal de acceso, formado por un arco de medio punto adovelado que conduce a una bóveda de cañón. Esta estructura formaba parte del sistema defensivo del castillo, que también incluía un conjunto de arcos carpanales y muros de piedra con elementos que posiblemente servían como pasadizos de ronda.
Dónde está
Otro factor importante es su ubicación. Desde su posición estratégica, dominando los alrededores, este bastión ha sido testigo del paso de los siglos y de las transformaciones sociales que moldearon su entorno. En cualquier caso, el castillo es un fiel testigo de la historia y de las luchas políticas y militares que marcaron la Cataluña medieval y moderna.
La parte cultural la deja el linaje Pedrolo, quienes dejaron una huella imborrable en la historia del castillo. La familia se convirtió en heredera del vasto patrimonio Folcràs, que incluía el castillo de l’Aranyó y extensas tierras. Durante el siglo XVIII, el hijo de ambos, Ciril de Pedrolo i Folcràs, consolidó la presencia de la familia en Cervera, vinculándola al devenir histórico de la región. Ya el hecho de que Manuel de Pedrolo naciera allí mismo en 1918 es casi como la guinda del pastel.
Cómo llegar
Para llegar al Castillo de l’Aranyó desde Barcelona en coche, se debe tomar la autopista AP-2 en dirección a Lleida. Tras recorrer aproximadamente 100 kilómetros, hay que tomar la salida 9 hacia Cervera. Desde allí, se sigue por la carretera L-303 en dirección a Els Plans de Sió. Al llegar al municipio, se deben seguir las señales hacia el núcleo de l’Aranyó, que está a pocos kilómetros al norte de Els Plans de Sió. El trayecto total tiene una duración aproximada de 1 hora media.
Otra opción es utilizar la autovía A-2, que también conecta Barcelona con Lleida. Desde esta vía, se toma la salida 518 hacia Cervera y se continúa por la carretera local en dirección a Els Plans de Sió. Una vez en la zona, las indicaciones al núcleo de l’Aranyó son claras, ya que el castillo es un punto de interés destacado.