Ni Portlligat ni Sagrada Familia: esta ha sido la casa que se ha puesto de moda en Cataluña en 2024

La vivienda está muy demandada. El parque inmobiliario en Cataluña está cada vez más tensionado y encontrar la casa ideal es muy difícil. Pero hay una que ha conquistado a todos. No se trata de la que Dalí tenía en Portlligat ni ninguna de las diseñadas por Gaudí, se trata de una casa de película.

Este 2024 ha sido el año de Dani de la Orden y del guionista, Eduard Solà. De ellos y de la familia compuesta por Emma Vilarasau, Enric Auquer y Maria Rodríguez Soto, los actores protagonistas de Casa en Flames, la segunda película en catalán más taquillera y vista de la historia.

El mercado de Navidad más bonito a 1 hora de Barcelona: tiene actividades gratis para niños y es único en España

No es Cadaqués

Pero además de sus historias particulares en la película, como bien indica el título, hay un personaje no humano de vital importancia, la casa. En la cinta se trata de una vivienda que parece ubicada en la Costa Brava que la familia protagonista visita por última vez antes de venderla. Y allí suceden cosas. No siempre buenas. Pero no es lugar ni momento para desvelar la trama.

El guion y los personajes apuntan a que la casa se encuentra en uno de los pueblos más icónicos de la Costa Brava, Cadaqués. Pero si el espectador viaja hasta allí con la esperanza de encontrarla, puede llevarse una sorpresa. Porque no existe. Bueno, sí, pero no allí.

Dónde está

El famoso inmueble de la Casa en Flames está más cerca de Barcelona de lo que uno se piensa. De hecho, está en esta provincia y a menos de media hora de la ciudad condal. ¡Ah! Y tiene nombre.

La verdadera vivienda está en Canet de Mar, en el Maresme, y se llama Casa Rovira. Fue construida en 1960 para las familias de dos hermanos, en una parcela privilegiada situada a 40 metros sobre el nivel del mar, con vistas espectaculares a la playa de Canet y a la emblemática Roca de la Catel.

Casa de película y anuncio

El diseño de la Casa Rovira es tan atractivo y particular que atrae a las cámaras y a otros curiosos. Diseñada por José Antonio Coderch, esta vivienda no solo aparece en la película de Dani de la Orden, sino que además este año es también protagonista de un esperado anuncio de Navidad.

Los cavas Codorniu, junto con la agencia de publicidad Trama Comunicación, ha elegido esta vivienda para su publicidad navideña. E igual que la película, invita a la emoción. Bajo el eslogan “Celebrémonos más”, el anuncio “invita a celebrar hoy los momentos a los que querremos volver mañana, con una narrativa inversa”, destaca la agencia.

Cómo es

Lo atractivo de la Casa Rovira, una vez más, es su particular diseño. Los materiales utilizados refuerzan su carácter mediterráneo: muros de hormigón armado, revestimientos de cal, baldosas cerámicas en espiga y persianas de librillo blancas que tamizan la luz. 

Estos elementos, combinados con los grandes ventanales que ofrecen vistas al horizonte, le otorgan un aire de tradición y modernidad. 

Interior de la Casa Rovira

El mismo Coderch explicó en su día que las restricciones del terreno lo motivaron a encontrar soluciones creativas, lo que convirtió a la Casa Rovira en una de sus obras más destacadas.

Más allá de su diseño interior, el inmueble está formado por dos volúmenes escalonados que se adaptan a la topografía rocosa del terreno, conectados mediante patios, porches y una escalera central. Su disposición en forma de L articula las zonas de servicios y descanso, creando un equilibrio perfecto entre funcionalidad y estética.

Conocida por Mario Casas

Pero que ahora se haya hecho famosa por Casa en flames o el anuncio de Codorniu no quiere decir que su éxito le haya venido ahora. Este no es el primer rodaje que ha tenido lugar en la Casa Rovira. En 2010, fue uno de los escenarios de la película A tres metros sobre el cielo, protagonizada por Mario Casas y María Valverde. Sin embargo, ha sido Casa en flames la que la ha elevado a un nuevo nivel de popularidad.

El éxito de Casa en flames ha despertado un interés renovado en la obra de Coderch y la Casa Rovira se ha convertido en un destino de culto para los amantes del cine y la arquitectura, consolidándose como un nuevo icono cultural.