Nos encanta descubrir pueblos, esos pequeños rincones llenos de historia, tradición y encanto. Hay algo mágico en caminar por sus calles, donde el tiempo parece detenerse. Los municipios que tienen una esencia especial, algo que no se encuentra en las grandes ciudades. Cada uno tiene su propio carácter, su propio ritmo y, lo más fascinante, sus propios secretos esperando ser descubiertos.
Desde las plazas empedradas hasta las pequeñas tiendas locales, pasando por las fachadas de casas con historia o los restaurantes familiares que sirven recetas tradicionales. Nos encanta perdernos en esos caminos sinuosos, en busca de algo nuevo: una iglesia antigua, una fuente escondida, un mirador con vistas espectaculares o, simplemente, un lugar tranquilo para disfrutar de un café y ver pasar el tiempo.
El pueblecito con encanto
Tavertet es un municipio de la provincia de Osona, declarado Bien de Interés Cultural, cuyo principal atractivo es su ubicación y sus maravillosas vistas. Este pueblo es pequeñito y rápido de recorrer, ya que solo tiene 126 habitantes -según datos del INE 2023-
Adentrándote en el pueblo, te sorprenderás con su núcleo urbano. Consta de unas 50 casas, donde la gran mayoría de ellas fueron construidas entre los siglos XVII y XIX. Su arquitectura y sus fachadas y colores la convierten en un pueblo con un paraje maravilloso.
Atravesando la calle del Mig, la calle principal, encontrarás algunas de las casas más bonitas. Hacia el final, llegarás al mirador del Pla del Castell con unas preciosas vistas al Montseny, las Guilleries y al pantano de Sau. Además, encontrarás un montón de zonas verdes.
Iglesia de San Cristóbal de Tavertet
Siguiendo hacia la calle de arriba, llegarás a la preciosa Iglesia de San Cristóbal de Tavertet. Una iglesia del siglo XI-XVI, de estilo románico, que es uno de los puntos principales y con mayor encanto del pueblo. Además, forma parte de las rutas del románico de Osona. Siguiendo el sendero del pantano, dirección a Rupit, se encuentra el mirador del Silencio. Por el mismo camino encontrarás también la Fuente de Rajols, la cual tiene en una pequeña capilla a la Verge de la Gelada. Más arriba del pueblo, está la ermita San Corneli, situada en la cima de un pequeño monte, que dispone también de un mirador.
Además, en esta zona puedes encontrar la Cueva del Serrat del Vent. Es la cueva más larga del mundo, en terreno de gres, un total de 4.273 m. Está abierta por un río subterráneo, desde el Serrat del Vent y llega hasta el torrente del Abeurador.
Senderismo en Tavertet
La ubicación privilegiada de la villa de Tavertet sitúa a esta localidad entre los destinos predilectos de los amantes del senderismo. Entre los recorridos más frecuentados destaca la ruta hacia el mirador del Pla del Castell, accesible desde el centro del pueblo. Tras unos 20 minutos de caminata por una pista forestal, los visitantes acceden a un balcón natural con vistas panorámicas sobre el pantano de Sau y las montañas circundantes.
Otra ruta popular es el sendero que une Tavertet con Rupit, un recorrido de unos 10 kilómetros que transcurre por antiguos caminos. Esta ruta permite descubrir el abrupto paisaje de la comarca, con vistas a los acantilados y al río Ter, además de los restos del castillo de Cornil y el Puig de la Força, situados en puntos estratégicos del trayecto.
Cingles de Tavertet
Cómo llegar
Para llegar a Tavertet desde Barcelona será necesario tomar la C-33 desde el centro de la ciudad en dirección a Vic hasta llegar a la autopista AP-7. Una vez aquí, el conductor deberá incorporarse a la C-17 en dirección a Vic / Puigcerdà.
A la altura de Vic se deberá coger la salida hacia Roda de Ter por la C-25 y luego por la C-153. Seguidamente, se deberán seguir las indicaciones hacia Tavertet desde Roda de Ter, conduciendo por la BV-5207. Esta es una carretera estrecha y con bastantes curvas, por lo que se recomienda extremar la precaución. Este trayecto tiene una duración aproximada de 1 hora y 45 minutos.