¡Fácil, precioso y barato! Los tres puntos clave de un buen destino y de casi todo en la vida. Todo lo que sea sencillo, bonito y sin coste alguno, nos encanta.
Nos encanta hacer rutas por los senderos de Cataluña y explorar paisajes que combinan montañas, bosques, ríos y vistas al mar. Cada ruta ofrece algo diferente: desde caminatas suaves hasta ascensos desafiantes por los Pirineos.
La ruta del Penedés
Sant Quintí de Mediona se encuentra en la comarca del Alt Penedés, en Barcelona, y cuenta con 2.200 habitantes. Es aquí donde se encuentra uno de los itinerarios más recomendados para hacer: empieza en un paseo a lo largo del río y permite a los visitantes disfrutar de un entorno natural fantástico, que se ha ido transformando con los años gracias a la acción humana.
Además, es posible pasar por una antigua colonia industrial, que ha sabido transformar el entorno de una manera más bella y descubrir lagos, fuentes y grutas de los manantiales: una maravilla natural creada por la erosión del agua.
Sus orígenes se remontan a los tiempos en que la llanura del Penedés era tierra de disputas entre sarracenos y aquellos primeros catalanes que se esforzaban para ensanchar la frontera. Es entonces cuando se aprovechaba la orografía escarpada del lugar para fundar un priorato benedictino como primer embrión de Sant Quintí, que con los años acontecerá la villa de referencia del Penedés hacia la Cataluña Central, con una feria comercial centenaria.
El agua de Sant Quintí de Mediona
A lo largo de su historia, Sant Quintí se ha caracterizado por la abundancia de agua proveniente de los manantiales del acuífero Carme-Capellades que nutren el río Mediona. Gracias a ello, hay una gran cantidad de fuentes, regueras y de una huerta privilegiada única en el Penedés.
También el paso de esta agua, ha forjado una identidad característica con una cultura tradicional muy potente que se manifiesta con toda su fuerza por la Fiesta Mayor -la segunda quincena de agosto-, y que cuenta con una muy buena implicación popular.
Sant Quintí, también, es villa de Joan Amades, del general Weyler y de una gran cantidad de productos de calidad, entre los cuales destaca el queridísimo dulce del carquinyoli.