Las rutas de senderismo nos encantan por la oportunidad que nos dan para poder conectar con la naturaleza, de disfrutar del ejercicio físico, de explorar nuevos lugares, de superar desafíos personales, de compartir momentos con otras personas y de cuidar nuestra salud mental y emocional. Además, alimenta y sana nuestro cuerpo y te permite descubrir otros nuevos senderos y lugares a lo largo de tu camino.
Uno de los senderos más bonitos y especiales que hay se encuentra en Tarragona y es la del Montsant.
La ruta del Montsant
La ruta del Montsant y el Congost de Fraguerau es un circuito de tipo circular, algo difícil -así que lo recomendamos para los más aventureros y entrenados deportivamente-, dura cuatro horas, tiene una pendiente de 785.000 metros y una distancia de 14,80 kilómetros, en la que llegarás hasta Ulldemolins. Casi nada, ¿verdad?
Además de hacer ejercicio físico, podrás visitar las ermitas de Santa Magdalena, San Bartomeu y Sant Antoni y, además, tendrás unas preciosas vistas a la sierra de Montsant y a la Llena.
Observarás alguno de sus impresionantes barrancos y reseguirás, ya de vuelta, el curso del río de Montsant admirando el desfiladero de Fraguerau y su maravilloso entorno natural.
Descripción de la ruta
La ruta sale de la ermita de Santa Magdalena por un sendero en subida y bordeando los riscos, como la punta de la Galera.
Después, subirás al inicio con una vegetación propiamente mediterránea de pinares de pino carrasco y pinocha con algunos ejemplares de encinas, blades, corners y sabinas, entre otros.
Acabada la bajada, seguirás en dirección contraria en el curso del río Montsant, entre formaciones rocosas con nombres tan curiosos como el Obispo, el Queso, los Pontarrons o la Silla.
Atravesarás el río por un puente colgante con una exuberante vegetación de ribera, que te llevará a la ermita de San Bartomeu. Una vez vista, seguirás río arriba pasando por el desfiladero de Fraguerau, una de las partes más atractivas del recorrido.
Antes de dejar el río, disfrutarás del entorno de las Cadolles Hondas e incluso bañarte si la temperatura lo permite. Seguirás en subida por una ancha pista hasta la ermita de Sant Antoni, primero, y hasta el punto de salida después.
Recomendaciones
En la ruta, hay que tener en cuenta que en un descenso hay un tramo de roca que exige especial atención, ¡cuidado! Por supuesto, no hace falta decirlo, pero es mejor que llevéis agua, ya que la fuente de la Gleba está al final del recorrido.
El calzado ha de ser cómodo, para andar lo mejor posible, y si llevas unos prismáticos podrás ver todo el maravilloso paisaje que se rinde ante tus pies.
Encontrarás áreas de pícnic en los alrededores de la ermita de Santa Magdalena y Sant Antoni, que además esta última cuenta con un refugio para 20 personas con zona de acampada, servicio de bar y mesas y fogones de uso público. ¿A qué esperas para hacer esta ruta?
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