El líder de Junts, Carles Puigdemont, le ha pedido al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, que se pegue un tiro en el pie. En Moncloa ya han anticipado la respuesta de Sánchez. Que no.
La última "jugada maestra" del prófugo en Bélgica, esa cuestión de confianza que le reclama al inquilino de la Moncloa, parece tener un recorrido muy corto. En síntesis, las cuestiones de esa índole sólo pueden presentarla los presidentes, como muy bien sabe Puigdemont, que se sometió voluntariamente a una en el verano anterior al referéndum ilegal.
Después de intensificar la expectación durante los días previos, la comparecencia de Puigdemont en Bruselas se interpreta como un brindis al sol. Agua de borrajas para pasar el rato, café americano con leche desnatada.
Son tantas las amenazas y advertencias lanzadas desde el palmar de Troya de Waterloo que su crédito es prácticamente igual a cero. Simplemente, ya no cuela. El último "ultimátum" altera entre poco y nada el sueño del presidente y de los dirigentes del PSOE.
La explicación es que algo tiene que hacer Puigdemont para que parezca que lidera un partido y tiene un papel importante en la gobernación general de España. Fuegos de artificio. Aún así, Puigdemont arranca espacio en las portadas del funeral de Valencia y en las cabeceras digitales.
"Otro farol de Puigdemont: amaga con hacer caer a Sánchez pero se abre a negociar los PGE", señala El Confidencial. En el sumario de esa información se abunda en que "los Presupuestos Generales del Estado no están perdidos para Moncloa" y que "el expresident se mantiene abierto a negociarlos a la vez que amenaza de boquilla con hacer caer al Gobierno".
El texto es de Marcos Lamelas y dice que "la exigencia de Carles Puigdemont de que Pedro Sánchez se someta a una cuestión de confianza no pasa de ser otro farol del independentismo, en terminología de Clara Ponsatí. Puigdemont compareció ante los medios en Bruselas para amagar con derribar a Pedro Sánchez, pero en la práctica dejó la puerta abierta a que su partido negocie los Presupuestos Generales del Estado, una cuestión que sigue siendo foco de debate en el seno del partido del expresident".
Algo más en serio se toman a Puigdemont y sus cosas en El Mundo. "El independentismo se harta de esperar a Sánchez y exige cobrar su botín: "'Se le acabó el crédito. Toca cumplir'", reza el titular del diario de Unedisa.
"Puigdemont le reclama el catalán en Europa, enjugar el déficit, postularse a favor de su amnistía y el control migratorio; y Junqueras, el concierto y 15.000 millones del FLA" amplía el sumario.
La información viene con las firmas de Víctor Mondelo y Daniel Viaña, quienes escriben que "ayer, al retar a Pedro Sánchez a someterse a una cuestión de confianza en el Congreso, Carles Puigdemont reconoció que busca generar «un punto de inflexión» en su relación con el PSOE, después de que un año de negociación clandestina en el extranjero haya generado «escasos» réditos y de que, en consecuencia, los principales acuerdos plasmados en el pacto de investidura que los socialistas sellaron con Junts en Bruselas tras la rehabilitación política del fugado sigan sin cumplirse".
Sigue la pieza: "El registro de la proposición no de ley instando al jefe del Ejecutivo a comprobar en las Cortes si el respaldo de sus socios sigue vigente esconde la indisimulada intención de forzar a Sánchez a saldar ya sus deudas, así como de seguir cultivando la imagen de una Junts indómita; la antítesis de un socio estable".
Y: "El texto firmado por Míriam Nogueras -el brazo ejecutor de Puigdemont en Madrid- señala la «falta de voluntad política» por parte de Sánchez «de hacer efectivos, de forma completa y ágil, los acuerdos adquiridos» y subraya que «esta dinámica no ha posibilitado generar la base de confianza que se pretendía y que es necesaria para encauzar el resto de la legislatura»".
En la crónica se detalla que Puigdemont respira por la herida de que a pesar de que la ley de amnistía era una obra cumbre de la técnica jurídica redactada en parte y revisada en todo por ese genio del derecho que responde al apellido de Boye todavía no ha tenido efectos en el caso personal del aún fugitivo.
Esto escriben Mondelo y Viaña: "En cuanto a la aplicación de la Ley de Amnistía, Puigdemont busca un ataque público de Sánchez al Tribunal Supremo por no anular su delito de malversación e impedir, por ende, su libre regreso a España. Que Illa aceptara reunirse con el líder de Junts en Bruselas tras haberlo hecho ya con el resto de ex presidentes de la Generalitat -incluyendo al evasor fiscal confeso Jordi Pujol- sería también un gesto apreciado por el promotor del referéndum ilegal del 1-O".
Tampoco le gusta a Puigdemont que la tensión política haya caído en picado: "Del mismo modo, favorecería la reconciliación entre Junts y el PSOE que el presidente de la Generalitat y el del Gobierno dejaran de dar a Cataluña por «normalizada» para volver a reconocer la existencia de un «conflicto político» por resolver, como subraya el pacto de investidura con Pedro Sánchez", señalan los autores de la información.
La Razón, por su parte, sostiene que "Puigdemont tiende la «gran trampa» a Sánchez". Tan grande como que parece para elefantes.
En el subtítulo se dice que el envite del líder independentista "descoloca a Moncloa con un órdago con el que busca subir el precio de los Presupuestos y forzar un acuerdo sobre inmigración".
Las claves son de Toni Bolaño: "Que en Junts per Catalunya había malestar con el Gobierno de Pedro Sánchez era una cosa sabida. Que Carles Puigdemont iba a aprovechar el aniversario de la firma del acuerdo con el PSOE para hacer explícito este malestar, también. La única incógnita era saber cuál sería la magnitud del «capón» de Puigdemont a Sánchez. Si la cosa se quedaría en toque de atención o en ultimátum. Y el presidente de Junts, que hablaba por primera vez desde su elección como líder del partido, optó por lanzar un ultimátum en diferido que pone en entredicho la legislatura".
El ultimátum en diferido de Puigdemont "sorprendió al presidente y a sus ministros, y también a dirigentes de su partido, con un movimiento que en las filas socialistas reconocen que es la «gran trampa»: le insta a someterse a una cuestión de confianza en el Parlamento si quiere seguir contando con sus siete diputados en las negociaciones abiertas", señala Bolaño.
Y: "En Moncloa llegan a confesar que el movimiento de Puigdemont es subir el precio de los Presupuestos. El «chantaje» del que hablan en la oposición. También niegan las quejas de Puigdemont, asegurando que ellos «cumplen» con todas las exigencias que les plantean sus socios. Fuera del radar, en el PSOE admiten que la advertencia de Puigdemont de que es el momento de marcar un «punto de inflexión» sí hace mella en los ánimos internos porque pone en duda la legislatura".
En cuanto a lo que significa diferido es que la cuestión de confianza no se debatirá hasta febrero como mínimo.
Bolaño también recoge algunas de las declaraciones del jefe de filas de Junts: "«Las cosas no van bien un año después, ha llegado el momento de que haya un punto de inflexión o de dejarlo correr para no hacer perder el tiempo ni la paciencia a nadie», dijo Puigdemont al anunciar que su grupo ha registrado en el Congreso esta proposición no de ley que augura unos meses muy complicados para el Gobierno. Todo, bajo una máxima con la que justificó esta decisión: «Hoy, Sánchez sigue demostrando que no es de fiar». «Se ha agotado el crédito y estamos en números rojos»".
¿Y cómo ha caído el recado de Puigdemont en sus destinatarios? "El PSOE quita hierro a la cuestión de confianza que pide Puigdemont: 'Busca foco' y una 'palanca para negociar Presupuestos'", reza un titular de El Independiente.
Escribe Juanma Romero: "La situación, para el PSOE, no ha cambiado en 24 horas. La precariedad del Gobierno es la que es, es la misma que hace un año, cuando Pedro Sánchez logró su investidura, pero no se ha agravado".
Continúa Romero: "Carles Puigdemont no ha añadido más presión, no ha añadido más leña a la caldera por mucho que demande al presidente que se someta a una cuestión de confianza. Los socialistas entienden que la andanada del líder de Junts, este lunes, no deja de ser un gesto, una llamada de atención. Solo porque "busca foco" ahora que el protagonismo lo tiene ERC, a las puertas de la segunda vuelta de su congreso, y cuando lo que está sobre la mesa es la negociación de los Presupuestos Generales del Estado para 2025".
Y: "Pero creen que esa alerta no pasa de ahí, que no tiene más consecuencias prácticas. Que "no tiene recorrido", como verbaliza un ministro. Sobre todo porque que Sánchez pida o no la confianza del Congreso es una competencia estrictamente suya y porque los posconvergentes no han lanzado la señal de que vayan a abandonar al Ejecutivo de coalición".
Líneas después, Romero comenta que "detrás de las cámaras, fuentes del Ejecutivo y de la cúpula del partido insistían en la idea de que no hay preocupación, por mucho que Puigdemont compareciera ante los medios para apretar las tuercas a Sánchez y lanzarle una severa admonición. Ni siquiera creen que aleje aún más la aprobación de los Presupuestos".
El Nacional añade a todo esto que "El PSC sale en defensa de Pedro Sánchez: 'El señor Puigdemont y Junts se vuelven a equivocar'".
El texto es de Vicenç Pagès, quien escribe: ""El señor Carles Puigdemont y Junts per Catalunya se vuelven a equivocar. Los ciudadanos piden lo contrario: estabilidad, prosperidad, política constructiva y útil", ha asegurado la portavoz de los socialistas catalanes, Lluïsa Moret".
Sigue la nota: "Moret considera que la petición de Junts per Catalunya que ya ha registrado en el Congreso pidiendo una cuestión de confianza a Pedro Sánchez provoca "inestabilidad, retroceso e incertidumbre". Al mismo tiempo, Moret ha explicado que todavía no han hablado con el president en el exilio (sic) sobre esta cuestión y ha asegurado que desde el PSC no se entiende la propuesta impulsada por Carles Puigdemont".
Y: ""Hay un espacio estable de diálogo y de negociaciones entre el PSOE y Junts", ha dicho Moret, que considera que el Gobierno está haciendo un "esfuerzo muy importante" para "garantizar los cumplimientos de los acuerdos"".
Del tercero en discordia, el ínclito Junqueras destaca un titular de La Vanguardia. "Junqueras rechaza la cuestión de confianza: “No tenemos ningún interés en un Gobierno PP-Vox”", informa el diario barcelonés.
Àlex Tort es el autor de la pieza: "La cuestión de confianza que ha propuesto Carles Puigdemont a Pedro Sánchez a priori no contará con el apoyo de Oriol Junqueras si este finalmente vuelve a ser elegido presidente de ERC. “Nosotros no tenemos ningún interés ni ninguna urgencia para que gobierne el PP con Vox”, ha asegurado el republicano. (...) Aun así, al mismo tiempo ha reclamado “toda la exigencia para que el Partido Socialista cumpla sus compromisos”. “Es el PSOE que debe decidir si nos da argumentos al conjunto de la sociedad para evitar un Gobierno de PP y Vox (...). La pelota está en el tejado del PSOE”, ha añadido".
La información de Tort recuerda la negativa de ERC a negociar los Presupuestos tanto en Madrid como en Barcelona "si antes el PSOE y el PSC no cumplen con lo pactado con la formación republicana. El exlíder de Esquerra ha puesto como ejemplo la condonación de 15.000 millones de euros a Catalunya provenientes del Fondo de Liquidez Autonómico (FLA)".
Otras historias. Según el Abc, "La Generalitat conmemorará el 14 de abril como fecha de proclamación de la «República Catalana»".
La pieza viene con la firma de Àlex Gubern y dice: "Cataluña impulsará de manera oficial «actos de conmemoración de la memoria democrática cada 14 de abril, fecha de proclamación, en 1931, de la República Catalana». Así se recoge en el anteproyecto de ley de Memoria Democrática que el Ejecutivo de Salvador Illa aprobará en su reunión de este martes, un texto que asume la literalidad al completo del anteproyecto que aprobó el anterior Govern de Esquerra Republicana, pero que no llegó a tramitarse en el Parlament por la convocatoria de elecciones".
Sigue el texto: "Según ha detallado esta mañana Ramon Espadaler, consejero de Justicia y Calidad Democrática, el Govern llevará al Parlament el mismo texto que impulsaron los republicanos con objeto de no demorar más su tramitación, dado que «cualquier retoque o modificación nos habría obligado a dilatar todavía más el trámite»".
Los intríngulis de la ley también son objeto de la crónica: "Además de actos de conmemoración del 14 de abril, fecha que se vincula en este caso a la «república catalana», sin alusión a la instauración de la II República, el anteproyecto de ley declara el 5 de febrero de cada año como Día Nacional del Exilio y la Deportación, «en conmemoración del día de 1939 en que el presidente de la Generalitat de Cataluña, Lluís Companys; el presidente del Gobierno Vasco, José Antonio de Aguirre; el presidente de la República, Manuel Azaña; el presidente de las Cortes españolas, Diego Martínez Barrio, y centenares de civiles y militares atravesaron la frontera para exiliarse en Francia»".
Y: "Así mismo, se declara el 15 de octubre de cada año como Día Nacional en Memoria de las Víctimas de la Guerra Civil y la Dictadura Franquista, en conmemoración de la fecha de 1940 en que el presidente Companys fue fusilado en el Castillo de Montjuïc de Barcelona".
Economía. "La pesca se levanta contra la propuesta de recortes en el Mediterráneo: “Es la muerte del sector”", destaca un titular de El País.
La pretensión de la Comisión Europea es que los pesqueros de arrastre del litoral mediterráneo sólo puedan hacerse a la mar 27 días al año.
Escriben Marta Rodríguez y María Fernández: "Los pescadores emplean estos días palabras muy gruesas para describir la propuesta de la Comisión Europea para la pesca en el Mediterráneo, que desde este lunes discuten los ministros del ramo en Bruselas. “Es una barbaridad. Le han dejado un regalo envenenado al nuevo Comisario [el chipriota Costas Kadis] con medidas incendiarias que acabarían con el sector”, describe Javier Garat, secretario de la Confederación Española de Pesca (Cepesca)".
Sigue la pieza: "La propuesta de reducción global del 66% de los días de faenado en el Mediterráneo, que en el caso español supone un recorte de hasta el 79%, se traduce en que los barcos solo podrían salir 27 días al año para limitar las capturas de gamba roja, langostino moruno, gamba de altura, cigala o merluza".
Líneas después, las autoras de la información explican que "Garat cuantifica que unos 3.000 profesionales españoles se podrían ver afectados directamente y que la medida arrastraría a muchas otras actividades: “Hablamos del turismo, de mayoristas, transportistas, fabricantes de hielo, industria auxiliar, astilleros”, enumera".
Y: "Basilio Otero, presidente de la Federación Nacional de Cofradías lo resume así: “Es inviable que pueda haber un sector económico que subsista con 27 días de trabajo al año. Ni un chiringuito de playa podría”. Con esa idea se han elaborado las pancartas de la protesta de Madrid: “¿Te imaginas mantener a tu familia si trabajas solo 27 días al año?”".
10 de diciembre, santoral: Nuestra Señora de Loreto, Edmundo Gennings, Eugrafo, Eulalia de Merida, Eustacio White, Gemelo, Gregorio III papa, Gutmaro, Juan Roberts, Julia, Lucas obispo, Mauro, Poliodoro Plasden, Suintino Wells.