El independentismo se desinfla poco a poco. Siete años después de la asonada, las fuerzas menguan, el apoyo popular cae, los partidos están en crisis precongresuales, Puigdemont renuncia a ser el jefe de la oposición con la vaga excusa de que prefiere ser alternativa y en ERC se presenta por primera vez una mujer, Helena Solà, auspicia por Alfred Bosch y su plataforma "Foc nou". Los viejos líderes del independentismo se resisten a dejar paso a nuevos valores mientras el Govern avanza en direcciones opuestas al identitarismo procesista de los últimos años. Se prioriza la gestión y se escenifica el comienzo de una nueva etapa con relatos alternativos. Han vuelto las preocupaciones sociales y la atención por la economía.
Sin embargo, los destrozos del Procés son evidentes aún en ámbitos como la Assemblea Nacional Catalana, el armatoste que organizó las exhibiciones de masas coreanas durante la pasada década. Un politburó gerontocrático maquina revueltas, embates y nuevos desafíos contra el Estado "opresor". Sin miedo. Sobre todo sin miedo al ridículo.
"La ANC plantea “pasar a la ofensiva” en el “espacio militar de dominio español”", titula Crónica Global una pieza que describe los delirantes propósitos de la organización, plasmados en un decálogo que apela a “forzar al Estado enemigo a negociar de igual a igual” y pone como "ejemplo a seguir" el asalto al aeropuerto de El Prat y los cortes de carreteras y la frontera. El texto es de Ricard López y arranca así: "La Assemblea Nacional Catalana (ANC) endurece su discurso en su momento más bajo desde que se fundó en 2012 y en plena crisis del movimiento independentista. La entidad ultranacionalista impulsora del procés ha planteado un decálogo a sus cada vez más escasos seguidores –como pudo verse de nuevo esta semana en su movilización para conmemorar el 1-O, que apenas reunió a 350 personas-, en el cual propone, entre otras cuestiones, “pasar a la ofensiva” contra España “en los espacios económico, social, cultural y militar de su dominio”. Así se desprende de un documento difundido entre sus socios, y disponible en su página web, coincidiendo con el séptimo aniversario de la celebración del referéndum ilegal y unilateral de secesión del 1 de octubre de 2017".
Continúa el texto: "El escrito, cuyo autor es el exdiputado de la CUP y actual "secretario nacional" de la ANC Julià de Jòdar, lleva por título “Tesis de agosto”, y en el mismo se reivindican los hechos ocurridos en el convulso otoño de 2017. La ANC evita profundizar sobre en qué debe consistir esa nueva “ofensiva”, si bien aplaude que, en aquellas fechas, “miles de personas pusieron su cuerpo en defensa de todos los represaliados" y "tomaron el transporte público o privado para marchar sobre la capital u ocupar el aeropuerto, colapsaron carreteras y cortaron pasos fronterizos, y se manifestaron pacíficamente" -según su valoración- "contra la violencia española”. Unas movilizaciones y actos de boicot que, según enfatiza la entidad “es, y debe ser, el ejemplo a seguir”. La entidad presidida por el cantautor Lluís Llach parte de la base, en el primero de los diez puntos de su propuesta, de que el procés secesionista “continúa y continuará vivo mientras su gente luche por fundar la República de Cataluña en el seno de los Països Catalans”. Un objetivo final que, advierte, debe conseguirse de forma “unilateral, mediante procesos de resistencia y rebelión de su gente que obliguen a España a negociar entre iguales”".
Y: "La ANC se muestra muy crítica con los partidos secesionistas, a los que acusa de no haber “defendido” la ruptura con el resto del país en otoño de 2017 ni en los años posteriores. Así, en una velada crítica a ERC y Junts, expresa su rechazo a las actuales “mesas de negociación” y los contactos “con cualquier Gobierno español de turno”, pues a su modo de ver eso “sólo ha servido para ayudar a mantener, una vez más, la estabilidad del Estado opresor y debilitar las reivindicaciones de Cataluña”. Frente a ello, la ANC considera que “la gente tendrá que recuperar el liderazgo desde la calle y crear organizaciones capaces de establecer con las instituciones nuevas y equivalentes relaciones de fuerza”. Así, frente al supuesto pactismo de sus partidos afines, el documento ve “indispensable” forjar “herramientas de autodefensa” en “la vía de la liberación nacional”".
A las armas, ya sean varas, bastones o cayados. En Vozpópuli destacan la elevada edad media de la grey independentista. "El separatismo envejece: ¿por qué la tercera edad sigue aferrada al 'procés'?" es el titular de una pieza que firma Óscar Benítez: "Los secesionistas celebraron el pasado martes, 1 de octubre, el aniversario del referéndum ilegal de 2017. Casualmente, es la misma fecha en que se festeja el Día Internacional de las Personas Mayores. Y ambas conmemoraciones parecieron fundirse en un sola, pues cualquiera que echase un vistazo ese día a las concentraciones convocadas por las entidades separatistas pudo constatar que la mayoría de sus asistentes pertenecía a edades avanzadas. Un fenómeno que también pudo observarse semanas antes en la Diada, en la que la presencia de activistas jóvenes o incluso de mediana edad brilló, en general, por su ausencia".
Sigue Benítez: "Esta percepción se confirma si atendemos a las últimas encuestas del Centre D'Estudis de la Generalitat (CEO) —el CIS catalán—. Sus cifras muestran que, aunque el deseo de separarse del resto de España ha caído en casi todos los grupos de edad, su descenso es especialmente acusado en los jóvenes, que, si en 2015 apoyaban mayoritariamente la secesión (53,2%), ahora solo la quieren el 39,4%. Significativamente, la única franja en la que el separatismo no remite, sino todo lo contrario, es la de los mayores de 65 años. En ellos, el respaldo a una Cataluña desvinculada de España ha pasado del 36% al 42%".
Y: "Sobre las causas del abandono juvenil, distintas voces han apuntado a que las inquietudes de adolescentes y veinteañeros han variado sustancialmente en estos años, centrándose ahora en la vivienda, el cambio climático o el feminismo Y si durante el 'procés' la utopía dibujada por los partidos secesionistas podía resultarles atractiva, el choque de ésta con la realidad le has mostrado su inviabilidad. Una realidad que, sin embargo, parte del separatismo se niega a aceptar. Por ejemplo, el diario nacionalista 'Vilaweb' publicó el mes pasado un reportaje titulado '¿Quienes son los jóvenes que sorprendieron a todos durante la Diada?' en el que se aseguraba que, en esta edición, los "jóvenes habían ganado mucho protagonismo". Sin contar con que el independentismo trata de contrarrestar la deserción de estos jóvenes con la promoción incansable de 'youtubers' o 'influencers' catalanoparlantes y favorables a la causa. Entre ellos se cuenta Júlia Canet —que consideraba la violencia secesionista "justificadísima"— o un grupo de chicas de La Garrotxa llamado Can Putades —que tachó el castellano de "lengua invasora"—. En ambos casos, fueron fichadas poco después de su debut en las redes como colaboradoras en medios como TV3 o 'El Nacional'".
Mientras tanto y en Madrid reparan en las peculiares habilidades de Carles Puigdemont, capaz de andar y mascar chicle a la vez. "Puigdemont cuestiona a Sánchez, pero negocia con él" subraya La Razón. La crónica es de Carmen Morodo y principia de este modo: "Moncloa negocia ya a tres manos con sus socios de investidura para sacar adelante el techo de gasto antes de que termine el mes de octubre. Pero también tiene ya conversaciones abiertas sobre los Presupuestos, en las que están participando todos los partidos que facilitaron la formación del nuevo Gobierno de coalición. Y ahí está el PNV, y también Junts, aunque este último siga instalado en un discurso de confrontación absoluta con Pedro Sánchez. Entre máquinas, los socios son receptivos con la posibilidad de que acabe aprobándose un nuevo techo de gasto más expansivo, acorde con la exigencia de Junts en esta materia".
Continúa la nota: "Esta cesión permitirá a los de Carles Puigdemont presentarse en Cataluña con la medalla en el pecho de ser los responsables del dinero extra que llega a la Generalitat, aunque es un triunfo de escaso recorrido: el punto débil para Junts es que saquen ya lo que saquen de Madrid, será el socialista Salvador Illa el que se ocupe de gestionarlo. Y Moncloa lo sabe, y no le importa seguirle el baile al ex presidente catalán. La ampliación del techo de gasto es un instrumento político que también usará Moncloa para intentar poner en problemas a los presidentes autonómicos del PP por la vía de tentarles hacia la división, frente a la posición común que fija Génova, y echándoles encima el peso de la acusación de que rechazan dinero que podría redundar en beneficio de los servicios públicos de sus ciudadanos. Hacienda última el ajuste de números al alza para atender una de las últimas exigencias de Puigdemont y, conforme a su esquema de trabajo, «descolocar a los presidentes del PP». Al ex presidente de la Generalitat ya le han trasladado que el nuevo proyecto de techo de gasto tendrá un tope de déficit mucho más favorable para las comunidades y los ayuntamientos".
Y: "En tanto que Puigdemont sigue por culpa de la Amnistía en manos del Gobierno, del Tribunal Constitucional, para ser más exactos, los socios trabajan tomando como referencia la idea de que habrá legislatura «hasta que Sánchez quiera», por lo que cada uno está echando cuentas de qué puede llegar a sacar de Madrid en estos próximos años. Debajo de la inflamación nacionalista e independentista lo que se mueve son inversiones, infraestructuras y competencias, en un proceso de vaciamiento del Estado, en contenido y financiación, que redunda en una mayor diferencia de estatus entre las comunidades con partidos independentistas y el resto de autonomías. Además, las amenazas continuas del ex presidente de la Generalitat han dejado de hacer efecto en Moncloa y en los otros socios de investidura. El viaje de ida y vuelta del verano tocó duramente a su credibilidad dentro del grupo de investidura, y hoy en día todos están convencidos de que continuará haciendo mucho ruido, pero no golpeará donde realmente le podría doler al presidente del Gobierno porque «tiene miedo del Constitucional», máximo garante de la Carta Magna y del que depende el destino final de la Ley de Amnistía y de Puigdemont".
Hábitos de políticos. "La misa semanal une a la élite catalana: de Illa a Puigdemont, Pujol, Junqueras, Rull o Garriga", señala un titular de El Confidencial. En el sumario se abunda en que "Los máximos dirigentes catalanes, ya sean de derechas o izquierdas, están unidos por un invisible hilo: todos son católicos practicantes, siguiendo el camino marcado en su día por el expresident Jordi Pujol, gran devoto". El texto es de Antonio Fernández y esto es lo que se puede leer en abierto: "¿Qué tienen en común Salvador Illa, Oriol Junqueras, Carles Puigdemont, el presidente del Parlament catalán, Josep Rull, el exconseller de Interior Joan Ignasi Elena, o Ignacio Garriga, líder de Vox en la comunidad? Que son católicos practicantes. Todos llevan su práctica religiosa con regularidad. Ya lo hacían Jordi Pujol y Artur Mas. Ni que decir tiene que la cúpula de UDC, por su propia condición de democristiana, estaba imbuida del sentimiento religioso (un ex de Unió, Ramon Espadaler, es hoy consejero de Justicia con Salvador Illa), pero la concepción de misa dominical parecía quedar lejos de otros líderes políticos. Sin embargo, hay un hilo invisible, religioso, que une a casi todos los principales dirigentes políticos catalanes en cuyas manos está, en este momento, la gobernabilidad de la comunidad".
De momento no pasa nada en Cataluña por asistir a los oficios religiosos católicos o islámicos. Pero hay una comunidad que no puede vivir su fe con naturalidad. Se trata de los judíos. Mañana se cumple un año de la masacre terrorista de Hamas, cosa que algunos medios ocultan con eufemismos como "ataque". Destaca en la prensa catalana una pieza de Pep Martí en Nació Digital, un amplio reportaje con voces representativas de los judíos catalanes. "Tancament de files i espantats per l'«antisemitisme»: així viuen els jueus catalans l'aniversari de l'atac de Hamàs" se titula la pieza. Del texto de Martí: "Dalia Levinsohn és una dona forta. Filla d'un supervivent de l'Holocaust, 76 anys, continua sent una figura emblemàtica entre els jueus catalans. Ha dirigit la Comunitat Israelita de Barcelona (CIB), l'entitat jueva més antiga a Catalunya. Té ben viu el record del 7 d'octubre, del qual es compleix un any: "Quan em vaig aixecar aquell matí, abans d'escoltar les notícies, em van preocupar els missatges que havia rebut: 'Esteu tots bé?, 'què saps de la teva família?' Els qui m'escrivien sabien que el meu fill i un net són a Israel. Després vaig entendre-ho tot". Levinsohn expressa un dels sentiments que han interioritzat les comunitats jueves després de l'atac terrorista: "Sabia que quan Israel respongués, ens dirien assassins". Explica, en català, que en els 67 anys que porta aquí mai s'ha sentit incompresa, però que les coses han canviat des del 7 d'octubre: "He notat silencis eloqüents. Formo part, com tothom, de diversos grups de whatsapp i des de les primeres respostes d'Israel, he vist com s'han acabat les preguntes sobre com està la meva família"".
Continúa Martí: "La comunitat jueva viu aquest aniversari entre el dolor pel record a les víctimes i el creixement de la tensió a la regió, després de la incursió israeliana al Líban per castigar Hezbollah i l'atac de l'Iran contra Israel. Són dies molt rellevants en el calendari jueu. La nit del 2 d'octubre ha començat la festivitat de Ross Hashanà, l'any nou jueu, que commemora el naixement del món. Deu dies després, és el Yom Kippur, el dia del perdó, que vol ser una jornada d'introspecció i recolliment. Serà entre aquests dos moments que totes les sinagogues de Barcelona faran actes de record a les víctimes. N'hi ha quatre de principals. La CIB és la més antiga i pot ser considerada ortodoxa o tradicional. Bet Shalom és la vinculada a la branca reformista del judaisme, majoritària al món. Jabad Lubavitch és ortodoxa i Atid, que va néixer com a progresista, és ara de línia conservadora. En totes elles, però, predominen sentiments d'incomprensió pel que consideren l'esbiaixament de mitjans i sectors d'opinió sobre les raons d'Israel".
Y: "Els esdeveniments desfermats a partir de la massacre de Hamàs també han generat contradiccions entre la població jueva. A Israel hi ha hagut manifestacions massives contra el govern de Benjamin Netanyahu -que abans del 7 d'octubre afrontava una forta protesta pel seu projecte de reforma judicial-, en bona part reclamant que es prioritzi l'alliberament dels ostatges en mans de Hamàs. També entre els jueus catalans es perceben les diferències que hi ha en una societat multipartidista com Israel. Però ara s'imposa un tancament de files. Laurence Franks és un home de pes en el món israelita. Ha presidit la CIB i ha estat responsable del Fons Nacional Jueu a l'estat espanyol. Parla clar. Per a Franks, l'atac del 7 d'octubre ha fet que tota la diàspora hagi pres consciència que ha d'estar amb Israel. "Vam patir la pitjor massacre des de l'Holocaust i tenim l'obligació de fer costat a l'Estat", diu. Franks subratlla que no és un fonamentalista religiós ("el nostre Déu és el mateix del dels cristians i dels musulmans") i el seu distanciament amb l'extrema dreta israeliana ("són molt minoritaris"), però aplaudeix l'actuació de Netanyahu i invoca poders molt alts: "Els enemics d'Israel ho pagaran car. Déu ha posat la seva mà sobre Israel"".
6 de octubre, efemérides: tal día como hoy en 1934 Lluís Companys proclama el Estado catalán. El golpe es sofocado en cuestión de horas por la República.
Santoral: Bruno de Colonia, Adalberón de Würzburg, Artaldo de Arvières, Fe de Agen, Francisco Tran Van Trung, Juan Xenos, Magno de Venecia, María Francisca de las Llagas de Nuestro Señor Jesucristo, Pardulfo de Guéret, Renato de Sorrento, Román de Auxerre, Ságar de Laodicea e Ywio.