ERC niega que haya pagado cincuenta mil euros a los jóvenes de Igualada que fueron contratados para colgar los carteles contra los hermanos Maragall. Niega también que haya facilitado el cobro a través de facturas falsas. Lo dice a través de comunicado la dirección fantasma de un partido que primero negó que la campaña saliera de ERC. Luego dijo que fue cosa de un militante de comarcas. Más tarde, que Sabrià no lo sabía pero que dimitía. Y así todo el rato.
Pero ojo, que no sólo en ERC pasan cositas que ponen en cuestión la moralidad de sus prebostes. He ahí el fenomenal chiringuito llamado Consell de la República, confortable artefacto creado por Puigdemont para dárselas de presidente en el "exili" y al que Toni Comín pasa las facturas privadas con la esperanza de que cuelen como gastos de representación según cuentas medios afectos y desafectos a la causa republicana.
Mala prenda en el telar, un héroe del "exilio" que aspira a que el pueblo le pague sus tan merecidas vacaciones. Comín, un trabajador infatigable, un hombre que labura de sol a sol y de noche también, un titán adicto a la faena y de probadas convicciones éticas... Claro que Comín es Puigdemont, como se suele decir. O sea, que está bajo el amparo del presidente "legítimo" y es prácticamente intocable.
Cómo será la cosa que "El aparato de Junts 'compra' el silencio de Aurora Madaula sobre el 'caso Comín'", según explica Crónica Global. En el sumario de esa información se advierte que "Algunas fuentes aseguran que la vicepresidenta del partido tiene información que podía hacer daño al eurodiputado Toni Comín, lo que ha llevado a Jordi Turull y Albert Batet a pactar la revisión del protocolo de acoso y a darle cobijo". El texto es de Noelia Carceller y arranca así: "Junts ha cerrado una de las crisis más graves que ha tenido en los últimos años. Se trata de la denuncia de Aurora Madaula, la diputada que en un pleno de mujeres aseguró sufrir “violencias silenciosas” por parte de “compañeros y compañeras”. El ataque hizo planear la sombra del machismo sobre la formación y supuso la ruptura entre los afines al secretario general, Jordi Turull, y la presidenta del partido, Laura Borràs; aunque no fue total. La muestra es que ambos han encontrado motivos suficientes para fumar la pipa de la paz, al menos, hasta el próximo congreso del partido (todavía sin fecha)".
Sigue Carceller: "El punto de inflexión han sido las acusaciones vertidas contra el eurodiputado y vicepresidente del Consell per la República Toni Comín por cargar gastos personales a la entidad. El anuncio de este escándalo se ha producido casi en paralelo a la negociación del aparato del partido con Madaula, a quien finalmente convencieron para que la denuncia de acoso no fuese a más. Según explican algunas voces del partido, la información que posee la vicepresidenta de Junts sobre Comín ha sido una de las razones que ha llevado a Turull y al presidente del grupo parlamentario, Albert Batet, a "envainársela" y llegar a un acuerdo. Dos de los hombres fuertes de Carles Puigdemont han dado su brazo a torcer y pactado la revisión del protocolo interno de prevención del acoso para adecuarlo a la normativa, así como garantizar, en el plazo de dos años, una formación de sus afiliados en esta materia, "siendo prioritaria para quienes ostenten cargos orgánicos y representativos"".
Y: "Ello supone una victoria moral para Aurora Madaula, tras un largo proceso en el que se ha visto sumergida y que le llevó, incluso, a perder su puesto en la lista de Junts durante las elecciones autonómicas del pasado 12 de mayo. A cambio, Turull y Batet se garantizan que ésta no sea un problema ni "ahonde en el agujero negro que suponen los ingresos y los gastos" del chiringuito de Puigdemont, del que ella también forma parte. (...) El secretario general no solo se ha tenido que comprometer a afrontar una formación en materia de acoso para sus cuadros, sino también a garantizar que “se la ayudará" buscándole cobijo en un cargo orgánico o institucional. El dónde es una incógnita, ya que por ahora Junts cuenta con pocas posiciones de influencia en la Administración en comparación con los tiempos del procés, por lo que le han pedido que tenga "paciencia”".
Pues que le paguen la hipoteca. Doña Aurora es también la protagonista de esta información de El Confidencial: "El escándalo del velero de Comín saca a flote a la nueva estrella en el Consell de la República". El texto es de Antonio Fernández: "Ha nacido una estrella en el Consell de la República. Se llama Aurora Madaula y quiere ocupar el puesto clave que hasta ahora controlaba Toni Comín, recientemente elegido eurodiputado —no ha recogido su acta— pese a que bajó a la mitad los votos respecto a las anteriores elecciones. Madaula quiere ser la interlocutora entre el Consell y la asociación CatGlobal, la entidad que da cobertura jurídica en Bélgica al órgano áulico de Carles Puigdemont. El motivo de que surja con fuerza el nombre de Madaula (una conocida activista de Junts del sector de Laura Borràs y persona de confianza de Carles Puigdemont), es la crisis desatada por los supuestos gastos incontrolados del vicepresidente del Consell (y mano derecha de Carles Puigdemont), Toni Comín, ha provocado un terremoto en la entidad independentista que el expresident controla desde Waterloo. Según el diario El Món, Comin pagó con dinero del Consell el alquiler de un velero que utilizó en la Costa Azul en verano de 2022, en el que iba acompañado por varios amigos, entre ellos Lluís Llach, en aquel momento también "ministro" de Carles Puigdemont en el Consell y actualmente presidente de la Asamblea Nacional Catalana (ANC). También intentó pasar como gastos el alquiler de una casa en el sur de Francia que alquiló entre el 31 de marzo y el 17 de abril para estar con su hija en las vacaciones de Semana Santa, así como los vuelos y el alquiler de un coche. El total de gastos de estas vacaciones fue de 4.786,78 euros, que el entonces gerente del Consell de la República, Sergi Miquel, se negó a abonar por entender que eran gastos privados. Comín achacó esta actitud, así como un mail de Miquel rechazando los gastos, a un deseo de "venganza" del otrora gerente, y justificó los recibos como "gastos de representación". Dijo, además, que Miquel fue apartado de su cargo por mala gestión y que por eso le denegó el pago de los gastos del alquiler de la casa y el coche. Fuentes internas de Junts que conocen a Sergi Miquel lo describen a El Confidencial como "una persona muy rigurosa y muy cumplidor. Especialmente, miraba que los gastos pasados fuesen por tareas encomendadas por trabajo y no privados"".
Continúa la pieza líneas después: "En cuanto estalló la crisis del velero y los gastos de Comín, Aurora Madaula puso el grito en el cielo y se quejó públicamente. Madaula es una de las personas de confianza de Carles Puigdemont, que la mantiene como "ministra" del Consell de la República. Hasta hace poco, también era "ministro’" su pareja, el cupero Guillem Fusté, apeado del cargo en la última remodelación. Aprovechando la crisis desatada por Comin, el nombre de Madaula ha vuelto a coger vuelo: se ha autopropuesto para mediar en el asunto y para reconducir la situación, tomando las riendas del Consell de la República, en lugar de Toni Comin, y como interlocutora entre el Consell y CatGlobal. Con la asunción de ese cargo, afirmó que investigaría si el dinero se había desviado hacia gastos personales o todo eran gastos políticos relacionados con la gestión del organismo. De este modo, Madaula saca de nuevo perfil en una crisis de su partido. En noviembre pasado, denunció "violencia machista silenciosa" dentro de Junts y abrió una crisis en el partido posconvergente. Ya tenía experiencia en crearle problemas a su partido: fue la diputada que canalizó las denuncias de varias mujeres contra el entonces portavoz, Eduard Pujol, que acabaron siendo archivadas por inconsistentes, pero que obligó a Pujol a dimitir. Junts lo recuperó en las últimas legislativas y hoy es diputado en el Congreso. Tras la nueva crisis provocada en noviembre, una veintena de diputados (de los 32 que tenía la formación) firmaron una carta de protesta contra ella. La diputada llegó a presentar una denuncia ante la Oficina de Igualdad del Parlament".
Ajeno al basureo juntaire, el nuevo presidente del Parlament, Josep Rull, se maneja con gran propiedad en su cargo y asegura que si Puigdemont fuera a la cámara catalana haría todo lo posible para que no pudiera ser detenido en el interior del recinto parlamentario. También carga contra el Tribunal Supremo en una entrevista que publica El Nacional y que firma Marta Lasalas. Estas son algunas de las preguntas y respuestas de mayor fuste:
P: El juez instructor ha decidido no levantar la orden de detención contra Carles Puigdemont. Por lo tanto, si vuelve para la investidura, puede ser detenido. ¿Tiene que volver aunque no se le haya aplicado la amnistía?
R: Ha dicho que si hay un debate de investidura volverá. Hay una ley de amnistía, que se tendría que aplicar íntegramente. Y es clarísima. Lo que tenemos en frente es un Tribunal Supremo absolutamente desbocado, en rebeldía, que simplemente ha decidido desactivar el estado de derecho y ha dañado de manera severa la credibilidad del Estado español en términos democráticos. El Estado español hoy tiene un problema grave en relación a la separación de poderes. Cuando hay un poder judicial que en lugar de aplicar las leyes e interpretarlas, las reescribe, quiere decir que está absolutamente fuera de control y este no es un problema solo del poder judicial, es un problema de la democracia en el Estado español, y eso tiene que interpelar absolutamente a todo el mundo y el resto de poderes públicos no pueden permanecer pasivos o indiferentes.
P: De hecho, ahora mismo se está aplicando más la amnistía a policías que a los independentistas...
R: Esta es la paradoja, es una perversión absoluta del sistema. Entiendo perfectamente cuáles son los argumentos de aquellos que quieren presentar un recurso contra la amnistía en casos concretos de las fuerzas de seguridad que hubo agresiones muy claras y muy evidentes.
P: ¿Ante la no aplicación de la amnistía en el caso de Puigdemont, qué le aconsejaría hacer?
R: Yo no oso aconsejar nada, simplemente me mantengo en aquello que el mismo president Puigdemont ha dicho. Si hay un debate de investidura, él volverá porque tiene una cosa muy clara, la tiene él y la tenemos en el espacio soberanista, de manera muy concreta en Junts, el Tribunal Supremo no alterará la agenda que tenemos marcada. Si quieren influir en política, que se presenten a unas elecciones. La posibilidad de volver, de someterse a una investidura, de participar en el debate de investidura del otro candidato, no puede quedar alterada por esto. Y esta es la determinación y esta tiene que ser la victoria de este proyecto. La agenda que había prevista desde un punto de vista político y democrático no quedará alterada por la resolución del Supremo.
P: ¿Como presidente del Parlament, qué podría hacer para impedir una detención de Puigdemont?
R: Dentro del Parlament, obviamente, garantizar la integridad de todos los diputados. Los derechos de los diputados estarán absolutamente garantizados siempre. El derecho a votar y el derecho a ser votado. Y, por lo tanto, pase lo que pase estos derechos serán íntegros. Y dentro de la sede del Parlament, evidentemente pondremos en valor este principio de inviolabilidad parlamentaria. La sede del Parlament de Catalunya tiene que ser absolutamente sagrada en el sentido de que ningún diputado puede ser detenido ni retenido en ejercicio de sus funciones. Esta es mi voluntad y haré todo lo posible para mantenerla. Aunque eso comporte consecuencias. A la hora de defender la democracia y los derechos fundamentales, no nos tiene que dar miedo asumir todas las consecuencias que se puedan derivar.
P: ¿Si Carles Puigdemont consiguiera entrar dentro del Parlament, qué pasa si la policía está fuera?
R: Pues si ha convocado un pleno de investidura, se sustancia el pleno. Con una anomalía, con las fuerzas de seguridad del Estado a fuera, intentando detener a un representante legítimo del pueblo de Catalunya. Es una situación de la que no tenemos cartografía. Es tan excepcionalmente anómala, tan inaudita, que no la tenemos cartografiada. Me parece, quizás me equivoco, que a nivel del conjunto de la Unión Europea esta es una situación no se ha producido nunca. Cuando antes le decía que este protocolo tenemos que ver cómo lo ajustamos, me refería a esto: a nivel comparado, qué otros antecedentes tenemos; jurisprudencia del Tribunal Europeo de Derechos Humanos; ver exactamente cuáles son los mecanismos de defensa técnico-jurídica y operativa.
P: ¿Hay alguna cosa que pueda hacer el Parlament para evitar que cuando los diputados salgan, porque también está Lluís Puig, no sean detenidos?
R: En todo caso, lo que tengo que garantizar, es que dentro del Parlament esta inviolabilidad se cumpla punto por punto.
A todas estas, "Junts, ERC y entidades soberanistas se reúnen hoy en Waterloo", según cuenta en La Vanguardia Iñaki Pardo Torregrosa: "La reunión se produce en una semana en la que el Tribunal Supremo ha torpedeado la aplicación de la ley al declarar no amnistiado el delito de malversación para los líderes del procés: Carles Puigdemont, Toni Comin y Lluís Puig –imputados– y Oriol Junqueras, Raül Romeva, Jordi Turull y Dolors Bassa –condenados en el 2019–. En el encuentro estarán presentes representantes de Junts per Catalunya y de Esquerra Republicana, así como de las entidades independentistas Òmnium Cultural, Assemblea Nacional Catalana (ANC) y el Consell de la República, si bien la ANC, ahora presidida por Lluís Llach, se había opuesto a la amnistía en los meses previos, cuando Dolors Feliu estaba al frente".
Sigue la nota: "Pero Llach tiene otra opinión, y de haber sido elegido líder de la Assemblea a la primera hubiera acudido a la foto unitaria del independentismo en la prisión Modelo justo el día después de la aprobación definitiva de la ley en el Congreso. En defensa de la amnistía, la ANC ha convocado una manifestación el próximo sábado en Barcelona para denunciar el “golpe de Estado” de los jueces que no aplican la ley tal y como la concibió el legislativo. Esa protesta será otro de los puntos a tratar hoy. Además de la amnistía, en la cumbre de Waterloo, en la que Puigdemont hace de anfitrión y a la que asiste por parte de los republicanos Marta Vilaret, encargada en la ejecutiva del partido del ámbito relacionado con los tribunales, se hablará también, según está previsto, del retorno a Catalunya de los expatriados. El expresident prometió que volvería cuando se celebre un debate de investidura en el Parlament y su partido asegura que ese compromiso se mantiene inalterado".
Vozpópuli solaza a sus lectores dominicales con una encuesta en la que se afirma que "El 48'7% cree que Sánchez convocará elecciones y la mitad de los catalanes, que volverán a votar en otoño". En el sumario abunda en que "Sólo un 40'8% de los españoles piensa que la legislatura acabará en 2027. Mientras, un escueto 29'6% de los catalanes confía en que Illa alcance un acuerdo con Junts y ERC". Escribe Ángel Ortiz: "Casi la mitad de los españoles atisban una legislatura corta. En concreto, un 48'7% cree que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, acabará sucumbiendo ante su engorrosa mayoría de investidura y convocando elecciones generales más pronto que tarde. Por el contrario, un 40'8% sigue confiando en la archiconocida capacidad de resistencia del secretario general del PSOE y lo ven en el Palacio de Moncloa hasta 2027, cuando caduca su mandato constitucional. El resto, un 10'5%, permanecen impertérritos a la pregunta. Así se desprende de la encuesta elaborada por Hamalgama Métrica para Vozpópuli".
Continúa el texto: "Curiosamente, son los votantes de Sumar -y no los del PSOE- quienes más confianza depositan en el futuro del presidente del Gobierno. Hasta un 64'6% de los votantes de la vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, creen que la legislatura se llevará a término frente a un 58'7% de los votantes socialistas, un nada despreciable 5'9% menos, que mantiene intacta su esperanza en Sánchez. Además, sólo uno de cada cinco votantes de la izquierda radical cree que Sánchez terminará adelantando las elecciones generales, lo mismo que opinan un 28'1% de los votantes socialistas. Es decir, la tesis mayoritaria entre los votantes de izquierda es que el presidente del Gobierno aguantará, si bien existen resquicios de duda en, aproximadamente, uno de cada cuatro de ellos. (...) Pero si el futuro de Sánchez genera incertidumbre entre los españoles, más aún lo hace el de Salvador Illa entre los catalanes. En realidad, dos situaciones interconectadas por la presencia de ERC y Junts, el partido de Carles Puigdemont, en ambas ecuaciones. Por ello, no son pocos los que concluyen que el presidente del Gobierno podría convocar generales si finalmente el primer secreario del PSC no consigue amarrar los votos necesarios para ser investido presidente de la Generalitat. ¿El motivo? La fuerza electoral de los socialistas en Cataluña. Y es que casi la mitad de los catalanes, hasta un 48'2%, prevé que volverán a ser convocados a las urnas en otoño y sólo un 29'6% cree que Illa conseguirá un acuerdo con ERC y los comunes para alcanzar su investidura".
Actualidad barcelonesa. "Miles de personas se manifiestan en Barcelona contra el turismo masivo", señala El País. La crónica es de Josep Catà Figuls: "Barcelona también dice basta. El hartazgo por la masificación turística y contra un modelo económico que una parte cada vez mayor de la ciudadanía considera pernicioso e insostenible ha sacado a la calle este sábado a miles de personas (2.800 según la Guàrdia Urbana de Barcelona, 20.000 según la organización) en una marcha que se suma a las que en mayo y junio ya llenaron las calles de Palma (Mallorca), Málaga o Canarias. La protesta en la capital catalana ha canalizado el malestar creciente que se vive en distintos barrios de la ciudad por un problema que ya ha dejado de pertenecer solo al centro de Barcelona, pero que tiene en la emblemática vía de La Rambla su epicentro y su símbolo más reconocible. Precisamente ahí es donde ha empezado la manifestación, cuyo recorrido, al principio secreto, ha pasado por la caseta de la Copa del América en el Port Vell y ha terminado frente al mar en la Barceloneta, entre miles de turistas que querían sacar fotos de la estatua de Colón o del Paseo Marítimo, y que han terminado retratando pancartas con mensajes como “Tourism kills the city” o “Tourists go home”. A la misma hora, unas 400 personas se han manifestado en Girona bajo el mismo lema".
Continúa la nota: "La marcha de Barcelona -que la Guardia Urbana cifra en 2.800 participantes, un número a simple vista por debajo de la cantidad de personas reunidas, y la organización en 20.000, un número igualmente más alto de lo que se percibe- es la primera de esta magnitud que se recuerda en la capital catalana para protestar contra el turismo, una actividad que ha ido creciendo de forma exponencial en las últimas dos décadas y que, en 2019, llegó a la cifra de 17,3 millones de visitantes que pernoctan en la ciudad y otros 10,5 millones que lo hacen fuera, pero que pasan el día en las calles barcelonesas. Casi 30 millones de viajeros y una industria que ha ido cambiando parte del paisaje barcelonés, desde los comercios hasta los pisos turísticos, y que ha dejado un reguero de malestar por los problemas de convivencia con los vecinos de algunos barrios y por fenómenos como la gentrificación. El parón de la pandemia puso una pausa a este problema —muchos manifestantes recordaban que el primer día en que se relajaron las medidas de confinamiento aprovecharon para ir a pasear a una Rambla vacía de turistas o llevar a sus hijos a jugar a la plaza Reial—, pero la previsión es que este verano se superen todos los récords de visitantes en la ciudad. (...) Por otro lado, la industria turística y el Ayuntamiento recuerdan que esta actividad aporta el 14% del PIB de la ciudad y más de 150.000 puestos de trabajo".
7 de julio, santoral: Edda de Winchester, Edilburga de Ebreuil, Marcos Ji Tianxiang, María Guo Lizhi y compañeros, Fermín, obispo de Pamplona, Mel Ruain, Odón de Urgel, Panteno de Alejandría y Wilibaldo de Dryopolis.