El popular Bendodo insiste en hablar con Junts

Día valle. Los focos reparan en las marchas lentas de los tractores y en la campaña de las elecciones gallegas. En Cataluña sigue el apasionante debate sobre la amnistía mientras la exdiputada de la CUP Anna Gabriel, musa del mambo, artista del eslogan fácil, modelo de camisetas reivindicativas y ahora estupenda sindicalista en Suiza, queda exonerada de cualquier causa presente y pasada relacionada con el proceso independentista. Pero ojo cuidado que la señora dice que la represión continúa. Sí, la represión, tremenda represión. 

En el plano político destaca la visita del dirigente popular Elías Bendodo a los populares de Cataluña. El secretario de política autonómica del PP vino a Cataluña con el manual habitual de sherpa dispuesto a satisfacer los oídos de sus interlocutores. Es decir, la cara B del PP cuando sus dirigentes se pasean por la comunidad intentando hacer amigos en el catalanismo.

El disco dedicado de la visita fue el diálogo con Junts. Esto es que mientras el portavoz en el Congreso, Tellado, llama terroristas y traidores a los dirigentes del puigdemontismo, el poli bueno, Bendodo, pondera las ventajas de hablar con todo el mundo. "Bendodo defiende los contactos con Junts y dice que el PP tiene la capacidad de hablar con todos", titula La Vanguardia al respecto. La crónica es de Julio Hurtado y Cristina Sen y arranca así: "Una cosa es hablar, y otra negociar, pactar y ceder. Lo primero es lo que hizo el PP con Junts para explorar las posibilidades de que Alberto Núñez Feijóo fuera investido presidente, pero ahí quedó todo, según ha reconocido Elías Bendodo ante la prensa tras una reunión de trabajo con el equipo municipal de Barcelona: "Nuestras líneas rojas son conocidas", ha zanjado el vicesecretario de política autonómica del PP. Sin embargo, el dirigente popular ha defendido abiertamente la necesidad de un diálogo político con todas las formaciones, y la capacidad de su partido para hacerlo. Después de que ayer Carles Puigdemont afirmara que si Junts hubiera investido a Feijóo, "todo esto no pasaría", en referencia a la respuesta judicial y parlamentaria que ha recibido la polémica tramitación de una ley de amnistía a instancias del PSOE en el Congreso, Bendodo ha hecho suya la afirmación del expresident y la ha dado por buena: efectivamente, ha asegurado, porque el líder del PP no habría cedido como, a su juicio, hizo Pedro Sánchez para continuar en la Moncloa".

Y: "Con todo, el dirigente popular, que se caracterizó en su momento por defender la plurinacionalidad del Estado y que está considerado uno de los posibles emisarios de Génova hacia el entorno de Puigdemont, ha admitido que su partido "tiene la capacidad de hablar con todos", incluido Junts, algo que se debería "enmarcar dentro de la normalidad democrática". "No tenemos nada que ocultar", ha argumentado Bendodo".

Pues claro. Una cosa es predicar y otra dar trigo. He ahí al anticipado de Feijóo en Cataluña con el discurso de los días impares, el canto al diálogo y el buen rollo. 

Más noticias singulares. Otro verso suelto, Víctor Terradellas, el hombre de las relaciones internacionales de Convergència, muñidor de la agenda mundial del nacionalismo catalán, introductor de embajadores putinianos en el Palau de la Generalitat, ministro de Exteriores en la sombra de la república popular de la plaza de Sant Jaume. "El colaborador de Puigdemont de los 10.000 soldados rusos dice ahora que sus contactos fueron "anecdóticos"", apunta un titular de Crónica Global. La información es de Ricard López, quien escribe que "el ex secretario de relaciones internacionales de Convergència Víctor Terradellas, que según las escuchas telefónicas investigadas judicialmente en el llamado caso Voloh ejerció como enlace entre el expresidente de la Generalitat fugado Carles Puigdemont y emisarios rusos que ofrecieron apoyo económico y militar a Cataluña en caso de declararse la independencia, ha vuelto a admitir este viernes la existencia de dichos contactos, esta vez tratando de quitarles importancia. Terradellas, exmilitante de Junts y expresidente de la Fundació CatMón, ha intentado relativizar en una entrevista a Catalunya Ràdio dichas reuniones, cuya existencia reconoce, calificándolas ahora como "pura anécdota"".

Sigue López: "La reunión a la que alude Terradellas se produjo con Puigdemont y otros exmandatarios de la Generalitat en la Casa dels Canonges en octubre de 2017, tras la celebración del referéndum ilegal y pocos días antes de la declaración unilateral de independencia del Parlament. "Tuvimos contactos con todo el mundo, desde EEUU hasta Alemania, y anecdóticamente con los rusos. En este momento más convulso hubo esta reunión, que quedó en nada", ha manifestado".

Claro, una bobada. Agua de borrajas ahora que el juez Aguirre aprieta. Pero anda que no ha presumido por ahí el amigo Terradellas de sus contactos rusos y de sus viajes a la dulce Moscú. 

Ahora lo de Gabriel, una de las heroínas de la asonada, mujer fuerte de la CUP, irredenta luchadora, estajanovista del activismo indepe, acero puro del procés. "Archivada la causa del procés por la que Anna Gabriel huyó a Suiza al no acusar finalmente ni la Fiscalía ni Vox", informa El Mundo. En el sumario se abunda en que "estaba imputada por una desobediencia al Tribunal Constitucional que ya había concluido en absolución anteriormente". Escribe Manuel Marraco: "La Audiencia de Barcelona ha archivado la causa en la que se atribuía a la ex diputada de la CUP Anna Gabriel un delito de desobediencia por permitir la tramitación de las leyes de desconexión que antecedieron al referéndum del 1-O. Pese a que solo afrontaba penas de inhabilitación, no de prisión, Gabriel huyó de la Justicia española en 2018. Vivió exiliada en Suiza hasta que en 2022 regresó y aceptó pasar por el despacho del juez del Tribunal Supremo Pablo Llarena. Para entonces no había aforamiento que la ligara al Alto Tribunal y su caso se envió a Cataluña. La Fiscalía y Vox, que ejercía la acusación popular, pidieron llevarla a juicio. Finalmente, la Audiencia de Barcelona indica que debe archivar la causa porque así lo han solicitado tanto la propia Gabriel como la fiscalía. Vox no presentó escrito de acusación en el plazo marcado, lo que abocaba el asunto a su cierre definitivo. El pronóstico del caso era la absolución. Gabriel estaba en situación casi idéntica a otra ex diputada de la CUP, Mireia Boya, que resultó absuelta por el TSJ de Cataluña. La absolución no fue recurrida por la Fiscalía o por Vox". 

Otra silueta del pasado más delirante de Cataluña asoma el perfil en El País. Se trata de Marta Pascal, que declara respecto al famoso 3% que "la gestión de las finanzas (de CDC) no fue correcta". La pieza es de Marc Rovira: "Marta Pascal, última portavoz de Convergència antes de la desaparición formal del histórico partido nacionalista catalán, ha admitido este viernes que “la gestión interna y de finanzas en Convergència no se hizo de manera correcta”. Preguntada sobre las sombras de corrupción que pesan sobre el partido, asociadas a comisiones ilegales del 3%, Pascal se ha desmarcado de ninguna negligencia contable, pero ha señalado que “hay que preguntárselo a los que estaban en aquel momento”. En una entrevista en Aquí Catalunya de la Ser, Pascal ha alegado que los desbarajustes en los métodos de financiación “no es una cosa que le pasara solo a Convergència” y ha reclamado que se resuelva de forma legal la cuestión de las donaciones a los partidos. “Si las donaciones están bien explicadas, qué problema hay?”, ha concluido. El caso 3% supuso la quiebra total de la marca Convergència, tras propiciar una investigación judicial sobre el amaño de concursos públicos y una “estructura multicanal” de pequeñas donaciones y pagos a terceros para obtener fondos para el partido".

Líneas después Rovira apunta que "desde que se enfrentó directamente a Carles Puigdemont por la dirección política del espacio convergente, Pascal fue perdiendo visibilidad política y ahora vive dedicada a dar clases en la Universitat Pompeu Fabra (UPF). “Fue un error cerrar Convergència”, ha defendido. Cabeza visible del sector pragmático del catalanismo, Pascal trató de capitalizar el legado de Convergència en el PDeCAT, pero el partido quedó marginado cuando Puigdemont apostó por rentabilizar electoralmente el bullicio que generó el procés y creó Junts per Catalunya. “Todas las reconstrucciones posteriores de Convergència han chocado con un contexto muy polarizado”, opina Pascal. Señala que “el votante del centro derecha catalanista pragmático” se ha quedado “huérfano” y subraya que “tanto Esquerra como el PSC están constantemente a la búsqueda del votante convergente”".

Magnífica y suave Cataluña, donde los fracasados del procés se dedican a dar clases en la universidad.

Por otra parte, ha quedado en libertad el sujeto que se dedicó a agredir a mujeres en el andén de la estación de Metro de Camp de l'Arpa. Barcelona, qué maravilla de ciudad y cuántas aventuras, ¿verdad? Esa mujer leyendo la pantalla del móvil mientras espera el Metro y lo que llega es un tío que le arrea un bofetón. 

10 de febrero, santoral: Austreberta, Escolástica de Nursia, Guillermo eremita, Protadio y Troyano obispos.