Escollos, flecos, mediadores y la alcaldía de Collboni

Todo el mundo pendiente de las evoluciones independentistas en torno a la investidura y resulta que el PSOE y Sumar aún no se han puesto de acuerdo sobre los puntos programáticos de su propio acuerdo de coalición. Como con ERC, no parece que entre socialistas y sumarios vaya a haber grandes problemas para arbitrar un pacto. Sin embargo, no deja de asombrar esa propensión de la política a escenificarlo todo, de convertir lo obvio, la coalición entre el PSOE y Sumar, en pasto de titulares que en cierto modo llaman a engaño.

"PSOE y Sumar acercan posturas para pactar la reducción de la jornada laboral a 37,5 horas semanales y cerrar un acuerdo de Gobierno", avisa El País. La lectura lineal del titular podría sugerir que las posturas estaban distantes y que no se puede vender la piel del oso antes de cazarlo. ¿Acaso peligra el pacto? Nadie duda de que habrá acuerdo, pero hay que dar pienso a las gallinas pitas pitas, de modo que ahí va el subtítulo de la misma información: "Sánchez y Díaz se reúnen en La Moncloa para negociar los últimos flecos pendientes del pacto programático". Ojo, pues. El presidente y la vicepresidenta en persona. 

La crónica del diario de Prisa viene con las firmas de José Marcos, Paula Chouza y Carlos E. Cué y arranca así: "El PSOE y Sumar negociaban este lunes los últimos flecos de su acuerdo de gobierno para la próxima legislatura con un tema estrella encima de la mesa: la reducción de la jornada laboral. La falta de acuerdo sobre los detalles de la redacción de este punto, bandera de la plataforma de Yolanda Díaz, trastocó el propósito inicial de La Moncloa de anunciar el pacto este mismo lunes antes del siguiente paso: la presentación por parte de Pedro Sánchez y de Díaz del contenido del programa este martes, tras el Consejo de Ministros. Sánchez y Díaz se reunieron en La Moncloa, según fuentes de la negociación, en un encuentro en el que se avanzó mucho, aunque en la noche de este lunes se seguía negociando la letra pequeña. En cualquier caso, el acuerdo es inminente. Los plazos, si se quiere cerrar esta semana, que es la intención de ambos grupos, no dan mucho más margen: la vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo en funciones tiene por la tarde de este martes un acto de Sumar en Bruselas. El presidente del Gobierno en funciones viajará el miércoles a la capital comunitaria, que celebrará un Consejo Europeo marcado por el conflicto entre Israel y Hamás".

Sigue la nota: "La reducción de la jornada laboral es desde hace semanas el escollo principal entre el PSOE y Sumar, aunque el pacto se dé por seguro en las dos partes. Sumar lo considera una línea roja de sus demandas e insiste en que se incluya en el programa del futuro Gobierno de coalición progresista que se formará si después de este acuerdo Sánchez logra asegurar los votos de los nacionalistas e independentistas, en particular de Junts, el más complejo de todos. Aunque la legislatura sigue dependiendo de los independentistas catalanes para la investidura de Pedro Sánchez, el PSOE y Sumar necesitan finiquitar cuanto antes una negociación que se ha alargado tres meses. La previsión no ha cambiado y será “inminente” según fuentes de la negociación".

Y lo sustantivo no llega hasta el tercer párrafo: "El pacto programático entre el PSOE y Sumar recogerá, a falta de conocer los pormenores, la reducción de la jornada laboral hasta las 37,5 horas semanales en 2024, medida estrella de la formación de Díaz, y principal punto de fricción en las conversaciones de las últimas semanas. Pero no es lo mismo hacerlo por decreto, como quiere Sumar para aplicarlo ya este año, que condicionarlo al acuerdo entre los agentes sociales, que implicaría dar derecho de veto a la patronal en un asunto que no ven con buenos ojos. Este acuerdo de bajar a 37,5 horas, de concretarse, supondría reducir media hora al día la jornada laboral sobre el máximo actual de ocho horas al día".

El presidente del Gobierno en funciones negocia con su vicepresidenta segunda mientras Santos Cerdán y Félix Bolaños, entre otros, negocian con Junts y con ERC. La cosa va. No tan bien como querría el PSOE ni tan mal como le gustaría al PP. Y entre medias, "Sánchez abortó un intento de investidura el 17 de octubre por el rechazo de Puigdemont a apoyarla", advierte Vozpópuli. Escribe Jorge Sáinz: "El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, abortó un intento de investidura el pasado 17 de octubre por el rechazo de Carles Puigdemont a apoyarla, según ha sabido Vozpópuli. La fecha estaba elegida y marcada en roja en el calendario del PSOE desde que el rey propuso a Alberto Núñez Feijóo en agosto y se fijó su debate a finales de septiembre. En ese momento, según ha constatado este diario, la dirección del Grupo Socialista trasladó a sus diputados que reservasen hotel en Madrid para la semana del 17 de octubre. No especificaron el motivo, pero todos entendieron que era la para la investidura".

Sigue Sáinz: "Más indiscreto con la fecha fue el 'número dos' de Yolanda Díaz en las listas del 23-J, el diplomático Agustín Santos Maraver. El 10 de septiembre dejó escrito en el blog que colabora habitualmente, en el que firma bajo el seudónimo de Gustavo Buster, que la investidura de Sánchez sería el 17 de octubre. (...) El PSOE reculó con la investidura a principios de este mes, cuando vio que las discrepancias con Puigdemont sobre la amnistía y su alcance eran insalvables. En ese momento, tal y como desveló Vozpópuli, el Gobierno deslizo que el debate se iría a noviembre. Y que la presidenta del Congreso, Francina Armengol, no pondría fecha a la investidura para dar margen a la negociación. (...) Todo indica, sin embargo, que el desbloqueo de la investidura ha entrado en fase de resolución. Y hay una sensación generalizada en el Gobierno de que los flecos pendientes con el separatismo se han resuelto. “Hace una semana parecía que nos íbamos hasta el límite del 27 de noviembre”, dicen fuentes del Gobierno. “Pero algo cambió a finales de la semana pasada y parece que todo puede ir muy rápido”.

Flecos. De eso habla La Razón: "El relator, el último gran escollo con Puigdemont" es el titular de una pieza que firma Toni Bolaño: "El acuerdo está más que hilvanado a falta de flecos no menores. La cortina de humo: el concepto nación para Cataluña y Euskadi reivindicado por Junts y PNV; lo mollar: la concreción de la figura del relator, sus competencias y lo más sustancial, quién será. (...) Mientras se busca la fórmula más adecuada para acercar posturas en este punto (la "minoría nacional), el gran escollo es esa figura del relator. Puigdemont quiere insistir ante los suyos que, a diferencia de ERC, «él cobra por adelantado», como se encarga de remarcar una y otra vez la portavoz de Junts en el Congreso, Miriam Nogueras. Es decir, el líder de Junts quiere presentarse como única garantía para que el Estado cumpla sus compromisos, en contraposición a ERC, a la que Junts critica por venderse por un plato de lentejas a cambio de nada".

Todo parece cerrado, pero en el PSC de Barcelona están con la mosca tras la oreja. "El PSC descarta compartir la Alcaldía de Barcelona como pretende Junts a cambio de investir a Pedro Sánchez", advierte El Mundo. El texto es de Gerard Melgar: "La Alcaldía de Barcelona y la investidura de Pedro Sánchez «son carpetas distintas que no se pueden mezclar». Así lo subrayó ayer la portavoz del PSC, Elia Tortolero, al hilo de la información publicada por El Mundo sobre la pretensión de Junts de vincular, en sus negociaciones con el PSOE, un posible pacto de legislatura a compartir el Ejecutivo municipal de la capital catalana los próximos cuatro años y que Jaume Collboni cediese a Xavier Trias el cargo de primer edil durante la mitad del mandato. Diferentes fuentes municipales del PSC, consultadas por este diario, tachan de «disparatada» e «inverosímil» la posibilidad de un trueque entre la vara de mando barcelonesa y el sí de los siete diputados posconvergentes a la reelección de Sánchez como presidente del Gobierno. Señalan que son un partido orgánicamente independiente del PSOE, por lo que una decisión de esta trascendencia debería tomarla, en todo caso, el Consejo Nacional de los socialistas catalanes. Asimismo, recuerdan que la federación barcelonesa del partido es, junto a la de la comarca del Baix Llobregat, la que cuenta con mayor poder interno y que, si la dirección encabezada por Salvador Illa se acabara doblegando a los intereses particulares de Sánchez, se toparía con una férrea oposición por parte de esta agrupación, lo que abriría una crisis en el seno del socialismo catalán".

El aeropuerto de Barcelona será la nueva Sagrada Familia tras la Sagrera Familia.

24 de octubre, santoral: Antonio María Claret, Aretas y compañeros, Evergislo de Tongres, Fromundo de Coutances, José Blado, José Le Dang Thi, Maglorio de Dol, Martín de Vertou, Proclo de Constantinopla y Senoco de Tours.