El año se cierra con unas perspectivas económicas francamente mejorables. La actualidad se centra en el pelotazo inflacionario, ese 6,7% de tasa interanual en diciembre que es cosa no vista desde los tiempos de Coby, la mascota de Mariscal. El zarpazo se manifiesta crudamente en dos titulares. El País: "24 millones de españoles han perdido poder adquisitivo en el último año". La Vanguardia: "La cuesta de enero se prolongará en 2022 durante varios meses".
El precio de la energía eléctrica empuja la inflación a parámetros de hace tres décadas. Quienes se acogieron a la tarifa regulada para ahorrar ya saben lo que hay, una galopante subida que fija diariamente nuevos récords, hasta los cuatrocientos euros por megavatio y más allá. El impacto sobre la cesta de la compra es la siguiente derivada, con la subsiguiente pérdida de poder adquisitivo. Luego, la revisión de los contratos de alquiler. Un drama.
De la nota de Gorka Pérez en El País: "Las autoridades sostienen que la inflación actual es un fenómeno transitorio, pero empieza a dejar cicatrices en el bolsillo de las familias. Los precios cerraron diciembre desbocados, con un alza del 6,7%, la mayor de las tres últimas décadas, desde aquella burbuja de los Juegos Olímpicos de Barcelona y la Expo de Sevilla. La inflación media de 2021, el segundo año de la pandemia, se situó en el 3,1%, básicamente por la formidable escalada de la energía, según el Instituto Nacional de Estadística (INE). Resultado: casi 24 millones de españoles, según cálculos de El País, han perdido poder adquisitivo en el último año".
Sigue el texto: "Las pensiones de casi nueve millones de personas se han revalorizado el 0,9% (el 1,8% para las más bajas) y el Gobierno compensará esa subida con la inflación media hasta noviembre: el 2,5%, lo que deja medio punto de pérdida. El Ejecutivo ha fijado el alza salarial para 2,7 millones de funcionarios en el 0,9% —más de dos puntos de caída de poder adquisitivo—. Finalmente, los sindicatos estiman que más de 12 millones de trabajadores no están cubiertos por convenios que garanticen subidas de sueldo similares al IPC. La vida, y especialmente en tiempos de pandemia, se encarece y cada vez es más complicado pagarla. El Instituto Nacional de Estadística (INE) viene confirmándolo durante todo el año. Y diciembre no ha sido una excepción: los precios subieron un 6,7% en tasa anual, y la media con la que termina el año se sitúa en el 3,1%. Resultado: la caída inflacionaria pronosticada por los expertos sigue sin producirse y la situación financiera de las familias empeora".
En La Vanguardia pronostican seis meses de cuesta de enero, o sea medio año con el agua al cuello y trampeando para llegar a fin de mes. El texto viene con la firma de Pilar Blázquez y dice así: "Las cuestas de enero nunca son bienvenidas, pero la del 2022 amenaza con convertirse en la más abrupta en muchos años. Según los datos de la inflación adelantada del mes de diciembre publicados ayer por el Instituto Nacional de Estadística (INE), los precios han crecido en el último año un 6,5%. El propio organismo recuerda que hay que remontarse hasta 1992, el año de las Olimpiadas de Barcelona, para ver una escalada anual de precios de este calibre. Las razones que alimentan esta escalada, más allá de las propias del mes de diciembre, son de sobra conocidas, ya que llevan desde el verano calentado los precios. El incremento del coste de la energía y los cuellos de botella en la cadena de suministros internacional, que han presionado al alza el coste de los fletes y de los productos transportados".
Continúa la pieza: "“En principio no debería haber una alarma excesiva. Es una inflación de oferta cuyos motivos son externos. Fletes y energía van a seguir presionando al menos hasta mediados de año. Pero que no sea un problema interno no significa que la situación no sea un drama, sobre todo para las familias más humildes”, asegura José Emilio Boscá, catedrático de la Universidad de Valencia e investigador de Fedea. El motivo por el que los más afectados serán las familias más vulnerables es que los cimientos de esta inflación están en la subida de precios de la energía, bien básico por excelencia, y los alimentos, que son los primeros que han recogido el impacto de esa subida de precios energéticos. Así, la inflación subyacente, la que se calcula sin esos dos elementos (energía y alimentos no procesados), todavía se mantiene en el 2,1%. “Es un dato tranquilizador. Es en el que se fija el Banco Central Europeo para marcar su política de tipos de interés y este no acelera la subida, que es lo peor que le podría ocurrir a la economía española, ya que dispararía los intereses de la elevada deuda pública”, explica Boscá".
En Invertia, portal económico de El Español, auguran que "El aumento de la inflación aboca a una subida de precios de alquileres, pensiones, alimentos... y algún salario". Escribe Arturo Criado: "Suma y sigue. La inflación parece no tener techo y diciembre cerrará, si se confirma el dato anual adelantado por el Instituto Nacional de Estadística (INE), en el 6,7%. Una cifra que no se había visto en los últimos treinta años y que va a tener consecuencias inmediatas en el día a día de los ciudadanos. No sólo en precios como los de la electricidad y la alimentación, también sobre las pensiones o los alquileres.
Precisamente estos últimos serán los primeros en ver las consecuencias de la subida de precios. Ya son muchos los contratos de arrendamiento que se han actualizado durante el 2021, pero por lo general la actualización de renta se produce a final de año. Las estimaciones de Idealista reflejan que el encarecimiento será de unos 46 euros mensuales. De este modo, si se coge el precio mediano en España de un alquiler para dos habitaciones, pasa a ser de 726 euros al mes. Es decir, una subida de algo más de 550 euros anuales. Sin embargo, todo dependerá de las cláusulas de los contratos y del precio del alquiler que se abone".
A la escalada inflacionaria hay que sumar la de ómicron. "España cierra 2021 a la cabeza de contagios Covid en Europa" avisa El Mundo. "A finales de noviembre España tenía una de las tres menores incidencias del viejo continente, pero en tan solo un mes esta cifra se ha multiplicado por diez", abunda el sumario del referido diario. La nota viene con la firma de Elena Quesada Torres: "¿Cómo se explica que hace un mes España fuese el tercer país de Europa que menos Incidencia Acumulada (IA) tenía y que ahora sea el segundo que presenta mayores cifras, solo detrás de Reino Unido? Está más que claro que la variante Ómicron ha cambiado las reglas del juego por completo, pero esta no es la única razón.
En 30 días la IA ha pasado a multiplicarse por diez. De ser de apenas 200 puntos a estar cerca de los 2.000 casos por cada 100.000 habitantes. Un abismo que va del riesgo medio al riesgo muy alto y que resulta imposible justificar con tan solo una variable. En este año 2021 que hoy termina, y en el que han tenido cabida nada menos que la mitad de la tercera ola, la cuarta, la quinta y el comienzo de la sexta oleada, se han dado tres hitos que han cambiado la trayectoria así como la evolución de esta pandemia: la vacunación masiva de la población, la aparición de la nueva variante Ómicron y el relajamiento de las medidas restrictivas".
Sigue la pieza: ""Lo fundamental de este año ha sido la aparición de las vacunas. España ha sido un país, en este sentido, envidiable, por la cultura que ha habido por parte de la ciudadanía en vacunarse", no duda en afirmar Alfredo Corell, catedrático de Inmunología. Respecto a la irrupción de la nueva variante de la que hace apenas un mes nunca habíamos oído hablar y que ahora vive o convive con nosotros, el divulgador científico Corell señala: "Fíjate que hemos evolucionado en el último mes desde una situación en la que España tenía casi el control efectivo de la transmisión, ya que teníamos una IA a 14 días por debajo de 50. Y bueno, pues nos ha llegado Ómicron y nos ha descontrolado completamente, ha roto un poco las reglas, porque es una variante que se transmite más y que se reproduce en nuestro cuerpo de un modo mucho más rápido". Variante que se presenta, al menos en principio, menos grave y virulenta, "pero esto hay que matizarlo, porque es menos severa sobre todo en personas vacunadas, en personas no vacunadas puede llevarlas al hospital y a la UCI igualmente", apunta el docente".
Como consecuencia directa de estos datos, "España cierra 2021 con las UCI de 13 CCAA en riesgo alto por ocupación", según cuenta Vozpópuli. "Solo se mantienen fuera de este nivel de alerta Andalucía, Extremadura, Galicia y Castilla-La Mancha" y "La hospitalización general empieza a saturarse en Madrid, Cataluña, Aragón y País Vasco" son los datos del cuerpo de sumarios. Escribe Borja Negrete: "La llegada de ómicron ha hecho que se extienda el optimismo en ciertos sectores de la Microbiología y la Epidemiología que vaticinan que es el principio del fin de la pandemia dada su gran contagiosidad y baja letalidad. Es posible.
Sin embargo, no se puede eludir una realidad, y es que la sexta ola va a ser un plato de dura digestión para nuestro sistema sanitario. Porque aparte de la incidencia, el impacto asistencial también está siendo notable, hasta el punto de que España cierra 2021 con las UCI de 13 comunidades autónomas en riesgo alto por ocupación. (...) Atendiendo a los datos del último informe del Ministerio de Sanidad, encontramos en situación de riesgo alto por ocupación covid en las UCI a: Aragón, Asturias, Baleares, Canarias, Cantabria, Castilla y León, Madrid, Murcia, Navarra y La Rioja. En riesgo muy alto, con más de un 25% de las UCI copadas por personas con coronavirus, están: Cataluña, Comunidad Valenciana y País Vasco. Cataluña es la región que peor está de toda España, con más de un 37% de camas UCI ocupadas solo por covid".
En La Razón aprovechan esta suerte de tormenta perfecta para presentar una encuesta que sostiene que "El 56,8% de los españoles suspende la gestión de Sánchez". "Un 59,7% de los encuestados valora positivamente la vacunación, pero el 51,3% critica el control de la pandemia", apunta el primer subtítulo. "PP y Ciudadanos no se salvan, porque se cuestiona su labor como partidos de oposición" señala el segundo. El análisis de los porcentajes corre a cargo Ainhoa Martínez: "El final de año viene acompañado de los tradicionales balances por parte del Gobierno y los partidos de la oposición, que, en el caso de Pedro Sánchez no coincide con el que hacen los españoles de su gestión.
Si el presidente dibujó el miércoles desde la Moncloa un escenario positivo de recuperación económica y sanitaria tras el azote del coronavirus, los ciudadanos enmiendan su optimismo: ven con incertidumbre su futuro y valoran de manera crítica cómo se ha gestionado el pasado. Según la última encuesta de NC Report para La Razón, la mayoría de los entrevistados considera que el Gobierno de coalición no ha «estado a la altura» de la situación con la que ha tenido que lidiar en 2021. Así lo cree el 56,8% de los encuestados, mientras que el 34,7 por ciento sí valora los esfuerzos que ha hecho Pedro Sánchez en esta coyuntura. Un 8,5% prefiere no expresar su opinión al respecto".
Pero no todo es pesimismo. El independentismo instalado en Bélgica está convencido de que este es el último año de extrañamiento. Así lo cuenta Quico Sallés en El Món: "L’any 2022 podria ser l’any en què podria acabar amb l’exili dels líders independentistes que actualment viuen a Bèlgica i Suïssa. De fet, en pocs mesos el president Carles Puigdemont, els consellers Clara Ponsatí i Toni Comín o la republicana Marta Rovira o la cupaire Anna Gabriel podrien tornar a casa si el Tribunal de Justícia de la Unió Europea (TJUE) resol al seu favor la qüestió prejudicial presentada pel magistrat instructor de la causa del Procés Pablo Llarena, en el procediment de persecució de Lluís Puig. De fet, aquest és l’escenari amb què treballa l’equip jurídic de l’exili i responsable de la internacionalització del conflicte i que dirigeix Gonzalo Boye".
Y todo esto es lo que ha dado de sí el penúltimo día de 2021
31 de diciembre, santoral: Silvestre papa, Melania la joven, Barbaciano, Columba virgen y mártir, Mario obispo y Zótico.