Las malas noticias, cuanto antes y de golpe. Tras el dato de la caída del PIB en el primer trimestre, de un 5,2%, el Gobierno presenta las previsiones de la crisis, el desplome en 2020 y una ligera recuperación para el 2021 siempre que el Covid-19 no remonte y destroce los cálculos oficiales. Las cuentas de la recesión están claras, según el apunte de Raúl Pozo en Crónica Global: "La economía española padecerá una caída del 9,2% en 2020, de acuerdo con el cuadro macroeconómico que ha remitido el Gobierno a la Comisión Europea en las últimas horas. El Ejecutivo prevé una recuperación moderada a partir de la segunda mitad del año, que cristalizará en 2021, con una recuperación del 6,8%".
Sigue el texto: "Además, el déficit público escalará hasta los 115.000 millones de euros, con lo que se situará en el 10,34% del PIB, el mayor desde 2012. Por su parte, la deuda pública se disparará hasta el 115,5% en 2020. El Gobierno estima una caída de los ingresos públicos de algo más de 25.000 millones de euros, de acuerdo con las cifras presentadas este viernes en Moncloa por la vicepresidenta tercera del Gobierno y ministra de Economía, Nadia Calviño, y la ministra portavoz y de Hacienda, María Jesús Montero".
Estos datos son el menú informativo de los principales medios, abonados a la catástrofe económica. Hasta La Vanguardia y El Periódico, que ayer no destacaban los datos de la crisis, aprovechan hoy el mensaje del Gobierno para participar a sus lectores de la que se avecina."La economía española tardará dos años en recuperarse del virus" apunta el diario del grupo Godó. "El coronavirus causará 1,5 millones de parados" advierte el otro gran rotativo de la capital catalana.
Entre los diarios de papel de Madrid hay coincidencia en apuntar que no se recuperará la normalidad económica hasta dentro de dos años. "El Gobierno calcula que España tardará al menos dos años en superar la crisis" apunta El País, cuya crónica de portada firma Antonio Maqueda: "El Gobierno ya ha puesto cifras al derrumbe económico que supondrá la crisis del coronavirus. El Plan de Estabilidad, remitido ayer a Bruselas, prevé que el PIB español caerá este año un 9,2%, el mayor desplome en un siglo. La ministra de Economía, Nadia Calviño, aventura que la salida de la crisis tendrá forma de “V asimétrica”. Es decir: la recuperación no será igual al hundimiento. El Gobierno ha calculado que el rebote se parará en el 6,8% el año que viene. Hasta 2022 la economía no se repondrá completamente. Este año se perderán dos millones de empleos. El año que viene se recuperará la mitad. El Gobierno pone cifras a una crisis que llega sin haber cicatrizado la anterior.
La Gran Reclusión dejará tras de sí un derrumbe de la economía del 9,2% en 2020 (...) A este batacazo le seguirá una recuperación del 6,8% en 2021, más optimista que la del Fondo. Se tardarán al menos dos años en recuperarse y, por el camino, al final de año se habrán perdido unos dos millones de puestos de trabajo a tiempo completo. Al siguiente, solo se recobrará la mitad. (...) Calviño reconoció que no se restablecerán los niveles perdidos hasta 2022, y que este escenario está sometido a una gran incertidumbre con el riesgo de rebrotes del virus en el otoño".
La receta es cruzar los dedos, apretarse el cinturón, aguantar y confiar en que la película del coronavirus no tenga secuelas. Eso, claro, para lo que viene siendo el común de los ciudadanos y las administraciones porque la Generalitat, por ejemplo, tiene otras reglas y la recesión no va con ella. "Los 360 chiringuitos de la Generalitat siguen intocables por duras que sean las crisis" es el titular de apertura matinal de Crónica Global sobre una información de María Jesús Cañizares que arranca así: "Cataluña es la comunidad autónoma española con más “chiringuitos” dependientes de la Administración. Un laberinto de empresas, consorcios y fundaciones cuyo inventario arroja cifras dispares, pero lo que permanece prácticamente inmutable es su presupuesto y su plantilla. Una estructura faraónica blindada ante los recortes derivados de la crisis económica del 2008 y que sigue intacta en los nuevos presupuestos de la Generalitat de 2020".
Continúa el texto un párrafo después: "La racionalización de esos entes satélites --sus competencias podrían ser gestionadas por los propios departamentos de la Generalitat--, un excelente sistema de colocación de altos cargos y personal de confianza del gobierno de turno, es precisamente una de las vías apuntadas por el PSC y Ciudadanos para reasignar partidas. Entre los ejemplos citados figuran los 240 millones que se llevan las empresas que gestionan TV3 o los 530 millones del Centro de Telecomunicaciones y Tecnologías de la Información (CTTI), el cerebro digital de la Generalitat".
El impacto del coronavirus en la economía tiene un correlato en el gasto público que subraya Olga Rodríguez en El Independiente: "Desde la flexibilización de los expedientes de regulación temporal de empleo (ERTE) y las prestaciones que reciben los afectados por ellos hasta la prestación por cese de actividad o la incapacidad temporal en caso de sufrir el coronavirus, las prestaciones aprobadas desde que empezó la crisis del coronavirus tienen ya más de 7 millones de beneficiarios. En total, todas estas medidas protegen al 31% de la población activa. Así lo indica el Gobierno en el Plan de Estabilidad remitido a Bruselas en la noche del pasado jueves. El Ejecutivo fija en 4 millones los afectados por un ERTE y en 1,4 millones los autónomos que reciben una prestación por cese de actividad o caída de la misma superior al 75%".
Sigue la información líneas después: "En total son 7.162.000 personas las que en estos momentos reciben una prestación social. En esa cifra no están incluidos los 3.548.312 parados registrados hasta marzo, sino únicamente aquellos que no tendrían una prestación de no ser por las medidas aprobadas por el Gobierno. Todo este escudo social supone un gasto público de 23.128 millones de euros en medidas de carácter laboral, según se desprende del Programa de Estabilidad. La mayor partida es la de los ERTE, que asciende a los 17.840 millones de euros, 17.894 millones si se incluye también a los fijos discontinuos en esta situación".
En los últimos días han crecido los rumores sobre la debilidad del Ejecutivo y la posibilidad de que el PNV se baje del barco. Mucho ruido y pocas nueces, según explica Fernando Garea en El Confidencial: "No parece que peligre el Gobierno de coalición de Pedro Sánchez, entre otras cosas, porque nacionalistas vascos e independentistas catalanes son conscientes de que no hay alternativa. Saben que fuera de PSOE y Unidas Podemos lo que existe es aún peor para ellos, según explican destacados ministros. Y en eso basan su confianza en la continuidad del Ejecutivo. Es decir, no ven peligrar el Gobierno, pero sí algunas decisiones del Gobierno y, sobre todo, se resienten de las heridas provocadas por serios toques de atención por la manera unilateral de proceder. Saben que PNV y ERC no los matarán, pero tiene capacidad para hacerles la vida mucho más difícil".
Sigue el texto: "Pueden dificultar la convalidación de algún decreto y forzar su tramitación como proyecto de ley, como ya hicieron en uno de los últimos plenos. De hecho, tras quejarse el PNV y ERC de esa unilateralidad y de la falta de comunicación por parte del Gobierno de las decisiones que luego deben apoyar en el Congreso, desde el jueves se ha producido ya un acercamiento de la Moncloa, para intentar apagar el incendio".
El ABC abre edición con una encuesta sobre unas hipotéticas elecciones en la comunidad de Madrid en las que el PP arrasaría y Ciudadanos perdería diputados a chorro. Ahí van los datos: PP, 57 escaños, 41,1% (30); PSOE, 38, 27,9% (37); Vox, 10, 7,7% (12); Cs, 10, 7,6% (26); Más Madrid, 9, 6,6%. (20); Podemos, 8, 6,4% (7).
Follón en la región central, Madrid, por el acto de cierre del hospital de Ifema. No hubo eso que llaman distancia social. De Público: "La Delegación del Gobierno en Madrid ha abierto una investigación por la posible vulneración del real decreto sobre el estado de alarma por no respetar las normas de distanciamiento social en el acto de cierre en el hospital de Ifema este viernes, según han confirmado a Público fuentes de la Delegación del Gobierno.
Sigue: "El espacio ha sido clausurado ante el descenso de nuevos casos y nuevos fallecidos y allí han acudido dirigentes madrileños de todas las formaciones, periodistas y sanitarios. Entre ellos, el alcalde de la capital, José Luis Martínez-Almeida, la presidenta madrileña Isabel Díaz Ayuso y el consejero de Sanidad en la región, también del PP. Además, también han acudido los representantes de Ciudadanos Ignacio Aguado y Begoña Villacís y otros políticos de la oposición".
Internacional. El dictador de Corea del Norte, Kim Jong-un, ha reaparecido. O al menos alguien muy parecido a él. Y Trump está incendiado contra China. De la crónica de Carlos Hernández-Echevarría en El Diario: "Trump está en serios problemas. A pesar de las mentiras, del discurso patriotero y de sus promesas de curas milagrosas, los hechos son tozudos: cuando había 15 casos de coronavirus, el presidente dijo que "bajarían a cero" y ahora hay un millón. También dijo que tenía la epidemia "totalmente bajo control" y ya han muerto más de 60.000 estadounidenses y otros 30 millones se han apuntado al paro. Quedan seis meses para las elecciones y por mucho que repita que "ha hecho un gran trabajo", el coronavirus amenaza con llevárselo por delante sin siquiera infectarlo. Pero tiene un plan para evitarlo. Un plan chino".
Continúa el texto: "Un enemigo exterior es una maravilla para cualquier gobernante en apuros, ya que ayuda a distraer la atención de los errores cometidos, pero es que China es ahora mismo el villano perfecto: el punto de origen de la epidemia y el probable ganador de una recesión global, además de una dictadura en la que resulta difícil confiar. Los estrategas republicanos saben que en la política estadounidense nadie ha perdido jamás por pasarse de duro con China y este es un momento particularmente propicio".
2 de mayo, santoral: Atanasio, Félix diácono, Flaminia, Longinos y Viborada.