División en el Gobierno por el retorno parcial al trabajo a partir de mañana en media España; el martes en el resto. La parte de Unidas Podemos, bautizados como "pandemitas" en las redes, recela del desescalamiento laboral decretado por el presidente Pedro Sánchez. Así pues, los pablistas de Iglesias protagonizan otro ejercicio de lealtad inversa en el seno del Ejecutivo. La estrategia es disfrutar de los dos mundos, Moncloa y oposición a la vez.
En el diario oficial de la izquierda neocomunista, Público, abren con la nueva "jugada maestra" del vicepresidente morado: "Los ministros de Unidas Podemos tienen dudas importantes sobre la conveniencia o no de permitir el regreso al trabajo de los sectores considerados como no esenciales y que una mala decisión ahora provoque un rebrote del virus en pocas semanas. Sobre todo, cuando no hay un consenso claro de científicos y expertos sobre la idoneidad de permitir que las empresas no esenciales retomen su actividad. En este sentido, fuentes de la formación morada han señalado a Público que los miembros del Gobierno pertenecientes a UP están intentando que el Ejecutivo limite al máximo posible el retorno al trabajo. No obstante, estas mismas fuentes consideran que no conseguirán revertir la decisión tomada al 100% aunque sí esperan que las presiones puedan dar sus frutos".
Como la discreción no está entre las virtudes políticas de los pablistas, la presiones se ejercen por tierra, mar y Twitter. Según explica Joan Guirado en Ok Diario, "de forma subliminal, utilizando un artículo que relata el error de las autoridades de Bérgamo (Italia) de ceder a las presiones de los empresarios, el vicepresidente segundo del Gobierno, Pablo Iglesias, critica la decisión de Pedro Sánchez y Salvador Illa de recuperar la normalidad en algunas actividades no esenciales a partir del lunes. Es más, indirectamente, el vicepresidente acusa a sus compañeros de Gobierno de ceder ante las presiones de la patronal".
Sigue la nota: "Iglesias, este sábado por la noche, ha resumido el citado artículo en un tuit con dos frases: 'El presidente de la patronal dijo: Ya perdemos 100.000 millones al mes'. Seguidamente responde a esa primera afirmación con las palabras de una sindicalista italiana que afirmaba que 'hace 40 años que soy sindicalista y no he pedido nunca el cierre de ninguna fábrica pero ahora está en riesgo la vida de las personas'".
Otro que está de dulce, pero al revés, en el Twitter es el ministro de Consumo, Alberto Garzón, quien se solaza en cogitaciones sobre qué películas del género Semana Santa le gustan más. El hombre dice que le han hecho una encuesta sobre "La vida de Brian" y "Jesucristo Superstar". Es graciosísimo, Garzón. La parte no "pandemita" de las redes se le ha echado encima por listo y por deshuevarse de los católicos. Y aprovechando la contingencia de que el flamante ministro acostumbra a felicitar a los musulmanes por el Ramadán, pues le ha caído la del pulpo.
Y al hilo del Ramadán, que comienza el 24 de abril, una información en El Español titulada: "Prohibidos los oficios de Semana Santa pero se autorizan desplazamientos para preparar el Ramadán". Firma Carlos Frías: "Los ciudadanos que profesen la religión musulmana tendrán permiso para desplazarse fuera de sus localidades si en estas no hay tiendas que provean de los alimentos necesarios para pasar el Ramadán, que comienza el próximo 24 de abril. Así se desprende de una orden de la comandancia de la Guardia Civil de Cáceres. En la provincia, la comunidad musulmana de Batán y Talayuela pidió permiso para poder realizar las compras necesarias en los próximos días ante las restricciones de circulación y tránsito impuestas por el Gobierno tras decretar el estado de alarma por la crisis del coronavirus".
Continúa el texto: "Tras consultarlo con la Subdelegación del Gobierno de Cáceres, el teniente coronel al frente de la comandancia de la Benemérita se lo comunicó al resto de agentes, según una información a la que ha tenido acceso El Español. "Se comunica que los desplazamientos que deban realizar fuera de sus localidades las personas de religión musulmana con motivo del próximo Ramadán están autorizados, dado que son escasos los establecimientos autorizados por la Comisión Islámica de España", explica la orden".
Día de entrevistas en los medios. El ABC interroga a Pablo Casado, que asegura que "Sánchez intenta tapar la incompetencia de su gestión con un pacto". Abunda el jefe de la oposición, al que los medios conservadores tachan de "blandito", en que "los pactos de la Moncloa de Sánchez los firmó en enero con Iglesias y Junqueras. Ahí eligió a sus socios. Quizás lo que Sánchez está intentado ahora es tapar la incompetencia en la gestión, hablando de lo que pasó hace 43 años".
En La Vanguardia es Luis de Guindos, vicepresidente del Banco Central Europeo, quien solaza a los lectores con un análisis catastrófico que se resume en que "la situación de la economía es la más grave desde la Guerra Civil".
Y en El País, la ministra de Industria, Comercio y Turismo, Reyes Maroto, quien pronostica que habrá que guardar distancia social hasta en la playa. Las previsiones para el turismo son desoladoras, pero la ministra teoriza sobre la vuelta a la normalidad en una de sus respuestas: "Nos basaremos en dos conceptos muy importantes. Uno, el del destino seguro desde el punto de vista sanitario. España se tiene que reposicionar, la seguridad va a ser el objeto de las campañas que vamos a hacer. Y otro, el de persona segura. Porque la seguridad va a ser clave. El estudio epidemiológico del Instituto Carlos III y el INE a más de 60.000 personas nos va a dar mucha información sobre el grado de inmunización de la población. Por otro lado, vamos a poner mucho empeño en sensibilizar a la población española para que este año consuma España, mientras se recuperan los mercados internacionales. En la medida que lo consigamos, va a ser más fácil y más rápida la recuperación del sector. También miramos a Francia y Portugal, porque creemos que el turista al principio va a usar su coche, le da más seguridad".
En ABC también miran a Portugal, desde donde el corresponsal Francisco Chacón explica las claves de país vecino en su éxito en la lucha contra el coronavirus: "A fecha de este viernes día 10, la frialdad de las cifras lo dice todo: 15.843 muertos en España… por 435 en Portugal y 157.022 casos en España… por 15.472 en Portugal. (...) No es solo que, geográficamente, el territorio luso se sitúa en el flanco más occidental de Europa y que los índices de contaminación de Lisboa y Oporto son claramente inferiores a los de Madrid y Barcelona, una circunstancia que disminuye el riesgo de infecciones respiratorias a nivel genérico".
Sigue la crónica: "Se trata, sobre todo, de dos factores clave: que las medidas drásticas de contención se aplicaron con anterioridad, incluso con una baja incidencia de la pandemia, y que el Gobierno (igualmente socialista, pero en solitario) no ha cometido las negligencias que caracterizan día tras día la gestión de Pedro Sánchez, sin olvidar que la cohabitación entre el primer ministro, Antonio Costa, y el presidente conservador Marcelo Rebelo de Sousa funciona con envidiable sintonía. (...) Consciente de la fragilidad de su Sistema Nacional de Salud, el gabinete de Costa se dio cuenta de que debía ponerse manos a la obra cuanto antes, como demuestra el hecho de que declararon el estado de emergencia un día antes que Pedro Sánchez (y en una fase mucho más embrionaria del impacto de la enfermedad), cuando no habían transcurrido más que 11 días del positivo inicial".
Por su parte Quim Torra sigue a lo suyo, que es tratar de responsabilizar al Gobierno de la incompetencia del Govern.
Anécdota. En Blanes ha aparecido un gran cartel con la leyenda "Pixapins go home". Jaja. En verano, si se confirman las peores previsiones, se echará de menos a los "pixapins" en la denominada Costa Brava.
12 de abril, Pascua de Resurrección. Santoral: Alferio, Constantino, Damián de Pavía y Julio I papa.