La catástrofe es de proporciones bélicas y los mayores, la carne de cañón. El parte de bajas será enorme. Los ancianos mueren en soledad. Familias privadas del duelo y los rituales de la muerte. Del coronavirus apenas se sabe nada. Es aquella cosa que empezó en China, en un mercado de Wuhan, tan lejos y por supuestas causas tan extrañas, la ingesta de carne de animales salvajes, sopa de murciélagos y tartar de pangolín. Pues no. El Covid-19 asuela Italia y España, donde los animales exóticos no forman parte de la dieta.
Inútil hacer predicciones sobre la curva de la pandemia ni sobre la duración del encierro. De momento no hay noticias que alienten el optimismo. En los hospitales se lucha a brazo partido. Retórica militar, trincheras y batalla sin cuartel contra el enemigo invisible. "Los médicos se baten en las UCI: 'Es la guerra de nuestra generación'" titula El País en portada. Resulta imposible eludir las comparaciones armadas cuando los muertos se cuenta por miles y los contagiados por decenas de miles.
Historias del frente en el diario de Prisa. Escriben Pablo Linde, Ana Alfageme y Javier Martín-Arroyo: "“El trabajo es inmenso, agotador, estresante, estás con la bata, la mascarilla y el gorro, te falta el oxígeno y las gafas se te empañan. No había vivido nunca algo así. Es titánico. Me gustaría que fuera una película y ver el final”. María Antonia Estecha, 57 años, jefa de servicio de la UCI del Hospital Virgen de la Victoria de Málaga, lleva dos semanas desbordada, trabajando a destajo, tratando a pacientes críticos mientras evita ser contagiada, y consciente de que lo peor está por venir".
Sigue la crónica: "Una UCI, con sus camas hipertecnificadas y enfermos en situación límite, siempre es un escenario dramático. Ahora más: “Todos tienen la misma patología: una neumonía grave que obliga a una intubación de emergencia y conexión a aerorespirador”, cuenta Gabriel Hera, intensivista de un hospital de Madrid. (...) Además, se ha comprobado que los enfermos responden muy bien a la oxigenación boca abajo. Para poner así a un paciente intubado, sedado, son necesarias cuatro o cinco personas. Están indicadas 16 horas. (...) Esa maniobra, distintiva en esta crisis, es doblemente delicada. Puede durar media hora, dice la doctora Estecha, con enfermeros, celadores y auxiliares alrededor. “El médico está a la cabeza del enfermo, porque si se te va el tubo, muere”. Además, en este manejo se corre el riesgo de generar aerosoles muy contagiantes".
Comparecencia del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. En El Español se refieren al mensaje como un "largo monólogo". Es el club de la tragedia. El presidente insiste en que lo peor está por llegar y da datos sobre la caída del consumo de los combustibles fósiles y el aumento del consumo de internet. No hay nuevas medidas. De la nota de Juan Carlos Merino en La Vanguardia: "“Hemos adoptado las medidas más drásticas y más estrictas de Europa y del mundo”, ha asegurado Pedro Sánchez, para parar el golpe de la crisis sanitaria, económica, laboral y social del coronavirus en España. (...) Al cumplirse una semana desde la declaración del estado de alarma, Sánchez se ha querido defender de las críticas de algunos presidentes autonómicos, como el catalán Quim Torra, que demandan medidas más contundentes. El presidente ha asegurado que su estrategia contra el virus está avalada por la Organización Mundial de la Salud (OMS) y por toda la comunidad científica. El presidente del Gobierno ha instado a evitar “los reproches”, ante la gravedad del momento. Las críticas al Ejecutivo, ha demandado, deben posponerse a que se gane la batalla al virus".
Ni en la Comunidad de Madrid ni en la Generalitat están por la labor. De El Independiente: "La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, ha criticado que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, en su «mitin televisivo» señale a la autonomía 'como la apestada' por el coronavirus. Así lo ha indicado, en su cuenta de Twitter, donde ha sostenido, además, que Sánchez en su intervención 'no ha dicho ni propuesto absolutamente nada que no se esté haciendo en Madrid'".
Poco antes del discurso de Sánchez se registró una cacerolada contra la gestión del Gobierno. En paralelo, Italia endurece el confinamiento y prohíbe las actividades no esenciales. Puede que el Ejecutivo no tenga más remedio que reforzar la reclusión de la ciudadanía en la estela de Italia y si no se contiene el número de contagios.
El destrozo económico es de tal dimensión que los anuncios del Gobierno se quedan cortos y deberán ser reformuladas y ampliadas las medidas para paliar la recesión. Europa está rota. La Unión Europea es un despojo burocrático. Cada Estado hace de su capa un sayo y Alemania, como siempre, la primera. El Confidencial reseña el ambicioso plan económico germano: "Alemania va a movilizar un volumen de fondos sin precedentes para luchar contra el parón económico derivado de la pandemia del coronavirus Covid-19. Según adelanta el diario Financial Times, el gobierno de Angela Merkel va a presentar el próximo lunes un macroplan de rescate de su sistema económico de alrededor de 600.000 millones de euros. Para respaldarlo, el ejecutivo va a emitir deuda por un volumen de 356.000 millones, lo que equivale al 10% de su PIB. Es decir, el plan de rescate total equivale a alrededor del 18% del PIB".
Sigue la pieza: "Esta nueva deuda, según las fuentes consultadas por el diario británico, se distribuirá para varios fines. 156.000 millones se añadirán al presupuesto de 2020. Otros 100.000 millones irán a un fondo denominado de estabilización (WSF, en sus siglas en alemán) y los cien mil millones restantes se entregarán al banco público estatal KfW para proporcionar liquidez ilimitada a las empresas afectadas. Ese fondo de estabilización (WSF) tendrá además a su disposición otros 400.000 millones en garantías estatales para suscribir deuda de empresas. Su funcionamiento se inspira en el del vehículo público que Alemania utilizó para rescatar a su sistema bancario en la crisis de 2008. Su labor, según el FT, no será solo el de asumir pasivo privado, sino también tomar participación directa en empresas, lo que las convertirá en estatales o semiestatales".
El independentismo no se relaja ni en tiempos de confinamiento como lo prueba el mensaje de Paluzie que destaca el e-notícies: "La presidenta de l’ANC, Elisanda Paluzie, ha demanat diners per a la caixa de solidaritat que pugui fer front a les possibles multes dels dirigents d’ERC, Josep Maria Jové i Lluís Salvadó, fet que ha provocat els retrets de molts independentistes, alguns dels quals l’envien “a la merda”. (...) “Sou uns degenerats sense escrúpols ni decència. Ens ocupen militarment, ens infecten expressament, tenim el sistema sanitari petat, tenen dret de requisa, es mor gent gran i vulnerable, aprofiten per instaurar una dictacràcia i tu penses en la teva puta merda de trola processista”, replica un. “Mascaretes i guants, Elisenda. Mascaretes i guants!”, diu un altre. “Quina vergonya... que estem tancats a casa sense feina i morint-se gent!”; “Ara això no toca”; “Quina vergonya, Elisenda, quina vergonya...aneu a la merda, ara i quan acabi tot això”, afegeixen".
22 de marzo, santoral: Basilio de Ancira, Bienvenido Scotivoli, Calinico, Epafrodito, Lea de Roma y Nicolás Owen.