El último Borbón, Greta y la virgencita del cambio climático
Sánchez e Iglesias ya discuten por los pactos postelectorales. Puigdemont augura que Felipe VI será el último rey. Infierno de infiltrados. El Gobierno se vuelca para que Thunberg visite Madrid
2 noviembre, 2019 09:36Primer día de campaña electoral. El aspirante socialista Pedro Sánchez y el candidato podemita Pablo Iglesias perpetúan la discusión sobre las causas del desencuentro entre las izquierdas. Según Iglesias, Sánchez pactará con el otro Pablo, Casado, presidenciable del PP. Según Sánchez, eso no ocurrirá jamás. Ese tercero en discordia, por su parte, intenta atraerse el voto de Ciudadanos, al que las encuestas auguran un duro castigo a manos de Vox. Además, Casado se muestra en cada una de sus declaraciones dispuesto a facilitar la gobernabilidad, lo que pasaría según están las encuestas por apoyar a Sánchez para que este no dependa de la fuerza de Rufián. Un carajal.
En El Periódico afirman en portada que "Sánchez veta una coalición con el PP", lo que podría obligar al PSOE a especializarse en la trigonometría de los conjuntos abstractos para solventar la próxima legislatura con una mínima estabilidad. Claro que coalición no es lo mismo que pacto o apoyo puntual y concreto. Escriben al respecto Iolanda Mármol y Miguel Ángel Rodríguez: "La campaña de las generales arranca con una pugna entre PSOE y Unidas Podemos por los electores progresistas indecisos, aquellos que se debaten entre ambas formaciones y que, incluso, podrían engordar la abstención el 10 de noviembre, hastiados por el bloqueo político. Pedro Sánchez buscó este viernes salir del atolladero en el que Pablo Iglesias trataba de encajonarle, acusándolo de querer pactar una gran coalición con Pablo Casado, un señalamiento que comenzaba a dejar a los socialistas sin oxígeno para llamar a los votantes de izquierdas. Decidido a tomar las riendas de una contienda que se le complica, según la mayoría de sondeos, desmintió que esa alianza esté en sus planes. "Señor Iglesias, ningún problema, ningún temor, no va a haber gran coalición", comprometió. Y dobló el órdago. Le retó a responder si volverá a "bloquear" un gobierno progresista. Iglesias le respondió que no se fía y condicionó su apoyo en la investidura a compartir el poder en la Moncloa".
Iglesias no se rinde. Quiere ser ministro, aunque sea de Marina, como Companys. El líder de Unidas Podemos no se apea del burro, se siente maduro y bolivariano como para manejar un ministerio de nuevo cuño, algo tipo comunicación, educación y descanso. No se le puede reprochar que no muestre sus cartas. Sin embargo, por muy breve que sea la campaña, dejará magulladuras que complicarán en extremo un apaño entre el PSOE y Unidas Podemos, escenario como mínimo tan complicado como el de la entente entre Sánchez y Casado, aunque el dirigente del PP oculte a Aznar y saque a pasear a Mariano.
El foco electoral sigue en Cataluña. Mitin de Junts per Catalunya (JxCat) en la explanada de Lledoners, cárcel o gran hotel. El prófugo Carles Puigdemont peroró sobre el último Borbón. Los partidos de la república orientan sus cañones contra la figura de Felipe VI mientras la princesa Leonor toma clases de pronunciación del catalán. Este lunes acometerá su primer discurso en la lengua de Pompeu Fabra si es que el tiempo y los CDR no lo impiden. JxCat y ERC han denunciado ante la Junta Electoral de Barcelona el viaje de la Familia Real a Cataluña en plena campaña. Creen que el monarca es una activo de los partidos constitucionalistas.
Puigdemont, decíamos, se puso las botas contra el Borbón, tal como explica Marta Lasalas en El Nacional: "Després d'explicar que volia parlar directament als presos aprofitant que tenia ocasió de fer sentir la seva veu a l'esplanada davant del centre penitenciari de Lledoners, Puigdemont ha aventurat que passaran els anys i es continuarà recordant els seus noms, però no ocorrerà el mateix amb els noms dels repressors —"els d'allà i els d'aquí, el de la política i els mitjans de comunicació i els poders econòmics", ha enumerat—, que, segons ha dit, "han posat la seva biografia" al servei de la condemna dels líders del procés. D'aquest, ha advertit, "no en quedarà res més que el record fosc i tenebrós d’haver estat servils súbdits de l'últim Borbó que va gosar reprimir els catalans". "De l'últim Borbó perquè no n'hi haurà un altre més", ha reblat".
Punto apocalíptico el vecino de Waterloo, si bien en las filas del independentismo preparan la madre de todas las jornadas de reflexión y más. Ayer anticipaba El Mundo un operativo para ocupar los colegios electorales estilo 1-O. Hoy apunta La Razón que "Anonymous y Tsunami planean un ciberataque" para el 10-N. Según el diario de Planeta, "antisistema e independentistas quieren desestabilizar la jornada inutilizando los sistemas informáticos de las instituciones clave".
En El Confidencial, A. Fernández abunda en la operación reventarlo todo: "Los independentistas están dispuestos a arrasar con la democracia el próximo 10 de noviembre, fecha de las elecciones generales. Preparan un boicot electoral, con acciones que tienen un solo objetivo: crear un enorme escándalo internacional y que las elecciones se declaren nulas. Según ha podido conocer El Confidencial de distintas fuentes, la cúpula del 'agit prop' secesionista ya tiene diseñados los operativos, que serán manejados en tiempo real a través de las redes sociales el día de reflexión y durante la jornada de las elecciones. Se trata, en definitiva, de evitar que los ciudadanos puedan ejercer su derecho a voto. O sea, boicotear los colegios electorales. El golpe a la democracia será 'vendido' internacionalmente como una protesta en reivindicación de la democracia".
Continúa la nota: "Según algunas fuentes, el independentismo dispondría de 15.000 voluntarios —la inmensa mayoría de ellos no saben todavía qué les mandarán hacer— para ese cometido. Ahí entrarían en acción los comandos de los Comités de Defensa de la República (CDR) y la plataforma de Tsunami Democràtic con el fin de movilizar de manera 'paramilitar' esos efectivos. Y la participación entusiasta y activa de todas las plataformas independentistas, además de partidos políticos y entidades cívicas como la Asamblea Nacional Catalana (ANC) y Òmnium Cultural".
Nueva semana negra, pues, en Cataluña con el patrocinio de Tsunami, la fantasmal organización que con notable empeño y denuedo defienden personalidades de la talla de Lluís Llach, Pep Guardiola y José Téllez, ese concejal de Badalona que se jactó primero de romper un mandamiento judicial y luego dijo en sede judicial que lo que rompió era una fotocopia de una fotocopia de nada.
Ojo a la última hora de Público: "Conversaciones en las barricadas. 'Hay mucha tensión porque sabemos que hay fachas y neonazis disfrazados con estelades'". Paren rotativas. Exclusiva mundial de Carlos Enrique Bayo en conexión con la vanguardia de la revolución: "Son tres chicas y un chico de entre 18 y 21 años, con capuchas y pasamontañas bajados en ese momento, que nos miran extrañados de que les digamos que queremos hablar con ellos. Enseguida abandonan su actitud suspicaz, recelosa, y muestran mucho interés en explicarse al convencerse de que no somos “secretas”. Pero vuelven a tapar enseguida sus rostros al ver que sacamos un móvil para grabar. Ésta es su versión.
El chico, el mayor, empieza: “De momento hemos apagado ya tres hogueras y cada vez que intentamos apagar y detener a gente que está encendiendo barricadas que no pintan nada resulta que no responden al catalán y se ponen agresivos. También hemos visto infiltrados “fachas” y, como habréis podido ver en las noticias, policías y Mossos dándose la mano con fascistas. Hoy se está viviendo mucha tensión, estamos todos muy alterados. No sabemos exactamente qué está pasando. Hasta ahora sólo hemos podido evitar que la gente tire piedras, todos están muy nerviosos. Hay varios bandos, no sabemos por qué, gente que viene de fuera, del País Vasco, muchos chalecos amarillos franceses también. Hasta ahora la mayoría somos gente pacífica, que venimos solo a apoyar, y a manifestarnos, queremos ser también la voz cantante de Catalunya”… Se les ve muy tensos y atemorizados, mirando con angustia hacia todos lados por si de pronto arremeten contra nosotros “policías o fascistas”, dice temblorosa una de las chicas".
Menudo infierno, infiltrados por todos los lados, a las doce y a las tres, por detrás también. Y faltan los anarquistas griegos y los altermundistas genoveses.
Cambio de tercio. Cumbre del clima. Será en Madrid y Greta Thunberg quiere asistir. Nuestra Lucía de Jesus dos Santos de la virgen del cambio climático viaja en barco y pide ayuda. El Gobierno en funciones se ofrece para trasladar a la jovencita, que todavía no levita, pero al tiempo. De la nota de Isabel Ferrer en El País: "La activista sueca Greta Thunberg, que no se desplaza en avión por las emisiones de CO2, ha pedido este viernes ayuda a través de sus redes sociales para poder encontrar un "transporte" con el que cruzar el océano Atlántico de nuevo y acudir a la Conferencia sobre Cambio Climático de Naciones Unidas, conocida como COP25, que se celebrará en Madrid tras la renuncia del Gobierno chileno. "Ahora que la COP25 se ha trasladado oficialmente de Santiago a Madrid, necesitaré algo de ayuda. Resulta que me he cruzado medio mundo en sentido contrario", ha explicado Thunberg en su cuenta de Twitter. "Necesito encontrar una forma de cruzar el Atlántico en noviembre", ha añadido".
Continúa la pieza: "La ministra española de Transición Ecológica, Teresa Ribera, encantada con la noticia ha contestado a la activista también en Twitter: "Querida Greta, sería estupendo tenerte en Madrid. Has hecho un largo viaje y nos ayudas a tomar conciencia, abrir la mente y mejorar nuestras acciones. Nos gustaría ayudarte a cruzar el Atlántico de vuelta. Abierta a estar en contacto para hacerlo posible"".
Puntazo. Thunberg en Madrid. Ya solo falta que confirmen su asistencia el papa Paco y José Bové.
2 de noviembre, santoral: Todos los fieles difuntos y Marciano de Calcedonia.