Sànchez y Turull en el comedor y ayunos por relevos

Primer día de huelga de hambre de Jordi Sànchez y Jordi Turull. Gran impacto propagandístico, como con la foto de los siete de Lledoners que se ha sacado de matute, un posado en el que todos han salido estupendos, sonrientes, tossudament alçats y tal, erguidos y con los hombros hacia atrás, como recomienda el psicólogo Peterson. De la nota difundida por Òmnium con la foto se infiere que en la cárcel se mantienen las mismas diferencias de criterio entre clanes independentistas. Junqueras y Romeva no secundan la drástica protesta, Torra, Batet y Pujol, en cambio, ya preparan ayunos por relevos.

La dirección general de servicios penitenciarios, en manos de ERC, tiene varios problemas. Las normas obligan a los presos a personarse en el comedor durante las horas de las comidas aunque no coman. Y con el agravante añadido de que a Turull le toca recoger los platos siempre, lo que en tales condiciones oscila entre la putada y la tortura psicológica. Lo denunciaba anoche su abogado, Jordi Pina, en Preguntes Freqüents. "Me parece no sólo absolutamente absurdo, sino que encima es mucho más duro porque no es lo mismo estar en la celda o en la enfermería sin acceso a la posibilidad de ver la comida...", decía Pina secundado por el presidente del Colegio de Médicos y galeno jefe del equipo facultativo que monitoriza a los dos presos.

Momentos cruciales. Marta Lasalas visitó ayer tarde a Jordi Sànchez y reporta una crónica en El Nacional sobre las primeras horas de la huelga: "Sap que els dies més crítics seran diumenge i dilluns. Que passats aquests tres primers dies la sensació de gana queda adormida perquè el cos s’acostuma a no ingerir aliments sòlids. Sap que el reglament de la presó els obliga a anar igualment al menjador a l’hora de dinar. No obstant, insisteix que estan preparats, que tenen un equip de seguiment, amb els metges del centre, a més dels doctors Jaume Padrós i Jordi Vilarasau. “Res està improvisat. No és un joc”, assegura Sànchez. Tampoc pretenen –ni ho voldrien- que això desencadeni una onada de vagues de fam, tot i que saben que es repetiran els dejunis de fa un any".

Continúa la pieza: "La decisió és contundent. I té un risc enorme. Això no obstant, Sànchez subratlla que no és un salt al buit, que no pretenen emular Bobby Sands, en referència al militant de l’IRA mort el 1981, als 27 anys, després de 66 dies de vaga de fam. “No pretenem posar en risc les nostres vides. No ens hem begut l’enteniment”, assegura. L’important serà calibrar les forces. Admet que no es plantegen una vaga de 60 dies, però deixa clar que a banda d’aquesta determinació, l’única cosa que els faria desistir seria que el TC tragués del calaix els seus recursos i els resolgués o bé els inadmeti per permetre desbloquejar el camí de les seves gestions cap a instàncies europees".

En Vilaweb actualizan una entrevista que firma Clara Ardèvol con el médico Padrós. Dos preguntas sobre los efectos psicosomáticos de dejar de comer: 

—Quins riscs per a la salut implica una vaga de fam?

—Cansament, alteració i pèrdua del son, pèrdua muscular i de nutrients essencials, a banda afectacions als òrgans vitals. La vaga també pot causar hipoglucèmies al començament, dolor i malestar digestius, hipotensions i a voltes arítmies.

—Creieu que hi ha prou consciència de la duresa d’aquesta decisió per a la salut?

—Ells sí que en són conscients. És especialment transcendental perquè prenen una decisió sabent quins riscs assumeixen. En general, jo crec que no n’hi ha prou consciència perquè, sortosament, el nostre país no ha estat exposat a situacions com aquesta. A Catalunya hem d’anar a la transició democràtica, on hi havia el Xirinacs i aquelles vagues davant la Model, que van derivar també en vagues de fam. Aquesta és una vaga de fam per motius polítics i, a més, amb final indefinit. És un fet sense precedents a Catalunya. No han dit que faran vaga durant una setmana, sinó que no han concretat quant temps pensen estar-s’hi. Per tant, la situació és especialment greu.

Portada de 'La Razón' de este domingo

Portada de 'La Razón' de este domingo

De huelga "fake" se califica en La Razón la iniciativa de Sànchez y Turull. Escribe Toni Bolaño: "Oriol Junqueras ha trasladado a sus colaboradores que ahora «toca ser serios y trabajar para rebatir a la acusación en el juicio», porque «es importante tener una buena defensa para que, si la sentencia es negativa, la justicia española quede en evidencia». Estas fuentes añaden que Junqueras es favorable «a tomar medidas cuando acabe el juicio, tras la sentencia. No ahora». Esta opinión también es compartida por otros sectores independentistas alejados de la dirección de Junts per Catalunya, los cuales no dudan en calificar el ayuno de Sánchez y Turull como «humo y un invento, del que no se han previsto las consecuencias»".

Elecciones en Andalucía. Primera vuelta de las generales, prueba de fuego para Casado, test de resistencia de Susana Díaz y Sánchez, la incógnita Ciudadanos y la emergencia de Vox, que todo el mundo da por descontada. De la crónica de portada de El País: "Los sondeos apuntan a que el PSOE ganará, pero no gozará de mayoría suficiente como para gobernar. Deberá pactar. La sucesión de elecciones que se avecinan —municipales, autonómicas y europeas en mayo, y la incógnita sobre las generales— condicionará los pactos para el Gobierno andaluz. Las elecciones andaluzas de hoy tendrán gran trascendencia en el panorama nacional, en vísperas de un año que se anuncia repleto de citas con las urnas. Las repercusiones del resultado andaluz se prevén mayores para los partidos de la oposición al Gobierno de Pedro Sánchez. El centroderecha libra allí una batalla por quién liderará ese espacio político en España. El PP y su nuevo líder, Pablo Casado, se juegan el dominio que los populares han ejercido sobre ese espacio político en las tres últimas décadas, amenazado ahora por Ciudadanos e incluso por la posible aparición de un nuevo actor, el extremista Vox".

Que arde París reporta La Vanguardia. Del texto de Eusebio Val: "La violencia se desbordó ayer de nuevo en París, con escenas de auténtica insurrección que no se recordaban en la capital francesa desde Mayo del 68. Las elegantes avenidas que confluyen en el Arco Triunfo fueron testigos de la quema de decenas de vehículos y la destrucción y el saqueo de comercios, con las fuerzas antidisturbios –4.000 efectivos– y los bomberos sobrepasados por la magnitud y la virulencia de la revuelta. (...) Al caer la noche se contabilizaban 110 heridos, entre ellos 17 agentes, y más de 220 detenidos. Los problemas no se circunscribieron a la capital. También hubo manifestaciones violentas en Marsella, Toulouse y Nantes. En esta última ciudad se intentó ocupar el aeropuerto".