A rebufo del inédito e inaudito gesto de Manuel Marchena, su renuncia a presidir el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) y el Tribunal Supremo por el chalaneo de los tahúres del PSOE y el PP. El magistrado ha renunciado a la tercera estrella Michelin. Prefiere juzgar en paz (si eso es posible) el intento de secesión unilateral de los miembros del anterior Govern de la Generalitat que ser el pelele de los mocetes políticos, una clase dirigente que presume de insultante juventud.
Como el hecho es tan raro, ahí va un tipo con dignidad, Marchena capea un temporal de rayos y truenos, tormenta independentista y podemita sobre las espaldas de un hombre que trabajó con Eligio Hernández, el pollo del Pinar, y Jesús Cardenal, yin y yang, Felipe y Aznar, en la Fiscalía General del Estado.
Es el magistrado a abatir porque se ha tomado la insólita licencia de preservar el crédito y la independencia judicial. Al igual que su colega Pablo Llarena, instructor de la causa por el 1-O, Marchena es Gary Cooper en Solo ante el peligro. "Un hombre tiene que hacer lo que tiene hacer", dice el sheriff Will Kane mientras la banda de Frank Miller se aproxima al pueblo de los cobardes, Hadleyville.
Nadie se acuerda ahora en Cataluña de que Marchena fue nombrado presidente de la Sala Segunda en septiembre de 2014 con el apoyo de los magistrados instados por la mayoría conservadora, el grupo catalán y el todavía presidente del Supremo, Carlos Lesmes. Los socialistas preferían a Conde Pumpido y el vocal de parte del PNV, a Miguel Colmenero.
La prensa subraya la crisis sin precedentes por el mamoneo bipartidista del novato Sánchez y el imberbe Casado. Los medios afectos a la causa secesionista recusan, como los presos del proceso, al magistrado que debería presidir el tribunal del caso más sustantivo de la democracia en España. Está claro que es un bicho raro. El tipo ha renunciado a vivir como un dios judicial, primus inter pares en la cima de la cúpula, porque no ha madrugado toda la vida para acabar de florero con puñetas.
Mientras tanto, ningún otro de los protagonistas del sainete se da por aludido. En la política no renuncia nadie. Cobra intensidad el papel instrumental del senador Ignacio Cosidó, quien se habría limitado a reenviar los cálculos de las instancias superiores de su partido, el PP que acaba de romper la baraja para taparse las vergüenzas.
Según una información de Cristian Campos en El Español, el portavoz conservador en el Senado es no más que el recadero. Escribe Campos: "Ignacio Cosidó no es el autor del mensaje de WhatsApp que El Español hizo público este lunes y que provocó tanto la renuncia del magistrado Manuel Marchena a la presidencia del Consejo General del Poder Judicial y del Tribunal Supremo, como la ruptura del pacto entre PP y PSOE para la renovación del órgano de gobierno de los jueces. Esa es la impresión que durante las últimas horas ha cundido entre senadores y altos cargos populares, convencidos de que Cosidó se limitó a reenviar el mensaje escrito "por alguien de arriba" en otro grupo de WhatsApp diferente al de los senadores del PP y en el que sólo figurarían los principales dirigentes del partido".
Continúa el texto con la ronda de sospechosos: "El detalle más llamativo del WhatsApp es ese forwarded (reenviado) que aparece al principio del mensaje de Cosidó y que indica que se ha reenviado desde otro chat. Y lo que es aún más relevante: que el autor del mensaje no es el propio Cosidó. Si así fuera, la palabra forwarded no aparecería en su encabezamiento. El segundo detalle que ha llamado la atención entre los miembros del PP es la frase "ha sido una jugada estupenda que he vivido desde la primera línea". El autor del mensaje se está refiriendo, como es evidente, a las negociaciones para la renovación de los vocales del CGPJ. Dado que Cosidó no participó en esas negociaciones, todas las miradas se han dirigido hacia los que sí participaron en ellas: Rafael Catalá, exministro de Justicia con Mariano Rajoy, y Teodoro García Egea, secretario general del PP en sustitución de María Dolores de Cospedal".
Pues cuadra. Catalá y Teodorín, la piedra y la mano negociando con la ministra de Justicia, Dolores Delgado, una mujer de armas tomar, brava fiscal que ha aguantado antes rota que doblá la difusión de sus comidas con el siniestro excomisario Villarejo.
El moral y bello gesto de Marchena dificulta las maniobras en la oscuridad de los ases de los partidos, pero hay precedentes, según la crónica de Tono Calleja en Voz Populi: "Si las elecciones se acaban celebrando en 2019, las posibilidades de que PP y PSOE lleguen a un acuerdo para renovar el CGPJ serían muy remotas, por lo que se podría volver a reeditar la parálisis de 2006, que mantuvo al entonces presidente del Consejo, Francisco José Hernando, durante dos años en funciones. El PP no tardó en anunciar que deja en suspenso el pacto con el PSOE, mientras el Gobierno de Pedro Sánchez señaló al partido de Pablo Casado como el responsable del bloqueo. Por si fuera poco, ahora el PP tampoco considera interlocutora válida a la ministra Dolores Delgado, la protagonista del acuerdo con el exministro Rafael Catalá. Mientras los populares exigen el cese de Delgado, los socialistas reclaman el de Cosidó. Y mientras los partidos dirimen sus disputas en el Parlamento o en unas elecciones generales, el máximo responsable del denominado gobierno de los jueces será Lesmes, muy cuestionado tras la gestión del caso de las hipotecas en la Sala de lo Contencioso-Administrativo del Tribunal Supremo, órgano judicial del que también es presidente".
Tormentosa actividad en las cámaras. Joan Tardà amenaza en el Congreso con llamar "fascista" a Rivera cada vez que Rivera le llame "golpista" y Sánchez pide la dimisión de Cosidó en el Senado mientras infla el globo sonda de un adelanto electoral que hace cuatro días estaba descartado porque se sentía con fuerzas para gobernar sin Presupuestos pero por decreto.
De los números del Estado habló ayer el ministro de Fomento, José Luis Ábalos, que recurrió al siniestro en Cercanías para ilustrar sobre los efectos de la falta de presupuestos. Coincidencia generalizada en afear el ministro la utilización de una desgracia como munición política para presionar a los nacionalistas.
A la contra, la ministra de Educación y portavoz monclovita, Isabel Celaá, se afana en facilitar el entendimiento con los nacionalistas por la vía de los ojos que no ven en materia lingüística. Escribe Rocío Ruiz en La Razón que "el Ministerio de Educación dará libertad a las comunidades autónomas con lengua propia para que fijen en qué lengua se deben impartir las diferentes materias o fijen en qué proporción se debe usar la lengua castellana y la lengua cooficial en el aprendizaje del alumno, según figura en el borrador de anteproyecto de ley orgánica que modifica la Lomce. El cambio legal, que supone avalar la inmersión lingüística en Cataluña, deja entrever que no está claro que, con el modelo vigente, todos los niños adquieran las competencias suficientes para expresarse correctamente, una deficiencia que hasta la Generalitat ha detectado en lugares de catalanización total. Es por esto por lo que la norma ya prevé que las comunidades autónomas con lengua propia «promoverán la realización de análisis por parte de los centros de modo que se garantice que todos los alumnos alcanzan la competencia en comunicación lingüística en lengua castellana y, en su caso, en las lenguas cooficiales en el grado requerido», dice el anteproyecto al que ha tenido acceso La Razón. Más aún, los centros «impulsarán la adopción de medidas necesarias para compensar las carencias que pudieran existir en cualquiera de las lenguas»".
Para desengrasar, el HuffPost traza el perfil de la España pornográfica en función de las peticiones de los consumidores de una página mundial de sexo duro. Dice la nota que "en casi todas las regiones hay dos búsquedas claras: Spanish o español y maduras españolas", salvo en Murcia, que lo que más se busca es una cosa que se llama "footjob", la disciplina de hacer pajas con los pies. Sigue la pieza aludida: "La capital de España también se desmarca del resto de búsquedas y "anal" es lo más consumido. Además, en País Vasco y Cataluña, lo que más se busca es "español"". Para que luego digan que no hay solución.
Más pornografía. Franco sigue en su amplia tumba del Valle de los Caídos. Todo apunta a que será uno de los temas estrellas de la próxima campaña electoral.
21 de noviembre, santoral: Presentación de santa María Virgen y Rufo de Roma.