La enseñanza en España es una catástrofe que comienza en párvulos y acaba en los doctorados de la risa. Imparable deterioro, un paso adelante y dos atrás, la última generación es más ignorante que la anterior, pero mucho más cultivada que la próxima. La cosa empezó a degenerar ya con la EGB y el BUP y no ha parado de empeorar. Entran en el cole niños y niñas y salen del insti besugos y merluzas. Y es empeño de cada Gobierno imprimir su sello en ese desastre que está en la raíz de todos los males. 

Disciplina, esfuerzo, sacrificio, fuerza de voluntad... Todo se ha perdido en favor de una educación fofa, mema y analfabeta, sin castigos ni suspensos, sólo premios y toda clase de estímulos para darse a la vagancia. Así es que miles y miles de profesores se dan por satisfechos si los ignaros no les pegan. 

En ese contexto, el Ejecutivo ha decidido, según refiere El Mundo, que a los torpes ya les suspenderá la vida. "El Gobierno dará el título de bachillerato con un suspenso", titula en portada el diario de Unedisa. De la crónica de Olga R. Sanmartín: "El Gobierno quiere que los alumnos puedan sacarse el título de Bachillerato aunque tengan una asignatura suspendida. La medida, recogida en el documento con las propuestas para la modificación de la Lomce que la ministra Isabel Celaá remitió el jueves a la comunidad educativa, supone un cambio de criterio respecto a las reglas del juego establecidas hasta ahora, donde hay que aprobar todas las materias para conseguir esta certificación que permite acceder a los estudios universitarios. Expertos consultados consideran que es una nueva «rebaja de nivel» después de que el Gobierno del PP accediera el año pasado a conceder el título de la ESO con menos de un 5".

Pues eso, el insuficiente convertido en suficiente, selectividad para todos y faltas de ortografía en la universidad, barra libre, que paga el pueblo. Fábricas de zoquetes a los que año tras año les dicen que son la generación más preparada de la historia. Carne de cañón laboral. 

Portada de 'El Mundo' de este sábado 10 de noviembre de 2018

Portada de 'El Mundo' de este sábado 10 de noviembre de 2018

Más desastres. La renovación de la cúpula judicial está sometida a una intensa negociación entre socialistas y populares. El 4 de diciembre acaba mandato Carlos Lesmes. Es la portada de El País. Escribe Carlos E. Cué: "A la negociación entre el PSOE y el PP para renovar el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) solo le falta la clave de bóveda: el presidente, que es el que desempata cualquier votación. Las conversaciones están muy avanzadas, pero se han encontrado con un problema importante: el PP propone para ese puesto a Manuel Marchena, que además de tener un perfil muy conservador es el presidente de la Sala de lo Penal del Tribunal Supremo (la que juzga casos contra políticos o jueces) y será el ponente de la sentencia del procés. (...) Los socialistas no han aceptado esta propuesta del PP y plantean, por el contrario, a mujeres de perfil completamente diferente del de Marchena como la jurista Encarnación Roca, vicepresidenta del Tribunal Constitucional. La negociación depende en este momento solo de pactar el nombre del presidente, que es clave en el Consejo, porque desempataría y, además, tiene voto de calidad".

Avanza el texto que puede que este fin de semana se alcance un acuerdo. El Gobierno negocia a todas las bandas, también con el PDeCAT el derribo de la reforma laboral del PP, según informa Juan Ruiz Sierra en El Periódico: "El PSOE y el PDECat llevan meses negociando con sigilo, e independientemente de los mensajes públicos que se lancen el Gobierno y la Generalitat en cada momento, cambios legales para acabar con una parte de la polémica reforma laboral aprobada por Mariano Rajoy en el 2012. Las conversaciones comenzaron antes de verano y han continuado durante todo este tiempo, sin verse afectadas por el ultimátum de Quim Torra a Pedro Sánchez para que acepte un referéndum de autodeterminación en Catalunya, ni por las acusaciones de la fiscalía a los líderes del procés. Según fuentes parlamentarias, se espera que fructifiquen en diciembre a través de un acuerdo que devolverá a los trabajadores algunos de los derechos que perdieron hace seis años. En especial, la contrarreforma recuperará el poder de los convenios sectoriales en la negociación colectiva, poniendo fin a la actual primacía de los convenios de empresa".

Cambio de tercio. El francotirador franquista de Terrassa dice que sólo quería impresionar a una joven de Vox. El tipo le mandaba unos mensajes incendiarios. Estaba dispuesto a arrasar el Valle de los Caídos y presumía de su arsenal. Escribe Nacho Abad en La Razón: "El juez, antes de mandarlo a prisión, le preguntó por todo ello. Manuel le explicó: «Sí yo mandé todos esos Whatsapp. Hasta yo me he quedado alucinado al leer todo lo que escribí. El día en que le propuse el asesinato a la representante de VOX, había bebido. Sé que no es excusa, pero había bebido. Tomé una botella entera de vino y después un tubo. Creo que bebí también algunas cervezas por la mañana. (...) Es la primera vez que mando mensajes de este tipo, es decir expresando mi voluntad de matar a Pedro Sánchez. Ese día estaba inspirado, pero ahora veo que está mal. Quiero dejar bien claro que yo no he tenido la voluntad real, ni en sueños, de atentar contra Pedro Sánchez. Ni siquiera mato animales. Sinceramente si lo hice fue para quedar de patriota delante de la chica a la que se los envié. (...) Es verdad que afirmé que no me importaría participar en un alzamiento en compañía de legionarios, pero era hablar por hablar, no tenía intención de hacerlo. No tengo edad para participar en un alzamiento por Dios. Era una fantasía estúpida provocada por la ingesta de alcohol». Sus manifestaciones han provocado que el juez ordene que se le someta a un examen mental. Varios médicos forenses le están analizando estos días para saber si está en sus cabales".

En el Parlament hay algo más que mal rollo entre los diputados. El republicano Ruben Wagensberg acusa al ciudadano Carlos Carrizosa de haberle retado a una pelea fuera del hemiciclo, en plan nos vemos en la calle como en los institutos de extrarradio. Después se le ocurrió al diputado podemita Lucas Silvano Ferro comparar a Torra con Kim Jong-un en plan "voy a soltar un chascarrillo para relajar el ambiente", pero al president le sentó fatal y exigió la retirada de la comparación. 

En comparación con el Parlament, el Congreso es un remanso de concordia dedicado al constructivo intercambio de ideas, razón por la que al diputado Gabriel Rufián le encantaría exhibir sus dotes en Barcelona. A falta de oportunidad se consuela dando consejos a los suyos para combatir el "macarrismo", dice, de Ciudadanos. De El Món: "El portaveu adjunt d'ERC al Congrés dels Diputats, Gabriel Rufián, considera que és una "bona notícia respondre al macarrisme de Ciutadans" després de la picabaralla entre el republicà Ruben Wagensberg i el portaveu parlamentari de Cs, Carlos Carrizosa, aquest divendres al Parlament. Rufián ha assegurat que tots els diputats independentistes a Madrid estan acostumats "a la barra lliure de PP, d'una part del PSOE i de Cs" pels constants "insults i difamacions"".

Este ambiente de otoño caliente parlamentario tiene su correlato en la vida social del país del "un sol poble". El campeón mundial de motociclismo Marc Márquez no podrá ofrecer el título a sus paisanos en el balcón de la municipalidad de Cervera porque al alcalde del PDeCAT no le da la gana retirar por unas horas la pancarta de los presos. En Nació Digital acompañan la noticia con un elogio a los deportistas Xavi, Piqué, Núria Picas y Ferran Latorre. Del texto del referido diario: "El campió del món de MotoGP, Marc Márquez, ha protagonitzat un nou capítol d'un esportista que no es posiciona políticament. Fins al punt d'evitar fotografies "compromeses" A instància dels patrocinadors, el pilot de Cervera no sortirà aquest dissabte al balcó de l'Ajuntament de la seva població natal, Cervera, per celebrar el seu nou títol. El motiu: la pancarta en suport dels presos polítics que penja a la façana de la Paeria".

En cambio los cuatro antedichos son para Nació Digital ejemplos de gente que "se ha mojado sobre el proceso".

Deportistas mojados, cada vez menos. De una crónica en ABC de Jorge Abizanda: "El delantero (Neymar), según ha trascendido, cobra 375.000 euros por aplaudir a los seguidores de su equipo al término de los partidos. No es el único porque también se ha sabido que su compatriota Thiago Silva se embolsa 33.000 euros por ese motivo".