Quim también aprieta y Mossos en el disparadero
El Gobierno encaja con escepticismo el ultimátum del presidente de la Generalitat. Escandalera en los Mossos por la gestión política del cuerpo. Talegón y los CDR
3 octubre, 2018 10:11Torra. El presidente de Puigdemont asalta las portadas con un ultimátum a la Tierra que en El Mundo y el ABC tachan de "chantaje" a Sánchez mientras El País, Ara y La Vanguardia lo describen como "amenaza". El president está pletórico y practica un estilo directo. O el presidente Sánchez propone una fórmula desllorigadora antes de noviembre o caerá como fruta madura sin el apoyo del PDeCAT que dirige en Madrid Miriam Nogueras. La dicha fórmula está tasada: referéndum de autodeterminación. Quedarían por negociar los flecos: fecha, pregunta y detalles técnicos sobre los porcentajes de voto. O sea que órdago a la grande, a pequeña y a pares.
Como es obvio, Puigdemont y Torra van a su bola para que no se enteren Artadi ni los de ERC de lo que están tramando. Nadie gobierna en Cataluña. El president se presenta al debate del estado de la república con el mismo papel con el que emprendió el curso el pasado 4 de septiembre. Bernat Dedéu subraya con chanza en El Nacional la inclusión en la pedrada de Torra del concepto smart nation y apunta: "En el cas improbable que el facin caure (a Sánchez), té les properes eleccions guanyades i la seva negativa continuarà intacta: esperem que a la propera, ERC i el PDeCAT posin el referèndum com a condició per investir-lo, cosa de la qual em permeto dubtar seriosament. Torra podia haver dit que, en cas d’una nova negativa del govern espanyol, convocaria eleccions. Però tampoc no ho va fer, perquè la cadira i la seva escalfor són encara massa temptadores".
Existen serias dudas en el campo soberanista sobre la capacidad de Torra para presidir la escalera. El president no da la talla, no sabe qué decir y cuando improvisa origina un incendio o el asalto al Parlament. Salvador Sostres escribe en el ABC que nuestro hombre en la luna le negó una entrevista nada menos que a la BBC: "Su extravío político se refleja en su inestabilidad personal y el sábado, tras las cargas policiales contra los CDR en Vía Layetana, acudió al programa FAQS de TV3 y salió muy deprimido de la entrevista porque consideró que le había ido muy mal. No supo responder cuando le preguntaron por la hoja de ruta de su Gobierno para implementar la supuesta república catalana y se fue duramente contestado por los Mossos por culparlos de las cargas en lugar de señalar a quienes las provocaron. Esa misma noche decidió cancelar la entrevista que tenía apalabrada desde hacía muchos días con la BBC «porque no sé qué decir y no quiero hacer el ridículo». Elsa Artadi, Damià Calvet y Josep Rius se negaron igualmente a comparecer y finalmente le tocó hacerlo al jefe de prensa del presidente, Joan Maria Piqué".
Toni Bolaño describe en La Razón las claves ocultas del desempeño de Torra y descubre la composición del grueso de sus asesores áulicos: "«Torra se siente acorralado y solo, y volverá a desempolvar el camino unilateral con el apoyo explícito de un Puigdemont que se siente marginado», apuntan fuentes conocedoras de la situación. (...) Según ha podido confirmar este periódico, uno de los grupos de mensajería de Signal más activos es el que cuenta, al menos, con Carles Puigdemont, Joaquim Torra, Miriam Nogueras –vicepresidenta del PDeCAT– y la omnipresente tertuliana de TV3 Pilar Rahola. «Este grupo es el que ha puesto contra la pared a Miquel Buch después de los sucesos del sábado. No es el único grupo en el entorno del president Torra. Según las voces críticas del PDeCAT, «Torra, a través de estos grupos, ha metido a los CDR en el PDeCAT y nos ha convertido en el PDCUP, cosa que hace gracia a algunos como Nogueras, pero que desagrada a la mayoría»".
O sea que Nogueras, Rahola, Puigdemont y Torra tienen en sus manos el futuro del Gobierno de España. Sánchez, de momento, no se despeina. La credibilidad de Torra está por los suelos. La consideración generalizada es que sólo es la voz de su amo, que tarda días en procesar la información que le llega a Waterloo porque nadie le cuenta la verdad.
La portavoz del Gobierno amenazado, Isabel Celaá, replica a la palabrería de Torra con palabrería sobre la convivencia y el autogobierno. Y añade que donde haya una silla y una mesa, ahí estará el Gobierno. Es luz de gas contra la matraca del diálogo de los de la república o república. A pesar del clima, las comisiones bilaterales se reúnen con normalidad y hablan de sus cosas como si las legislaturas en Madrid y Barcelona fueran a ser eternas.
En cuanto a la sesión parlamentaria de ayer, dos apuntes. Primeramente, el Parlament no suspende a los diputados procesados para chinchar al juez Llarena, pero les sustituye para no desairar al juez Llarena. Puro infantilismo. Tanta barba que tiene Torrent y aún está en la edad del pavo. Segundo, que Torra insiste en el error de llamar mandato a lo que pasó en el simulacro de referéndum del 1-O. Escribe al caso Rafael Jorba un esclarecedor artículo en El Periódico: "'Nego maiorem' (niego la mayor). No existe un 'mandato democrático' de las urnas que avale el proceso independentista. Ni en la consulta del 9-N del 2015 ni en el referéndum unilateral del 1-0 del 2017 se registró el aval de la mayoría de los ciudadanos (el 1-0, según los resultados de la propia Generalitat, la participación fue del 43% y el sí representó el 38% del censo electoral)".
Continúa Jorba: "Niego la mayor. No existió una mayoría por la independencia en las elecciones 'plebiscitarias' del 27-S del 2015 ni en las del 21-D del 2017. En un plebiscito, la victoria se obtiene contando votos y no escaños, es decir, si se supera la mitad más uno de votantes. No fue el caso. Las fuerzas independentistas lograron la mayoría absoluta de escaños. El resultado les legitima para gobernar, pero no avala su hoja de ruta".
El equipo directivo que encabeza Miquel Buch está en el ojo del huracán. Brauli Duart se tapa, el consejero tendrá que explicarse en el circo de la Ciutadella y el director general, Andreu Martínez se anda por las ramas en torticeras justificaciones. Maika Navarro escribe en La Vanguardia al respecto: "La imagen de medio centenar de policías de las unidades de seguridad ciudadana, con material antidisturbios obsoleto, sin formación específica de orden público, en manga corta y pantalón de pinzas, golpeó en la dignidad de un colectivo policial que hace dos semanas ya se manifestó a las puertas de la Conselleria d’Interior exigiendo que se les deje al margen de la contienda política. Y que, hay que recordarlo, lleva un mes con un pulso a la Administración sin hacer ni una sola hora extra. En la frecuencia de la emisora de la sala de Barcelona, a la que llegan las incidencias del 112, el jefe gritaba a todas las patrullas uniformadas y disponibles de Barcelona que encendieran la sirena y llegaran cuanto antes al Parlament porque lo estaban asaltando. Y lo decía literal".
Un par de horas llevaban los mandos operativos pidiendo disolver y la cúpula política ordenando aguantar a pelo, no cargar ni muertos. Incompetencia manifiesta. Lo único que parece interesar a los nacionalistas es que no se implique a los CDR en el asalto. En Ok Diario escribe Beatriz Talegón un sentido homenaje a los muchachos y muchachas de las capuchas: "Lo lamento por aquellos que esperaban encontrar semejante cuestión, la de la violencia, en los CDR de Cataluña. No. No son violentos. Es más: son lo más lejano a cualquier conato de violencia que quien lea esto pueda imaginar. Y por mucho que algunos se empeñen en envenenar la opinión pública para ganarse el pan, un asunto tan delicado como éste debe ser tratado con el máximo rigor. Los CDR surgieron de la organización pacífica y democrática del pueblo que quería votar en Cataluña. Lamento, una vez más, explicarles que los violentos no se organizan para poner urnas".
Pues se queda uno mucho más tranquilo. Y, sobre todo, que es palabra de Talegón, CDR de honor.
3 de octubre, santoral: Cándida, Francisco de Borja, Dionisio Areopagita y Hexiquio.