Un "sueño español" y Can Puigdemont por dentro
Rastreo exhaustivo del pasado de la presunta asesina del niño Gabriel. Los Mossos espiaron a Jorge Fernández Díaz en Barcelona y Madrid
13 marzo, 2018 10:04La cruel actualidad de la muerte del niño Gabriel Cruz es pasto del género periodístico de la deambulación callejera, disciplina que ha vuelto a sembrar el barrio burgalés del Gamonal de plumillas a la búsqueda de testimonios de primera mano sobre Ana Julia Quezada, la detenida por el asesinato. Hay opiniones para casi todos los gustos. La mujer fue una dependienta de carnicería atenta y diligente según unos. Otros recuerdan, en cambio, que engañó a un sesentón y le sustrajo joyas y dinero. La muerte de su hija en extrañas circunstancias asoma ahora como el posible preludio de una carrera filicida.
El expediente incluye todos los charcos posibles, de la prostitución al robo pasando por las peripecias habituales de lo que Isabel Jimeno en ABC llama entre comillas "sueño español", la expresión popularizada en televisión por el mayorista que no limpia pescado: «A buscar el sueño español». Es a lo que, dicen quienes conocen a Ana Julia Quezada, vino a España desde la República Dominicana hace unas tres décadas. Aquí conoció a Miguel, con quien llegó a casarse y compartir la paternidad de una hija, y fue en buena parte el motivo por el que desarrolló una vida durante más de 20 años en Burgos capital. «Él estaba muy enamorado. La quería mucho». Tanto que unas Navidades de hace unos 25 años --los cálculos entre quienes les conocían no logran precisarlo-- llevó a Ana Julia a casa de sus padres y la presentó como su «novia», tras haberla conocido en club de alterne".
Después murió la hija, se acabó el amor, comenzó otra vida y pasó lo que ha pasado.
La política catalana continúa sumida en el limbo. Puigdemont llama a capítulo a sus diputados y prepara un partido puigdemontiano. El PDeCAT trata de frenar las maniobras del belga. ERC espera mientras Torrent disimula. Digestión pesada de la realidad. Pere Ríos recopila en El País los falsos anuncios del secesionismo, del regreso de Puigdemont al recurso de Sànchez en Estrasburgo al que se aferró Torrent para suspender el pleno del lunes. No parece previsible que Arrimadas vaya a lograr que el presidente de la cámara explique sus argucias en sesión ad hoc.
Tiempo desapacible en Bruselas. Chubascos débiles y cinco grados. Se prevé una máxima de 12 y una mínima de dos. El Punt Avui presenta algunos interiores de la casa de Waterloo y blanquea las paredes de la residencia "oficial" del president y sede a la vez del gobierno republicano: "El mes de febrer passat va saltar la notícia, primer a la premsa belga i després a l’espanyola, que Puigdemont llogava una finca en aquest municipi i es van orquestrar totes les falsedats possibles. Es va banalitzar amb l’alt preu de lloguer i es va elevar a notícia el nombre d’habitacions o lavabos que tenia. Era qüestió de fer creure que el president s’instal·lava en el luxe a Bèlgica; tot s’hi valia per demostrar que un “fugitiu” de la justícia espanyola s’ho estava passant d’allò més bé. Però no hi havia res de cert. Ni lloguer exagerat ni luxe. Tampoc és la vil·la privada de Puigdemont, com han volgut fer veure alguns. És cert que el president hi viu, però la casa de Waterloo és el quarter de l’executiu a l’exili, el lloc de representació de Puigdemont i els consellers Comín, Serret i Puig –Ponsatí ha marxat a Escòcia–. Fins ara havien d’anar buscant locals alternatius per rebre visites i que no estaven a l’altura d’un govern legítim".
De las fotos de las sillas de cartón se infiere una administración espartana.
Manel Manchón anticipa en Crónica Global la operación Graupera. Tras no haber logrado la presidencia del Ateneo, los independentistas más listos que nadie se proponen ahora conquistar la alcaldía de Barcelona.
13 marzo, santoral: Cristina y Ramiro y compañeros mártires.