Filtración masiva sobre la corrupción convergente
La estela de Coixet: ‘El País’ abre con el testimonio de Mendoza, Marsé, Serrat, Herralde y Gas en contra de los procedimientos soberanistas. La última de Margallo se titula "Todo por España"
24 julio, 2017 09:39Tres años se cumplen mañana de "La Confesión", la nota de Jordi Pujol sobre la herencia del abuelo Florencio en Andorra. La última versión de los apologetas del patriarca del catalanismo moderno es que fue Junior quien desencadenó tan errónea decisión del President, que embargó todo su crédito político para camuflar los pringues del primogénito y el resto de la parentela. Si no hubiera escrito aquel texto, Pujol mantendría el prestigio ascético inmaculado y el episodio de la Madre Superiora de los misales no sería más que un fleco de la operación Cataluña, ergo todo falso.
A la espera de la sentencia del caso Palau, las jornadas del juicio destaparon las vergüenzas y miserias del sistema convergente, el tráfico de influencias, el chalaneo y la jeta de cemento de patricios y contables, con Millet y Osácar en los papeles estelares. Impagable última palabra del extesorero de CDC sobre su amor a las sardanas y la música tradicional catalana. El hombre canta en una coral, el perfecto "testa di ferro".
A mayor abundamiento, el 3% mantiene ocupados a los fiscales Grinda y Bermejo y a los temibles guerreros ninjas de la Unidad Central Operativas (UCO) de la Guardia Civil, vulgo Benemérita. Germà Gordó afirma que el cielo está sereno. Mas no opina.
Todo ello también forma parte del contexto del proceso y del Catleaks, la exclusiva de El Español sobre los turbios manejos convergentes tras recuperar la Generalitat en 2011. "En total, casi 2.000 gigas de información que suponen más de 113.400 imágenes, 36.500 archivos de texto, 23.520 archivos pdf y 364.980 correos electrónicos que confirman el saqueo sistemático de las arcas catalanas en favor de unos pocos" escriben Daniel Montero y Alejandro Requeijo en la amplia información, que tendrá varias entregas. La primera arranca así: "La Generalitat de Cataluña, con Artur Mas como presidente, creó una red para amañar contratos públicos de forma sistemática y entregar así hasta 500 millones de euros en cinco años (2011-2015). Parte de esos contratos, según las pruebas a las que ha podido acceder EL ESPAÑOL, fueron manipulados tras la intercesión directa de altos cargos y miembros del Ejecutivo catalán, con el exconseller de Justicia Germà Gordó como correa de transmisión y con el tesorero de Convergència Andreu Viloca a la cabeza. Muchos de esos contratos fueron repartidos a empresas afines que financiaron después a Convergència con fuertes cantidades de dinero".
Llegado el punto de mojarse gracias al hiperbólico fomento de la convivencia que practican los que no son "unionistas", ni "dependentistas" o "franquistas", la estela de Isabel Coixet es la portada de El País, sostenida en una encuesta de Juan Cruz: "Artistas, escritores e intelectuales catalanes que habitualmente no se prodigan sobre las cuestiones más polémicas de la política hablan sobre el anuncio unilateral de un referéndum hecho por la Generalitat. Joan Manuel Serrat, uno de los cantantes más reconocidos, dice: “Yo no iría a votar a unas elecciones que no apelaran a la mayoría de la ciudadanía”. Eduardo Mendoza, premio Cervantes, cree que el referéndum propuesto para el 1 de octubre es “un proceso descarrilado”. Juan Marsé, que también ganó ese premio, afirma que “es rigurosamente incompatible con un Estado de derecho”. El académico Francisco Rico asegura que “parece una comedia de Cervantes: el engaño a los ojos”. El editor Jordi Herralde habla de la “imposible situación actual”, de la que culpa a “Gobierno y Govern”. Mario Gas, actor y director, ve “ineludible” una consulta, pero no en un proceso “precipitado”. Y la cineasta Isabel Coixet, que explicó hace días su posición en Crónica Global y después en El País, se siente “desalentada”".
A modo de conclusión: "“La triste realidad”, dice Marsé, es que el señor Puigdemont y el señor Junqueras, dos luminarias políticas que pasarán a la historia del esperpento ibérico, comparten, como ha escrito Valentí Puig, “una aparatosa ignorancia sobre el Estado de derecho y sobre la política, y, en concreto, sobre la historia política de Cataluña y de toda España”".
Pasa que en todos los lados cuecen habas y prosperan los Cucurull. José Manuel García Margallo, el exministro de Exteriores que se metió a mediador concediendo rango de problema colonial al proceso escribe en El Mundo un artículo titulado "Todo por España" que es para decir aquello de Cabanillas de "al suelo, que vienen los nuestros".
Para empezar nos da cuenta el excanciller de que es un tremendo marinero: "Los navegantes sabemos bien que, en mitad de una tormenta, no es posible gobernar un barco sin el apoyo pleno y decidido de todos los tripulantes. Para ir per aspera ad astra ("hacia las estrellas a través de las dificultades", uno de los lemas de la Armada española) es preciso que todos arrimen el hombro y pongan de su parte. Lo decía Ortega en la frase que he citado al comienzo de este artículo, y lo decía Anatole France, de manera más concisa aunque no menos clara, al asegurar que "sin ilusiones, la humanidad moriría de desesperación o...", lo que es peor, "de aburrimiento"".
Ahora un poco de autobombo engolado y garbancero: "Lo que ahora nos toca a los que hemos hecho del servicio a España nuestra razón de ser es reunirnos a dialogar e imaginar un futuro mejor para todos, para Cataluña y para el resto de España. Lo que nos toca es decir alto y claro que juntos estamos mejor, queriéndonos, respetando nuestras diferencias, pero amando todo lo que tenemos en común y queremos seguir compartiendo. Eso se llama política. Y la política suele incluir altísimas dotes de seducción más allá de la innegable defensa de la ley".
Y para acabar de redondear la prosa huera y ampulosa del indolente negro de Margallo, una "idea" propia de bombero torero: "PS.: Para empezar, podríamos irnos acostumbrando a exhibir en nuestros balcones y ventanas, en lo que los hispanoamericanos llamas "fiestas patrias", los símbolos que nos unen a todos: la bandera nacional y las banderas de las Comunidades Autónomas, que todas juntas forman esa unidad que los hombres y los siglos llaman España, la nación más antigua de occidente. Por cierto, que la primera de estas fiestas es mañana, día 25 de julio, conmemoración de Santiago Apóstol, Patrón de España".
Sí señor. Una guerra de banderas es lo que conviene ahora para tener bien localizados a los españolazos. Es que es como para imaginárselo. Todo el mundo enardecido con la brillante propuesta del exministro agotando la tela rojigualda en los chinos. Los balcones de Barcelona, Berga, Vic, Girona y Sant Sadurní petados de oriflamas del Reino de España. ¿Cómo no se le ocurrió antes a nadie?
En la agenda de la semana resplandece el miércoles. Rajoy en la Audiencia Nacional para declarar como testigo en el juicio de la red Gürtel, la corrupción del PP. También destaca el pleno del Parlament en el que se validará la reforma del reglamento para aprobar las leyes de la desconexión en lectura única.
24 de julio, santoral: Cristina, Fantino y Meneo.