El búnker soberanista y la lucha antifranquista

En España, el resto o lo que quede de ella, el reloj de arena pasa a ser un cronómetro de alta precisión. Tic, tac, la investidura. Cuenta atrás para el duelo socialista, la humillación de abstenerse ante el indestructible Mariano Rajoy. En Cataluña, los autodenominados antifranquistas (que es algo así como estar en contra de las legiones de Roma) se lían a palos delante de la estatua de Franco sin cabeza. El PSC del renovado en el banquillo Iceta se niega a aceptar el apoyo del PP para desbancar a Dolors Sabaté, la alcaldesa de Badalona. A la señora Forcadell se le anuncia que la Fiscalía que querellará contra ella por desobediencia y Puigdemont proclama en París que la declaración de independencia se hará después de las elecciones constituyentes y no antes.

Puro entretenimiento hasta el 31 de octubre, fecha límite y estación término de la legislatura. Si ese día no hay presidente, elecciones en Navidad. El riesgo existe, aunque Susana Díaz y Alfredo Pérez Rubalcaba maniobran para investir a Rajoy y luego ya se verá. 

El País está en la pomada y lleva a lo alto de su portada los avances del susanismo. Firma la crónica Anabel Díaz: "La federación andaluza del PSOE, la más importante numéricamente del partido y muy relevante en los procesos electorales, inclinó ayer la balanza a favor de la abstención en la probable investidura de Mariano Rajoy al señalar que la máxima prioridad debe ser evitar unas terceras elecciones. Hasta ahora, los principales partidarios de la abstención habían guardado silencio ante el vivo debate que se libra en las asambleas locales, provinciales y regionales del partido, donde se dividen las voces a favor de permitir que el PP vuelva a formar Gobierno y las que se mantienen en el no rotundo aun al precio de tener que volver a las urnas con todas las encuestas en contra del PSOE. El paso dado ayer por la federación de Susana Díaz y otras de gran peso como Aragón y Extremadura hace prever que el comité federal del domingo avalará la abstención. (...) Los pronunciamientos culminarán el domingo con una votación en el comité federal en el que habrá división, aunque el sí a la abstención está asegurado".

Si el PP supera el trámite parlamentario con Correa, Bárcenas y Rato entrando y saliendo del juzgado, la operación será de nota. Raúl del Pozo, en la contraportada de El Mundo, describe el panorama judicial: "A mí me gustan los juicios y las películas de juicios; me escapaba de clase para ir a la Audiencia de Cuenca, subiendo desde el puente de San Antón a la ciudad vieja; presenciaba a los trenados sentados delante de los ropones que juzgaban crímenes y pasiones de amor. También estuve en los procesos del GAL y de Roldán y si comparo los juicios que yo vi con Gürtel, no hay color. En este proceso aparece el hurto, pero ni la lujuria ni el asesinato. Es una película de sesión continua sin héroes, solo villanos. Nadie espera escuchar una frase sublime como la de Marlene Dietrich en Testigo de cargo: "Nunca me desmayo porque no estoy segura de caer con elegancia". Los acusados, como los viejos revientacajas, practicaron la música de uña. Cuenta Francisco de Quevedo, el de los pies zambos, que le preguntaron al Buscón si iba a Madrid por línea recta, o si iba por camino circunflejo. "Yo, aunque no lo entendí -contestó- le dije que circunflejo". Ese es el camino que eligieron estos soguillas para llevarse la pasta de alcaldías y ministerios sacándoles el 3% a los grandes empresarios del trinque, que ahora no son llamados al estrado del Núremberg del ladrillo. Los fiscales no han permitido que declaren ni Florentino Pérez, ni Villar Mir". 

Colea el intento de linchamiento de dos guardias civiles en Alsasua, Navarra, a cincuenta kilómetros de Pamplona. En el diario La Información, Fernando H. Valls suscribe un texto en el que da voz a los agentes de la Benemérita en la zona cero de la "kale borroka": "Dos agentes de la Guardia Civil se han prestado a colaborar. Uno de ellos es Manuel (nombre ficticio), actualmente destinado en Alsasua. Otro es Ramón (nombre ficticio también, ya jubilado y que ha estado destinado 27 años en este valle navarro). Habla el primero, Manuel: "Muchos de nosotros no queremos salir del cuartel y cuando lo hacemos vamos a un bar fijo. Sabemos que hay locales donde no podemos entrar porque al igual que nosotros les conocemos (a los violentos) ellos también nos conocen". Y añade: ¿Quiénes son los que acosan a la Guardia Civil? "Son un grupo de pelagatos. Los que celebran el Ospa Eguna". Les gritan fuera de aquí e incluso tiran muñecos de guardias civiles atados a globos de helio. Este agente recuerda cómo hace unos años intentaron asaltar el cuartel de Alsasua".

Más: "Ramón ha estado casi tres décadas patrullando por Alsasua. Afirma que siempre que salía del puesto iba con su pistola, "hasta para comprar el pan". Relata que para ir a la panadería lo que han solido hacer en algunos tiempos es ir 5 ó 6 agentes y quedarse 3 en la puerta para vigilar que no pasara nada". 

En Barcelona, mientras tanto, los antifranquistas se lían a palos entre ellos por el mojón de estatua franquista delante del Born. Inconmensurable espectáculo de estupidez. Antifranquistas todos. Patético asunto.

En CRÓNICA GLOBAL se da cumplida cuenta del esperpento de ayer en la explanada del Born. Nuria Vázquez aporta la información indispensable sobre el desbarajuste en materia de seguridad: "El discurso de Pisarello ha sido interrumpido por un grupo de las Juventudes de Esquerra Republicana (ERC) y las Joventuts Nacionalistes de Catalunya (JNC), que han aporreado dos de las puertas del centro cultural para intentar acceder al grito de “fuera fascistas de nuestro barrio”, provocando que uno de ellos se desmayara y al que han trasladado a un hospital en ambulancia".

Sigue: "Ante los altercados, la única furgoneta de los Mossos d’Esquadra que había en la zona ha abandonado el lugar, dejando allí a dos patrullas de la Guardia Urbana de Barcelona, que tampoco han intervenido en ningún momento. Las personas que se agolpaban en la puerta del centro cultural se han dividido para esperar la salida del primer teniente de alcalde, que ha logrado despistarles saliendo por otra puerta que previamente permanecía cerrada. Dos horas más tarde de la inauguración, la estatua ecuestre de Franco lucía una estelada, varios impactos de frutas diversas y se transformaba en un photocall frente al que posaban los curiosos. “Pues yo he traído huevos”, decía una señora. “Pues tíraselos”, apuntaba otra".

Pues qué bien. Vaya par de revolucionarias, resistentes e inasequibles al desaliento. La lucha continúa.

Ahí va una muestra de la indignación causada en el búnker independentista con la exposición de los podemitas. Es parte de la carta de Xevi Xirgo, director de El Punt-Avui no se rinde: "Ja té nassos que la setmana que al Parlament de Catalunya és previst que s'aprovi una proposició de llei anul·lant els consells de guerra del franquisme hagi començat com ha començat: això és, instal·lant a l'esplanada del Born, a Barcelona, una estàtua eqüestre de Franco. Els operaris la van començar a instal·lar ahir al matí i al cap de res un ciutadà ja hi havia empastifat uns quants ous. Per què? Perquè a aquestes altures de la pel·lícula, amb tots els crims del franquisme encara per condemnar, exhibir públicament estàtues del dictador és una clara provocació. I ho és encara més fer-ho a l'esplanada del Born, el centre cultural inaugurat l'11 de setembre del 2013 i que ha tingut com a eix vertebrador el 1714 i la fi de l'estat català". 

Cívico ciudadano el de los huevos contra un montaje artístico. Otro que tal, como las señoras de la crónica de Vázquez. Si hubieran vivido en la época de Franco, pa’chasco se habría muerto La culona en la cama. ¿O sí? El que quiera hacer el vándalo sin consecuencias, que vaya al Born a tirar huevos al monstruo sin cabeza. Lo mismo sale en la tele como un luchador, again, antifranquista.

18 de octubre, santoral: Lucas evangelista, Amable, Asclepíades y Monón.