Primeras planas

El niqab, los 'nacis' y la flexibilidad de C's en corrupción

I. Vidal-Folch, en 'El Mundo': "(Ante el niqab) siento un repelús inevitable, parecido al de ver en los balcones las banderas 'nacis', de nacionalistas

24 agosto, 2016 09:07

En los Estados Unidos crece día a día el número de "survivalistas" o "preppers", gentes que acumulan víveres y armas en sótanos blindados para resistir un ataque preventivo de la URSS, una revolución anarquista o la invasión del Islam. Están convencidos de que va a pasar algo muy grave y muy pronto. ¿Y si tienen razón? Alemania aconseja a sus ciudadanos llenar la despensa y tener dinero en efectivo en casa para aguantar diez días. Diríase que estamos al borde del colapso. Ante una catástrofe total, lo primero es garantizarse techo, agua y fuego.

El terremoto en el centro de Italia que se ha llevado por delante media ciudad de Amatrice da cuenta del grado de indefensión humana frente a los humores de la naturaleza, tan ensalzada. De momento se contabilizan seis muertos, pero hay gente atrapada bajo los escombros. La península ibérica no está exenta de graves episodios. La historia sísmica de España está perfectamente recogida en el anterior enlace, del Instituto Geográfico Nacional. La mayor catástrofe, 8,5 grados en la escala de Richter, se produjo en 1755, en el cabo de San Vicente. Causó un "tsunami" de 15 metros de altura que afectó a media península y el norte de África. El terremoto de Lorca de 2011 fue de 5,1 grados y aún están abiertas las secuelas.

Ante la inestabilidad terrestre, se propende a relativizar la política, que es la actividad humana de la que depende que las construcciones resistan los terremotos por la vía normativa. En discusiones sobre el grosor de los muros andan las delegaciones del PP y de Ciudadanos que aparecen en todas las fotografías con caras risueñas por la cuota de pantalla. 

Hay ganas de pacto, aunque sea un brindis al sol ante la negativa del PSOE a mirar para otro lado. En El Español, María Peral firma la crónica política en la que se advierte de la elasticidad de Ciudadanos en materia de corrupción: "En junio de 2015, el senador José Antonio Griñán y el diputado en el Congreso Manuel Chaves, ambos del PSOE y los dos ex presidentes de la Junta de Andalucía, tuvieron que renunciar a sus escaños. Así lo había pedido de forma insistente Ciudadanos a cambio de prestar sus votos a la socialista Susana Díaz para poder ser elegida presidenta del Gobierno andaluz, lo que sucedió ese mismo mes".

Continúa la periodista: "Un año después, Ciudadanos, que negocia con el PP un acuerdo de investidura, no ha modificado la letra de pactos similares firmados en Andalucía o Madrid pero, a tenor de las palabras de sus dirigentes, sí ha cambiado el concepto de lo que considera corrupción política hasta el punto de que ahora la limita al "enriquecimiento personal" o a la "financiación ilegal" del partido. "No es lo mismo meter la pata que meter la mano", resumió este martes el vicesecretario general de la formación naranja, José Manuel Villegas. De esta forma queda jibarizado el punto primero del pacto anticorrupción firmado el pasado día 19 entre Ciudadanos y el PP, en el que se establece la "separación inmediata de cualquier cargo público que haya sido imputado formalmente por delitos de corrupción política hasta la resolución completa del procedimiento judicial"".

Quedan unos cuantos días para el postureo, los tiras y aflojas e incluso la tensión. En La Vanguardia se apunta a que Cataluña también está en la agenda del pacto con la pretensión naranja de una nueva financiación y que las sentencias lingüísticas se cumplan. En El Mundo el acento de portada incide en que el sí de Ciudadanos es sólo para esta vuelta porque su voto favorable es incompatible con un hipotético apoyo del PNV tras las autonómicas vascas, en las que sólo se habla de Otegi.

Dado lo prolijo de las negociaciones entre el PP y Ciudadanos, no debiera quedar fuera el asunto Wert, cuyas condiciones de vida en París, según el digital La Información, son propias del marajá de Jaipur. Queda mucho margen para recortar gastos "públicos" sin que eso afecte al empleo en el funcionariado.

Ignacio Vidal-Folch aborda el espinoso asunto de la indumentaria femenina islámica en un contundente artículo en El Mundo titulado "Vestirse de basura", en el que acuña de paso un nuevo término para los autodenominados "soberanistas". Escribe Vidal Folch: "Que es que al pasar ante unos jardines cerca de casa, a veces al mediodía veo a cuatro o cinco mujeres sentadas a la sombra de un arbolito que comen, charlan y ríen como cualquier grupo de amigas; sólo que éstas visten niqab, el velo musulmán que cubre a la mujer de la cabeza a los pies y le deja a la vista sólo los ojos, para que no vaya dándose contra las farolas. Pienso que la ciudad no es mía y el mundo es vario; y que con el tiempo ya se les irá despertando un anhelo progresivamente exigente de libertad e igualdad, como suele pasar; pero siento extrañeza y un repelús inevitable, parecido al de ver en los balcones las banderas nacis (de nacionalistas). Pues efectivamente el niqab es entre otras cosas un órgano de propaganda ambulante".

28 de agosto, santoral: Bartolomé apóstol.