Víctor Mitjans, director de servicio de estudios del AMB, en una conferencia / CG

Víctor Mitjans, director de servicio de estudios del AMB, en una conferencia / CG

Política

El AMB subvenciona al lobi de envases donde trabajó un alto cargo

El Área Metropolitana inyecta dinero en Rezero, una pata de la 'trama SDDR' que empleó a su directivo Víctor Mitjans hasta 2017

25 enero, 2021 00:00

Más sombras en la trama del SDDR, una constelación de empresas y asociaciones ecologistas que promueven un sistema de recuperación de envases que beneficia a un gigante cotizado noruego. El Área Metropolitana de Barcelona (AMB) subvencionó a Rezero, entidad verde en la que trabajó hasta 2017 Víctor Mitjans, ahora jefe de estudios de la institución supramunicipal. 

Lo han indicado fuentes de la oposición metropolitana en conversación con este medio. Preguntados por la cuestión, ni el AMB ni Rezero han contestado a las cuestiones planteadas por este medio. Lo factual es que la Administración supralocal inyectó 5.500 euros en 2019 a la asociación ambientalista. Le concedió la ayuda pese a que su actual director de estudios, Víctor Mitjans, fue jefe de proyectos de Rezero entre 2010 y 2017. La ayuda pública genera dudas éticas a la oposición. 

Al servicio de un lobi

La subvención del AMB a Rezero sería una más en el colosal presupuesto metropolitano, salvo por un extremo. La ayuda ha recalado en lo que es una pata más del lobi SDDR, que busca implementar en España el sistema de depósito, devolución y retorno (SDDR) de envases. El circuito, que se presenta como inocuo, bienintencionado y sostenible, esconde en realidad los intereses de un gigante de producción de las máquinas necesarias para captar los envases: la noruega Tomra

Una máquina de devolución de envases de Tomra, fabricante noruego / CG

Una máquina de devolución de envases de Tomra, fabricante noruego / CG

La cotizada escandinava viene ayudando a organizaciones ecologistas en España para que defiendan el sistema SDDR, que le beneficia. Lo hace pese a la oposición flagrante de los comerciantes. Dos ejemplos. Tomra concedió 70.000 euros a Rezero, donde trabajó Víctor Mitjans, en 2019. Antes de ello, la multinacional rescató con fondos privados a la asociación Retorna, en la que también trabajó el ahora alto cargo del AMB

Mitjans, una pieza más del entramado

En efecto, el director de estudios del AMB es una pieza más del entramado SDDR. Mitjans coordina las investigaciones del Área Metropolitana desde junio de 2017. Pero es también miembro de Zero Waste, una plataforma paneuropea con sede en Ámsterdam (Holanda) que ha impulsado la Alianza Residuo Cero en España. Este grupo de presión apuesta por el polémico sistema de devolución de envases, contra la opinión de la práctica totalidad de los gremios de comerciantes. 

Según el portal web de Zero Waste, Mitjans es miembro activo de la organización. Sin citar su cargo específico, la entidad paraguas publicó el 30 de abril de 2020 una fotografía de su junta directiva en la que aparecía el alto cargo del AMB. El directivo, pues, compagina su cargo público con la promoción de un circuito de reciclaje que beneficia a una multinacional. 

Opacidad

Ello no tendría mayor enjundia salvo por la parquedad de estas asociaciones y plataformas con la información. Zero Waste Europe se embolsó cerca de 400.000 euros en 2020 procedentes de las instituciones comunitarias. Sus organizaciones aliadas en España, Rezero y Retorna, recibieron ambas dinero de Tomra, algo que no está explicitado en sus páginas web y cuentas anuales, que se pueden consultar aquí y aquí

Víctor Mitjans, en un acto de Zero Waste Europe en Sofía (Bulgaria) en 2015 / TWITTER

Víctor Mitjans, en un acto de Zero Waste Europe en Sofía (Bulgaria) en 2015 / TWITTER

Con ello, las dos oenegé de espectro amplio esconden que reciben fondos de un operador interesado en implementar el sistema SDDR en España. No lo explicitan y, por lo tanto, generan un conflicto ético, cuando no de interés. 

Los comerciantes, totalmente en contra

Como ya explicó este medio, un sector estratégico en el circuito SDDR son los comerciantes. Pequeños comercios de toda España se oponen al sistema, por cuanto son ellos los que tienen que hacer frente a los costes de implementación. Ya ocurrió con las pruebas piloto del sistema de devolución llevadas a cabo entre 2013 y 2017. 

En aquella ocasión, nadie pensó en que los botiguers perdían espacio en sus establecimientos para colocar las máquinas, o que los aparatos para devolver los envases se concentraban en los centros comerciales, lo que contribuía a la desertización comercial de los barrios. En estos momentos, la situación es más preocupante si cabe, habida cuenta de la actual situación de crisis económica. Es previo a este contexto negativo cuando el AMB ayudó subrepticiamente a Rezero, que impulsa un sistema del que desconfía el comercio.