Toni Soler carga contra la secretaria judicial por haber tenido "miedo" el 20S

Montserrat Del Toro, secretaria judicial que tuvo que huir por el tejado para esquivar la concentración independentista ante la Consejería de Economía del 20 de septiembre de 2017, ha pasado a engrosar la larga lista de personas non gratas para el nacionalismo catalán. También, al parecer, la de una de las personas mejor remuneradas gracias a TV3: Toni Soler.

El propietario de Minoria Absoluta, que produce varios programas para la televisión pública catalana, se ha sumado al linchamiento contra ella en las redes sociales a causa de su testimonio de esta semana en el juicio del procés. En el mismo, Del Toro declaró haber tenido "miedo" por las decenas de miles de independentistas que se aglutinaron ante el edificio donde efectuó el registro para investigar el referéndum ilegal del 1-O. Y que cuando acabó, al ver "lo que había fuera", y considerar que no podía salir, llamó pidiendo ayuda para que la "sacaran de allí". Finalmente, salió por la azotea hasta un edificio colindante.

Por estas palabras, la magistrada ha tenido que soportar todo tipo de improperios desde el nacionalismo catalán radical. Tanto es así que su rostro, que pidió ocultar durante el juicio para no ser reconocida, ha sido difundido por sus detractores en las redes sociales.

"Estupidez"

Aún sabiendo esto último, Toni Soler la ha atacado a través de su perfil de Twitter por no atreverse a salir por la puerta principal, e incluso poniendo en duda que su miedo fuera real. Este fue su mensaje: "'Tuvo miedo' no es prueba de violencia. Lo puede ser de estupidez, incompetencia, inestabilidad emocional o falta de cultura democrática. Suponiendo que tuviera miedo de verdad, y no esté mintiendo para contribuir a la farsa".

Al hilo de este último concepto, el de la "farsa", el programa de TV3 Polònia, del cual Soler es productor, emitió este jueves el siguiente gag ofreciendo esta visión del juicio del procés, presentando al juez Marchena y a los magistrados de la acusación como unos prevaricadores cuyo único objetivo es sentenciar con penas de cárcel a los acusados.

Tan sólo en 2017, Minoria Absoluta se embolsó 6,7 millones de euros de la televisión pública en manos de la Generalitat de Cataluña. Cantidad similar a la que percibió en años precedentes por programas satíricos como Polònia o Està Passant, de marcado corte nacionalista.