Mariano Rajoy en el momento de jurar su cargo como presidente del Gobierno / EFE

Mariano Rajoy en el momento de jurar su cargo como presidente del Gobierno / EFE

Política

Rajoy jura su cargo ante el rey Felipe VI

El ministro de Justicia en funciones, Rafael Catalá, levanta acta de la toma de posesión del nuevo presidente tras casi un año e interinidad

31 octubre, 2016 10:54

El líder del Partido Popular, Mariano Rajoy, ha jurado este lunes ante el Rey su cargo de presidente del Gobierno en el palacio de La Zarzuela, un acto al que ha asistido el ministro de Justicia en funciones, Rafael Catalá, en su condición de notario mayor del Reino.

Se trata de la primera vez que Felipe VI oficia un acto de investidura de un presidente del Gobierno y ha tenido lugar en el salón de audiencias del Palacio de la Zarzuela, ante sendos ejemplares de la Biblia y de la Constitución.

Segundo mandato

Es la segunda jura de Mariano Rajoy como jefe del Ejecutivo y se produce una vez que ha sido investido presidente del Gobierno con los votos a favor del PP (137), Ciudadanos (32) y la diputada de Coalición Canaria, así como la abstención de 68 diputados socialistas.

Precisamente, el Boletín Oficial del Estado (BOE) ha publicado este lunes el decreto por el que se nombra presidente del Gobierno al candidato del PP Mariano Rajoy Brey. Ese decreto fue firmado este domingo por el rey Felipe VI y refrendado por la presidenta del Congreso, Ana Pastor, que fue la encargada de comunicarle el resultado de la votación parlamentaria

Rajoy esperará hasta el jueves para dar a conocer la composición de su nuevo Gobierno. Antes de anunciar públicamente el nombre de sus ministros despachará de nuevo con el Rey para comunicarle personalmente su Gabinete.

¿Qué clase de Gobierno?

En estos tres días que falta podrá meditar si opta más bien por la continuidad o realiza cambios de calado en el organigrama o en la estructura de los departamentos, al opción más valorada por los observadores y por sus colaboradores más cercanos.

Entre estos últimos se justifica la tardanza en el nombramiento del nuevo Gobierno, tras diez meses de interinidad, precisamente en el propósito de introducir una reforma a fondo.