Interior de una urna con los colores de los partidos Ciutadans y PDeCAT: Puigdemont quiere vaciar ERC para acercarse a Arrimadas / CG

Interior de una urna con los colores de los partidos Ciutadans y PDeCAT: Puigdemont quiere vaciar ERC para acercarse a Arrimadas / CG

Política

Puigdemont reclama vaciar ERC para alcanzar el 'millón de votos' de Arrimadas

La guardia pretoriana del presidente destituido lanza una OPA contra Esquerra con la mirada puesta en Cs, que podría llegar a superar el millón de votos

19 diciembre, 2017 00:00

Ataque directo, sin miramientos. El núcleo que apoya a Carles Puigdemont ha lanzado una OPA contra Esquerra Republicana con todas las consecuencias con el objeto de ganar las elecciones y atrapar a Ciudadanos, que, según datos internos de la lista de Puigdemont podría alcanzar el millón de votos y situarse como primera fuerza política el 21D, incluso en número de escaños.

Un alfil de Puigdemont es Agustí Colomines, director de la Escuela de Administración Pública y verdadero agitador de la lista de Junts per Catalunya. El mensaje que difunde, junto al núcleo del expresidente de la Generalitat, como Elsa Artadi o Eduard Pujol, es que se deben concentrar todos los esfuerzos en parar a Inés Arrimadas, que ha logrado erigirse como la líder de todo el polo antindependentista.

El PDeCAT, marginado

Lo que detecta Junts per Catalunya es que el voto de los abstencionistas, los que no participaban en las elecciones autonómicas, lo está recogiendo Ciudadanos, y que en las comarcas de Tarragona ese voto puede ser mucho más importante de lo esperado. Con todo ello, Arrimadas podría superar el millón de votos, y ganar las elecciones también en número de escaños, aunque fuera por la mínima frente a Junts per Cataluya y ERC.

Ante eso, cunde el temor más absoluto, porque con pequeñas oscilaciones de voto, Junts per Catalunya podría o ganar las elecciones o quedar en tercera o cuarta posición, en función también del ascenso que pueda experimentar en los últimos días el PSC. La llamada, por tanto, es desesperada. Pero lo es por parte de los que han rodeado a Puigdemont. El PDeCAT pide la movilización, pero con menos brío. De hecho, ha quedado marginado de esa lista de Puigdemont, y ha comenzado a pensar en el día de mañana, con el objetivo de fortalecer el partido y prepararlo desde ahora mismo para las municipales de 2019.

Broncas a los diputados que se desvían

Prueba de que desde la lista de Puigdemont no se toleran desviaciones es la bronca del propio Colomines al diputado del PDeCAT en el Congreso Carles Campuzano porque éste, en su libro Una desconexión anunciada (Ediciones El Siglo), entiende que podría producirse un acercamiento con el PSC si los socialistas recuperan el llamado derecho a decidir. “Sería bueno amigo que recordaras que el 1-O ya ejercimos el derecho a decidir y que el PSC respondió con el 155. Estamos en campaña y estaría bien que intentaras sumar en lugar de restar. El candidato es Puigdemont y la candidatura es Junts per Catalunya. ¿Lo recuerdas?”

El tono y la apelación directa demuestran un divorcio total, porque desde el núcleo de Puigdemont se actúa como si se pudiera disponer por completo del PDeCAT, borrado en la toma de decisiones.

Lo que se intenta ahora es vaciar Esquerra, apelar al voto útil a favor de Puigdemont para combatir a Arrimadas. Pero, ¿beneficia realmente el voto a Junts per Catalunya al PDeCAT, o lo instala en una situación de extrema dificultad en función de la situación judicial que pueda correr Puigdemont?

La propia victoria de Puigdemont

El objetivo prioritario es que, en el caso de que gane la lista del republicano Oriol Junqueras, Esquerra no tenga otra opción que contar con la lista de Puigdemont para formar el próximo Govern. Pero esa alianza recuperará de nuevo la dinámica de mantener el pulso con el Estado, de animar la llama de la república catalana, y el PDeCAT desea pasar página y trabajar para recuperar su espacio ideológico.

Lo que desea ahora Puigdemont es echar el resto, buscar la victoria, y evitar que la lista de Ciudadanos sea la más votada para que las fuerzas constitucionalistas no puedan exhibir que se puede llegar a un nuevo Govern acordado por “dos fuerzas perdedoras”, en referencia a Junts per Catalunya y a ERC. En eso están Colomines, Artadi, Pujol y el propio Puigdemont, que reclamó este lunes, de forma directa, que se restituya el Govern de la Generalitat que él mismo presidió. Aseguró que “alterar el gobierno legítimo”, una clara advertencia a Esquerra, sería “darle la razón a Mariano Rajoy y a la aplicación del 155”.

Presión directa, apelaciones individuales, todo vale desde el campo de Puigdemont para buscar su propia victoria el 21D