Un grupo de ancianos juegan al bingo en su residencia / CG

Un grupo de ancianos juegan al bingo en su residencia / CG

Política

Ofensiva para que los jubilados vuelvan a jugar al bingo

Los Mossos han intervenido en ‘casals’ y centros de día tras la denuncia de empresas del sector, según los afectados, quienes confían en la vía judicial y parlamentaria para encontrar una solución

6 junio, 2018 00:00

No solo era una forma de entretenimiento, también de socialización y de mejora psicosocial. Jugar al bingo, una práctica realizada en casals, centros de día, residencias y asociaciones, fue prohibido en 2012 mediante la aprobación de un reglamento que desarrolla la ley catalana del juego. Desde entonces, el goteo de intervenciones de los Mossos d’Esquadra en este tipo de locales no ha cesado. El pasado mayo, los agentes realizaron una intervención en la residencia de ancianos de Torreforta, en Tarragona, donde levantaron acta y comunicaron a su propietario que tal actividad solo se puede practicar en salas de bingo, casinos o salas de juego autorizadas.

Otro de los locales visitados por los Mossos es el Casal Municipal de Cal Cego, en Cunit (Tarragona). Lo han hecho en dos ocasiones. “Se llevaron el material de juego. Como si fueran a enriquecerse. Los cartones cuestan unos 0,35 euros, los jubilados juegan una hora y a lo mejor ganan 3 o 4 euros”, explica a Crónica Global el secretario de la asociación de vecinos de Cunit Oest, Ángel Grau. Los afectados “se plantearon movilizarse y cortar carreteras. Pero finalmente se ha optado por presentar un recurso contencioso contra la resolución de la Generalitat que prohíbe jugar al bingo en el local”.

"Cumplimos con el reglamento"

Están convencidos de que son las empresas del sector las que presionan e incluso denuncian la celebración de esas partidas. En L'Hospitalet de Llobregat (Barcelona), el casal d'avis del barrio del Gornal también fue objeto de una intervención, pero las gestiones del ayuntamiento lograron que los jubilados volvieran a tener su bingo.

Varios ayuntamientos, como el de Tarragona o el de Salou (Tarragona), han aprobado mociones para pedir cambios legales que permitan a los ancianos jugar al bingo en sus residencias. Grau, que además es concejal del PSC en el Ayuntamiento de Cunit, asegura que el Casal de Cal Cego “cumple con el reglamento”: “Pagamos nuestras tasas y no sobrepasamos los límites establecidos. Lo poco que se gana se gasta en butifarradas o en contratar grupos de música para las fiestas del barrio”.

Reforma del reglamento

Por ello, el diputado del PSC Raúl Moreno ha presentado una propuesta de resolución para autorizar la actividad de bingo en asociaciones, residencias, centros de día y casals de la tercera edad y de personas con discapacidad en Cataluña. Proponen, en la línea de las mociones presentadas en Tarragona, reformar el citado reglamento de los juegos de bingo, tal como se ha hecho en la Comunidad Valenciana o Murcia, y establecer una serie de límites. Entre ellos, que la apuesta máxima por persona y partida no supere los 20 céntimos de euro y que el importe total jugado por todos los participantes no supere los 20 euros. Asimismo, los socialistas sugieren que el horario sea único en todos los centros autorizados: de cuatro a ocho de la tarde de lunes a viernes, y de cuatro a siete de la tarde los fines de semana.

El PSC ha presentado una segunda propuesta para recuperar las actividades gratuitas en los casals de la tercera edad. Lectura, gimnasia, informática o baile eran subvencionadas por el Govern en los últimos años, pero el pasado 31 de diciembre finalizó el concurso público sin que la Dirección General de Familias haya convocado uno nuevo. El Govern asegura que está trabajando en ello con la finalidad de que en septiembre de este año se recupere la gratuidad, pero ni siquiera se ha publicado el pliego de condiciones. Los socialistas instan a agilizar los trámites.