Alexander Van der Ballen, candidato a la presidencia de la República de los ecologistas austríacos.

Alexander Van der Ballen, candidato a la presidencia de la República de los ecologistas austríacos.

Política

Los ecologistas ganan en Austria en el último momento

Alexander Van der Bellen ha conseguido la victoria de las elecciones presidenciales gracias al voto por correo y al incremento de la participación

23 mayo, 2016 16:49

Parecía que la ultraderecha iba a ganar la segunda vuelta de las elecciones presidenciales celebradas el domingo en Austria, pero los ecologistas liderados por Alexander Van der Bellen se han impuesto en el último momento. Según datos del Gobierno que han recogido los medios locales, el recuento de los 850.000 votos emitidos por correo han sido decisivos.

El resultado final indica que los Verdes han obtenido el 50,3% de los votos, mientras que el resto, el 49,7%, ha sido para su contrincante. Alexander Van der Bellen se convertirá de esta forma en el próximo jefe de Estado.

Más participación

El aumento de la participación, que el domingo subió hasta el 72%, ha sido determinante en la victoria del candidato verde. De hecho, en la primera vuelta, celebrada el 24 de abril, Bellen solo había obtenido el respaldo del 21% de los votantes, frente al 72% del candidato de la ultraderecha, Norbert Hofer. La movilización de los electores le ha dado la ajustada victoria final.

Los primeros resultados apuntaban a una victoria histórica para Hofer, el candidato del derechista Partido de la Libertad, con un 51,9% de los votos. Los Verdes de Alexander Van der Bellen habían obtenido, según los primeros datos ofrecidos por el Ministerio del Interior del país, el 48,1%.

Celebración anticipada

Ahora, las informaciones apuntan a una victoria de Van der Bellen. Su rival, Hofer, celebró el domingo el que creía que sería su triunfo ante los simpatizantes de su partido. Los analistas ya habían avisado de la posibilidad de que el voto por correo cambiara los resultados, ya que favorecerían a los ecologistas.

La primera vuelta de los comicios propició que los dos partidos históricos centristas, los socialdemócratas y los democristianos quedaran fuera de la carrera por la presidencia. Este escenario no se había producido desde el final de la Segunda Guerra Mundial.