La policía pone bajo la lupa a los guardianes de la pureza independentista en redes sociales

Son perfiles anónimos que acumulan centenares de miles de seguidores. Hiperactivos. Amplifican cualquier fake new de los blogs del círculo más activista o noticias de algunos digitales independentistas que habitan en el ecosistema mediático catalán. Se muestran muy agresivos en su dialéctica contra todos los partidos constitucionalistas sin distinción, aunque sorprende también la obsesión contra ERC. A los miembros de esa formación los consideran traïdors y botiflers, es decir, vendidos a España.

También hacen proselitismo respecto a la actualidad de entidades como el Fútbol Club Barcelona. Casi siempre defienden la candidatura del abogado Joan Laporta a la presidencia de la entidad. Para la mayoría de los anónimos componentes de esta nube de ruido digital, Carles Puigdemont es su mayor referente, pero algunos de ellos también apuestan por Primàries, la candidatura independentista auspiciada por el filósofo Jordi Graupera .

Todos han comenzado a recibir denuncias por apología del odio y de discriminación por motivos ideológicos. Según ha podido conocer este medio, ya son diversos los cuerpos de seguridad que acumulan un notable historial informativo de diversos perfiles.

Profesores de instituto, dircoms o profesionales

Una fuente policial asegura que existen perfiles distintos, pero abundan los “lobos solitarios” que tuitean compulsivamente noticias o teorías de la conspiración. Sonado fue el caso de Iván Aguilar, quien se hizo pasar por consultor de una compañía biotech mientras lanzaba todo tipo de mensajes de grandes jugadas maestras de Puigdemont y del soberanismo. La propia comunidad terminó desnudando su coartada: Aguilar era apenas un monitor de comedor y de esplai con ínfulas políticas. Personajes públicos de la talla del consejero de Empresa, Ramon Tremosa, o el exdiputado nacionalista Germà Bel habían bendecido sus teorías fake.

De acuerdo con las primeras pesquisas policiales, a las que ha podido acceder Crónica Global, otras cuentas que opinan de la actualidad y también se refieren al Barça están administradas por retratos curiosos como un empleado del gabinete de comunicación de una multinacional automovilística o un técnico informático de una consultora de estudios de mercado. Otro, que incluso ha publicado un libro de entresijos de la sociedad catalana, es economista en consultoría.

Partidos en la sombra

En el informe sobre la cuenta de Twitter @informaciocat, por ejemplo, los investigadores identifican a un alto responsable de comunicación de un partido político como iniciador y gestor de la cuenta.

“Algunos de ellos toman precauciones como navegar con dispositivos anónimos, pero dejan correos de seguridad o números de teléfono personales como dato de contacto de las cuentas falsas y se relacionan con un pequeño anillo de perfiles”, explica una fuente policial consultada. Algunos usuarios que se ensañan con los Comuns por supuestas contrataciones ilícitas han llegado incluso a borrar sus perfiles a la par que resucitaban otros muy similares que consiguen rápidamente un trasvase importante de seguidores. Es el caso de una cuenta muy activa con geolocalización en Badalona.

Profesores de instituto en el barrio de Sant Andreu (Barcelona), comerciales de publicaciones gratuitas de la comarca de la Cerdanya o un asesor fiscal en la de Osona son algunos de los anónimos que están siendo investigados tras el alud de denuncias recibidas. El perfil de los gestores de la pureza indepe resulta variopinto, aunque se diferencian de los bots masivos de los partidos por tener perseverancia en el tiempo y una gran actividad por lo que se refiere a la publicación de contenido. 

Trifulcas internas

En noviembre de 2019 uno de los perfiles de mayor éxito en la media storm secesionista, la denominada @cniCatalunya, también afín a Puigdemont, fue delatada en la propia red social de Twitter por una dirigente de Primàries y desencadenó una fuerte tormenta en la red social.

Es en ese contexto en el que distintas unidades de vigilancia policial que recaban información han comenzado a compartirla entre ellas a la espera de elevar dichos informes a la autoridad judicial para determinar qué tipo de delitos pueden atribuirse a los perfiles detectados a partir de la constatación de que incitan al odio contra quienes no comparten sus postulados políticos o futbolísticos.