Carles Puigdemont, a su llegada al aeropuerto de Copenhague,  podría no ser investido si algunos diputados de su lista acaban planteando un boicot para no ser castigados por el Tribunal Constitucional / TWITTER

Carles Puigdemont, a su llegada al aeropuerto de Copenhague, podría no ser investido si algunos diputados de su lista acaban planteando un boicot para no ser castigados por el Tribunal Constitucional / TWITTER

Política

Diputados de Junts per Catalunya se plantean un boicot a Puigdemont

Los integrantes del grupo que apoya al candidato sugieren dejar el escaño o no acudir al pleno de investidura si reciben un requerimiento del Tribunal Constitucional

23 enero, 2018 00:00

La broma es divertida hasta que le toca a uno personalmente. Algunos diputados de Junts per Catalunya, integrada por numerosos independientes y militantes del PDeCAT, se plantean un boicot a Carles Puigdemont en la sesión de investidura.

¿Les tiemblan las piernas? Las reflexiones de los últimos días suben de tono. En el caso de que reciban un requerimiento del Tribunal Constitucional en el que se refleje que la votación sería ilegal, según explican fuentes soberanistas, y que, pese a eso, se decida continuar, se buscaría una salida que podría pasar por dejar el escaño o por no acudir al mismo pleno.

En las últimas semanas, distintos diputados, también miembros del PDeCAT, habían formulado esa posibilidad, al entender que sería el único camino para impedir que la política catalana siga instalada en la desobediencia y en la ilegalidad.

Esa circunstancia también la comparten dirigentes de Esquerra Republicana, pero, hasta ahora, no se ha planteado ninguna medida drástica. Lo cierto es que la figura de Puigdemont, pese a la retórica oficial, ha distorsionado las estrategias de los dos partidos independentistas.

Decisión individual de cada diputado

En el caso de Junts per Catalunya la numerosa presencia de independientes, en una lista que confeccionó a su gusto Carles Puigdemont, las reuniones y los planes a corto plazo se suceden. Esos diputados, que guardan por ahora el anonimato hasta conocer qué pasará exactamente en la investidura --este mismo lunes el presidente del Parlament, Roger Torrent, ha propuesto a Puigdemont como presidenciable—, han interiorizado que pueden correr un serio riesgo.

El problema es conocer cómo se desarrollará esa investidura, y en qué momento el Constitucional podría reaccionar. Si ese requerimiento, anulando la sesión y con advertencias claras a los diputados, no llega a tiempo, los diputados asumirán el encargo de la dirección de su grupo.

Pero el temor no es sólo de los independientes. También en el PDeCAT se ha valorado qué se puede hacer. Será, en cualquier caso, una decisión individual, que cada diputado podría tomar en el último instante.

Presencia o no de Puigdemont

Una estrategia similar se adoptó en las horas previas a la votación en el Parlament de la declaración de independencia, el 27 de octubre. No se acabó de cumplir, y, aunque hubo dos abstenciones no previstas --70 votos a favor, 10 en contra y dos abstenciones, teniendo en cuenta que el bloque independentista sumaba 72 diputados, por 11 de Catalunya Sí Que es Pot que decidió participar en la votación— el plan no fructificó.

La investidura de Puigdemont, por tanto, podría tener contratiempos. Todo depende de cómo pueda impedir el Constitucional la propia votación, si es que llega a producirse.

La primera medida que deberá tomar la Mesa del Parlament es habilitar o no a Puigdemont para que pueda pronunciar su discurso de investidura desde Bruselas, a no ser que en el último momento decida presentarse.