Decenas de personas hacen cola desde las 5 de la mañana en el IES Montbui ante la mirada de un mosso / EFE

Decenas de personas hacen cola desde las 5 de la mañana en el IES Montbui ante la mirada de un mosso / EFE

Política

El compadreo de algunos 'mossos' en las mesas del referéndum

La policía autonómica tenía que haber ordenado el desalojo de los colegios y, en caso de negativa, denunciar a los organizadores por desobediencia

1 octubre, 2017 23:00

“Bon dia”, dijo una joven mosso d´esquadra acompañada de un no menos joven agente. Ambos vestían en uniforme oficial, ella con la chaqueta y él en mangas de camisa.

Tan sólo bajaron del coche policial, cada uno de ellos con una carpeta negra en la mano, se formó un fenomenal revuelo en la puerta del colegio. Eran las 6.10 de la mañana. Un par de centenares de vecinos de Cerdanyola del Vallès aguardaban en el patio del colegio Carles Buïgas con el deseo y la expectativa de votar tres horas más tarde. Se esperaba la anunciada presencia de la policía, y el momento llegó y se desdobló, no sólo en parámetros de corrección sino de almibarada cordialidad.

Como amiguetes

“Bueno, ya sabéis por qué estamos aquí”, dijo la agente flanqueada por su compañero. “Y ya supongo lo que me vais a decir”, respondió ella misma con una sonrisa que trasladó complicidad a los congregados que se habían aproximado a los agentes hasta casi rodearlos.

“Y ya sé que me diréis, que no os vais a ir”, continuo retórica y jovial. “Y claro, si os pido el DNI, no me lo vais a dar, ¿verdad? A lo que la multitud respondió con risas, asentimiento y fraternal compadreo.

“Pues entonces, nada; pues vale, pues ya está”, cerró la carpeta y con un elocuente gesto de manos, como el pastor que anima a las ovejas a entrar en el vallado, invitó a los presentes a seguir dentro de las instalaciones del centro.

Escasa proporcionalidad

Los parámetros de congruencia, oportunidad y proporcionalidad se quedaron cortos ante la actitud de los dos jóvenes policías que, inmediatamente, fueron invitados a coca y chocolate caliente, entre vítores y aplausos.

Las asociaciones judiciales creen que la policía autonómica, de acuerdo con el auto de la magistrada del TSJC Mercedes Armas, pudo y tuvo que hacer más. Por ejemplo, instar una denuncia por desobediencia contra los que, allí presentes, no quisieran abandonar el colegio.

Más maña que fuerza

“Eso es, en nuestra opinión, más recriminable que las acusaciones de falta de uso de la fuerza”, ha dicho una portavoz de Jueces para la Democracia. “Si el referéndum no iba a tener efectos jurídicos, ¿por qué mandan a los antidisturbios?", ha añadido.

Los jueces asumen que la policía tiene un margen de actuación, a veces, tan etéreo como poco acotado. Pero todos coinciden en que se pudo hacer más y de forma más efectiva durante la mañana de ayer para cumplir con el mandato del TSJC.