Imagen de un fumador con un cigarilllo / Pexels

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Política

Cataluña estudia otra tasa de 20 céntimos por cigarrillo

Las tabaqueras deberán recoger las colillas del espacio público y playas a partir de enero de 2023, según una nueva ley

17 mayo, 2022 09:19

El Govern estudia imponer una nueva tasa a los cigarrillos de 20 céntimos por unidad. La Generalitat de Cataluña sopesa aprobar un nuevo gravamen al producto para costear la recogida de colillas del espacio público. 

Lo ha avanzado El Periódico, precisando que la posibilidad del nuevo tributo la ha deslizado Isaac Peraire, director de la Agencia Catalana de Residuos (ARC), en una entrevista con el medio. El alto cargo ha avanzado que esta carga podría incorporarse a la nueva Ley autonómica de Residuos que está preparando la Administración autonómica. 

Devolver las colillas

De hecho, la Agencia de Residuos está evaluando otras posibles opciones para evitar que las calles y las playas estén llenas de cigarrillos consumidos. El propio Peraire ha informado de que una de las opciones sobre la mesa es un sistema de devolución de restos de cigarros, como el que operaba antaño con la botellas de cristal, que permitiría a los ciudadanos recuperar parte de lo que han pagado por un paquete. 

Todo ello está en el despacho de Teresa Jordà, consejera catalana de Acción Climática, Alimentación y Agenda Rural. El texto final se aprobará en primavera de 2023, según los cálculos de la propia ARC. 

Recoger los restos: tarea de las tabaqueras

Estas opciones se estudian en paralelo a lo que prepara el Gobierno para, también, reducir el número de colillas en el espacio público. El Ejecutivo ultima la implementación de la Ley de Residuos y suelos contaminantes, que entró en vigor a principios de abril. Según este texto, las tabaqueras deberán colaborar en la limpieza del espacio público y concienciar a sus clientes de que los filtros de lo cigarrillos no se pueden arrojar al suelo porque contienen plástico. 

Desde el Comité Nacional para la Prevención del Tabaquismo (CNPT) admiten que esta obligatoriedad podría provocar un incremento del precio de las cajetillas, pero reconocen que este aumento del coste no es negativo, por cuanto se trataría de un movimiento que desincentivaría el consumo de tabaco.