Pere Aragonès, vicepresidente de la Generalitat y consejero de Economía, y Quim Torra, presidente autonómico / FOTOMONTAJE DE CG

Pere Aragonès, vicepresidente de la Generalitat y consejero de Economía, y Quim Torra, presidente autonómico / FOTOMONTAJE DE CG

Política

El campo de minas que deberá sortear ERC tras la investidura

Torrent y Sabrià se hacen fuertes en el Parlament, mientras que Torra maniobra contra Aragonès, quien no podría sustituirle oficialmente ni convocar elecciones si es inhabilitado porque no es diputado

24 diciembre, 2019 00:00

La investidura de Pedro Sánchez está cada vez más cerca. Quedan por resolver algunos flecos, según ERC, pero todo apunta a que las tesis de Oriol Junqueras y Pere Aragonès, favorables a la abstención, han triunfado. Pero en clave estrictamente catalana se abre un escenario muy incierto para los republicanos. El sector que rechaza el pacto con el PSOE, liderado por Roger Torrent y Sergi Sabrià, se ha hecho fuerte en el Parlament, mientras que Quim Torra maniobra contra Aragonès para impedir que le sustituya en caso de ser inhabilitado. Sin embargo, el vicepresidente económico no es diputado, lo que le impediría ejercer esa presidencia de forma oficial y, mucho menos, convocar elecciones.

La secretaria general de ERC, Marta Rovira, interviene por videoconferencia en el 28º Congreso del partido / ERC

La secretaria general de ERC, Marta Rovira, interviene por videoconferencia en el 28º Congreso del partido / ERC

“Hemos salvado el congreso y evitado que Rovira rompiera el consenso respecto a la investidura de Sánchez y la candidatura de Aragonès”, explican a Crónica Global fuentes próximas a los republicanos. Se refieren a la todavía secretaria general de ERC, Marta Rovira, autoexiliada en Suiza, que lidera el sector más duro del partido, y reacio a pactar con “los del 155”. Esto significaría facilitar la designación del líder del PSOE como presidente. Algo que podría ocurrir el próximo fin de semana, pues el Congreso ha habilitado los últimos días de diciembre en previsión de que se celebre la investidura.

El cónclave republicano

El cónclave republicano ha ungido a Aragonès como sucesor in pectore de Junqueras. Pero el actual vicepresidente catalán va a tener que sortear un campo de minas, tanto en su propio partido como en el Govern, si quiere avanzar hacia unas elecciones catalanas que, según las encuestas de intención de voto --y las alianzas con los comuns y PSC-- podrían encumbrarle a la presidencia de la Generalitat.

Aragonès deberá torear con el grupo parlamentario de ERC, que se encuentra dividido respecto a esas negociaciones con los socialistas. Torrent, presidente del Parlament y apoyado por algunos cuadros del partido como sucesor de Junqueras, así como Sabrià, presidente del grupo parlamentario, son reacios a la investidura de Sánchez. Un sector poderoso y que se ha hecho fuerte en la Cámara catalana, donde Torrent ha frenado las bravatas unilaterales de Junts per Catalunya y las pretensiones de Carles Puigdemont de ser investido president de forma telemática. El último pulso de ERC contra JxCat en la Cámara autonómica se produjo la semana pasada, durante el Pleno.

La inmunidad de Junqueras

Los neoconvergentes intentaron suspender la sesión tras la sentencia del Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE) en la que se reconocía la inmunidad de Junqueras como eurodiputado, y ERC se plantó. Pero es que, además, los consejeros republicanos de la Generalitat no son diputados, incluido el propio Aragonès, quien, por tanto, no podrá sustituir oficialmente a Torra cuando sea inhabilitado por desobediencia. Las leyes catalanas obligan a que el presidente de la Generalitat sea diputado.

Vilalta insiste en la inmunidad de Junqueras / EUROPA PRESSS

Tanto PP como Ciudadanos y Vox pretenden que la Junta Electoral Central incapacite al presidente catalán de forma exprés, es decir, sin esperar a que la condena de 18 meses de inhabilitación por negarse a retirar símbolos independentistas de los edificios de la Generalitat sea firme. Aragonès podría sustituirle de forma provisional, pero no manejar los tiempos electorales, esto es, decidir cuándo se convocan elecciones catalanas. Puigdemont quiere agotar la legislatura, esto es, aguantar hasta diciembre de 2021.

Ni siquiera una crisis de Gobierno propiciada por ERC sería garantía de adelanto electoral, pues JxCat podría mantenerse en el Govern en solitario y sustituir a Torra en una sesión de investidura en el Parlament. Elsa Artadi, por ejemplo, mantiene el escaño en el Parlament además de ser concejal en el ayuntamiento de Barcelona. También es diputado el consejero de Interior, Miquel Buch. Otra cosa es que JxCat no lograra una mayoría parlamentaria suficiente en esa sesión, pues en ese caso no tendría más remedio que convocar elecciones. Ernest Maragall es diputado de ERC y podría ser un candidato de consenso, pero en el partido se descarta esa opción. Torrent y Sabrià, obviamente, también son parlamentarios.

Las maniobras de Torra

Sin embargo, parece que Torra no quiere quedarse con los brazos cruzados e incluso estaría maniobrando para designar a un vicepresidente neoconvergente en sustitución de Aragonès. Esos cambios tendrían lugar después de Reyes. “Si aceptamos, bien para ellos porque evitan que Aragonès sea presidente. Si no aceptamos, nos acusan de partidistas, de querer cargos y aprovecharnos de la represión. Y convocarían elecciones”, explican las citadas fuentes.

Un acuerdo con el PSOE, la aprobación de los presupuestos de la Generalitat y tres o cuatro meses de Aragonès como presidente en funciones supone demasiado protagonismo para ERC, según el núcleo duro de Puigdemont, cuyas aspiraciones de ser presidente de la Generalitat parecen esfumarse, pues para ello debería renunciar a su escaño como europarlamentario, lo que le dejaría sin inmunidad. Amenaza con desplazarse a Perpiñán, pero no cruzará la frontera. La Justicia española le espera.