Estadística con los asistentes a la Diada con la manifestación de fondo
La Diada sepulta el ‘procés’ con una movilización menor que en pandemia
Entre Girona, Barcelona y Tortosa apenas reunen a 41.000 personas, la mitad que el año pasado y menos que en 2020
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El independentismo confirma su histórico debacle en una Diada de mínimos. Entre las manifestaciones de Girona, Barcelona y Tortosa apenas se han reunido 41.000 personas, el mínimo desde 2011, antes del procés.
Este 2025, se han reunido en las calles de Cataluña casi la mitad del año pasado, cuando 74.000 personas acudieron a las movilizaciones de la Asamblea Nacional Catalana (ANC) de Lluís Llach.
Según datos de las diferentes policías locales, en Barcelona han participado en la manifestación independentista 28.000 personas -casi la mitad de los 60.000 de 2024-, en Girona 12.000 -casi el doble que los 6.500 del pasado año-, y en Tortosa 1.500 -frente a los 1.200 del pasado año-.
Además, en la Diada del pasado año las entidades independentistas también convocaron manifestaciones en Lleida, a la que asistieron 3.000 personas, y Tarragona, con 2.800 participantes.
Mínimo histórico
Lejos quedan los casi 2 millones de personas que hace una década poblaron las calles de Cataluña en favor de la independencia. Los resultados de este 2025 sólo superan a los de 2011, antes del viraje de Artur Mas, cuando solo 10.000 asistentes salieron a las calles.
Ni siquiera en la pandemia, con 59.000 manifestantes, se alcanzaron cifras tan irrisorias.
Barcelona se desluce
En el caso de Barcelona, en una Diada deslucida este año por la amenaza de lluvia, se ha registrado la asistencia más baja desde la etapa del procés.
El año pasado, en la capital catalana 60.000 asistentes poblaron las calles, casi la mitad de las 115.000 que la policía local barcelonesa contabilizó en 2023.
División
Además, el secesionismo ha estado más dividido que nunca, con la sombra de Orriols y Aliança planeando sobre la marcha.
Por otro lado, también se ha aprovechado la manifestación para proclamar quejas de otras luchas, como la inmersión lingüística, el errático rumbo de Rodalies o la guerra en Gaza.
