El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, conversa con la portavoz de Junts en el Congreso, Míriam Nogueras Europa Press
Junts asesta un correctivo al Gobierno en plena crisis interna
Los neoconvergentes se suman a PP y Vox en el Congreso para tumbar la reducción de jornada laboral
El 'exconseller' Buch se suma a las críticas al rumbo del partido de Puigdemont tras la dimisión de Giró
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En plena tormenta por la fuga de dirigentes, críticas internas y un electorado menguante, Junts asesta un duro revés al Ejecutivo de Pedro Sánchez. El partido de Carles Puigdemont está determinado a "golpear al Gobierno" y unirá sus votos a los del PP y Vox para tumbar la reforma laboral de Yolanda Díaz.
La portavoz de Junts en el Congreso, Míriam Nogueras, ha trasladado esta decisión al secretario de Estado de Trabajo, Joaquín Pérez Rey.
De esta manera, la reforma que pretende reducir la jornada laboral de 40 horas a 37,5 semanales decaerá la tarde de este miércoles, cuando se debatan en el Congreso de los Diputados las enmiendas a la totalidad de neoconvergentes, PP y Vox.
El presidente de Junts, Carles Puigdemont, interviene durante la celebración del quinto aniversario del partido Europa Press
Cumplen su amenaza
Con esta negativa, el proyecto estrella de Díaz volverá a la casilla de salida, aunque desde el equipo de Pedro Sánchez asegura que todavía quedan vías abiertas. La vicepresidenta prepara un decreto para sacar adelante al menos los cambios en el registro horario sin pasar por el Congreso.
No obstante, su negativa era algo que los posconvergentes ya advertían desde hace tiempo debido a la presión de las patronales empresariales catalanas, Pimec y Foment del Treball.
Junts defiende también que imponer la reducción de jornada sin ayudas suficientes pondría en riesgo el Estado de bienestar y amenazaría la viabilidad de comercios, autónomos y agricultores.
La vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo y Economía Social, Yolanda Díaz, interviene durante una sesión plenaria, en el Congreso de los Diputados, a 9 de septiembre de 2025 Europa Press Europa Press
De poco le han servido a Yolanda Díaz los últimos meses de negociación para sacar adelante la ley laboral, quien incluso llegó a reunirse con Carles Puigdemont en Bruselas e incluso se encomendó en falso a la reunión con el actual president de la Generalitat para desatascar la situación.
Crisis
Junts ha cumplido así su amenaza en un momento de debilidad. La reciente salida del partido de uno de sus referentes más pragmáticos y bien valorados, Jaume Giró, ha puesto de manifiesto el malestar de un sector de la formación, al que se suman las recientes críticas del exconseller Miquel Buch.
El extitular de Interior, que abandonó el partido a finales de 2024, ha compartido con el exdirectivo de La Caixa la falta de rumbo de los neoconvergentes, asegurando este miércoles que el partido independentista “va a menos” y que sus líderes no se acomodan a la sociedad actual catalana.
Buch también critica duramente la gestión de Quim Torra durante su presidencia --con el que fue conseller hasta su destitución en septiembre de 2020-- y lamenta que el partido esté más preocupado por las redes sociales que por gobernar.
El 'exconseller' de Interior Miquel Buch, en una imagen de archivo
Críticas
Cada vez son más las voces que critican la estrategia definida por Carles Puigdemont desde Waterloo, que prima el bloqueo desde la oposición en el Congreso.
La reunión celebrada recientemente en Bruselas entre Salvador Illa y el expresident huido supuso un paso adelante para la “amnistía política” exigida por Junts.
Los neoconvergentes, que han vendido como un logro la vuelta al diálogo de su líder con el dirigente socialista, son incapaces de solucionar los problemas de puertas para adentro.
Estrategia
Después del encuentro, el partido independentista se presenta como “alternativa a la desnacionalización y el empobrecimiento del país” y “la garantía de la defensa de los intereses de Cataluña ante el Gobierno español”, algo por lo que consideran que no apuesta el Govern actual liderado por Illa.
La estrategia de Puigdemont se resume en un doble correctivo: por un lado, golpear al Gobierno en Madrid, frustrando sus reformas más ambiciosas.
Por otro, remarcar en Cataluña su rol de guardianes de la identidad nacional frente a un PSC al que acusan de “desnacionalizar” la autonomía, un relato que cuaja solo en un sector de la formación, a la vista de los últimos acontecimientos.
El 'president' Salvador Illa junto con el expresidente fugado Carles Puigdemont este martes 2 de septiembre en Bruselas
En este contexto, la jugada de Nogueras en el Congreso puede interpretarse tanto como un gesto de fuerza ante el Ejecutivo como un intento de desviar la atención de los problemas domésticos.
El resultado, en cualquier caso, confirma a Junts como un actor imprevisible y por el que, además, pasan necesariamente los próximos Presupuestos Generales del Estado.
