
Varias personas observan las pinturas murales del Monasterio de Sijena expuestas en el Museu Nacional d’Art de Catalunya (MNAC) Europa Press
El MNAC hizo préstamos "puntuales" de fragmentos de las pinturas de Sijena hasta 1997
Trozos del conjunto mural se exhibieron dos veces en el Metropolitan de Nueva York (1970 y 1997); y una en la Hayward Gallery de Londres (1984), el Museu d'Història de Girona (1988) y el Palau dels Scala de Valencia (1990)
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El Museu Nacional d'Art de Catalunya (MNAC) ha explicado este miércoles que, desde la instalación en su actual sede en el palacio de Montjuïc de Barcelona en 1961, el conjunto de las pinturas de la sala capitular del Monasterio de Sijena (Huesca) no ha salido del recinto, salvo algunos préstamos "puntuales" de "pequeños fragmentos" para exposiciones en otros lugares. Algo que, según sostiene, no ha vuelto a ocurrir desde 1997, debido a su fragilidad.
El MNAC apunta en un comunicado que, entre 1970 y 1997, algunas de las partes que forman parte del intradós -superficie interior de un arco o bóveda- las pinturas se exhibieron en diferentes exposiciones. Y, en 1984, se hizo lo mismo con el arco con motivos vegetales.
Dos exhibiciones en Nueva York y una en Londres, Valencia y Girona
Entre las exposiciones a las que viajaron desde el museo catalán algunos de los fragmentos del conjunto mural de Sijena figuran una de 1970 en el Metropolitan de Nueva York; otra de 1984 en la Hayward Gallery de Londres; otra en 1988 en el Museu d'Història de Girona; otra en 1990 en el Palau dels Scala de Valencia y la última, en 1997, de nuevo en el Metropolitan de Nueva York.
En el caso de Nueva York, los fragmentos exhibidos fueron un trozo de un intradós con Er, Jesús, Eliezer, Jorim y Simeón; el mismo que en Londres, donde también se mostró otra parte del intradós, con Jessé y el Rey David, y un doble arco con motivos vegetales; mientras que en Valencia y Girona se exhibieron partes del intradós con Salatiel y Zorobabel y del intradós con Enos y Set.
"Sólo pequeñas partes de las pinturas han sido prestadas a otros museos. En todos los casos se ha tratado de porciones reducidas sobre contrachapado (recuadros provenientes en la mayoría de los casos del intradós), que garantiza una superficie continua, uniforme y rígida a las pinturas", explica el MNAC.
"Excluidas de préstamo" desde hace 28 años
El museo catalán sostiene que, debido al estado de conservación "extremadamente frágil" del mural -constatado con análisis químicos y físicos- y a los protocolos de conservación preventiva implementados en las últimas décadas, "desde hace 28 años ningún fragmento del conjunto museizado ha viajado, y las pinturas están excluidas de préstamo".

Pinturas de Sijena
El MNAC apunta que, en 1987, las pinturas de Sijena se llevaron a las reservas del museo a causa de las obras de remodelación del edificio y, para su reapertura en 1995, el conjunto se instaló en su ubicación actual, donde lleva casi tres décadas -salvo el desplazamiento a Nueva York de 1997-.
Emplazamiento "idóneo" para la conservación
En estas tres décadas, explica el museo, se ha constatado que el actual emplazamiento en el palacio de Montjuïc, "aislado, sin pared ni aperturas directas al exterior, y tratado para conseguir una calidad del aire y unas condiciones climáticas especialmente estables, es idóneo para la conservación de las pinturas, las más frágiles de la colección de arte románico".
Según el MNAC, fue en los años 90 cuando los museos empezaron a gestionar la conservación de sus colecciones desde el punto de vista de la evaluación de los riesgos, y el MNAC fue el primero de España en incluir un profesional dedicado a esta disciplina en su equipo de conservadores y restauradores.
En su comunicado, el MNAC dice que el 45 % de la superficie plana de los arcos y un 25 % de los intradoses son "reintegraciones" de las pérdidas hechas por Josep Gudiol en estuco de yeso y pintura al temple de cola, entre 1940 y 1950.
Este método de reintegración, aplicado sobre una superficie tan amplia, supone -añade su nota- un "unicum" en la historia de la conservación y restauración en Cataluña, y "como tal, debe de considerarse un bien patrimonial a preservar".