
Iván Teruel, Manel Manchón, Anna Grau y el historiador Jordi Canal, en el debate de Societat Civil Catalana
“El suflé independentista ha bajado, pero el nacionalismo sigue inoculando su veneno a través de la lengua”
La periodista Anna Grau y el profesor Iván Teruel han compartido sus respectivas reflexiones sobre "la Cataluña silenciada", sus lenguas y su "solución" en un encuentro organizado por Societat Civil Catalana en la librería Byron de Barcelona
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Els altres catalans (Paco Candel), obra que reivindicó, ya en 1964, a los miles de trabajadores llegados desde Andalucía, Extremadura y otros lugares del resto de España durante el franquismo, no sólo ha inspirado la reflexión que Anna Grau e Iván Teruel han compartido este jueves en la librería Byron de Barcelona en un acto organizado por Societat Civil Catalana.
“La mayoría silenciada” sigue 60 años después pidiendo paso en una Cataluña, no por resacosa del procés, menos hostil, donde ambos ponentes -periodista y profesor, respectivamente- aseguran estar vetados de lo mainstream por ser bilingües, constitucionalistas y, "a fin de cuentas, espanyols".
Moderado por Manel Manchón, director de Metrópoli Abierta, y presentado por el historiador Jordi Canal --III Premio Sant Jordi de SCC--, el debate ha arrancado sin trampa: “¿Somos un sol poble?”. Grau ha opinado que sí, que no hay otra. La clave, según la exdiputada de Ciutadans en el Parlament, es el concepto de “ciudadanía”.
“Mientras nos respetemos, la identidad es una cosa muy personal”, ha asegurado, recordando sus orígenes “muy catalanes” y a su padre independentista, a quien dedicó una de sus obras, sin abusar de la anécdota personal: “Él confundía a los castellanohablantes con represores”.
"Educación politizada"
Teruel, por su parte, ha enfocado sus intervenciones, principalmente, desde lo educativo, terreno de juego de este maestro de secundaria y, también colaborador de esta casa. “Escribir en Crónica no está bien visto en mi instituto”, ha asegurado, “harto” de la “educación politizada”.
Entre otras historias variopintas de este colegio de Girona, cuando menos susceptible de un reportaje más exhaustivo, ha resaltado la “marginación” de los alumnos latinoamericanos por no hablar catalán. “¿Dónde está nuestro Kennedy?”, se ha preguntado Grau, para aplauso de las decenas de butacas ocupadas por el público.
“El suflé independentista ha bajado, pero el nacionalismo sigue inoculando su veneno con la lengua”, han concluido ambos: “La peor derrota es aceptar el marco mental del enemigo”. Defensores, los dos, de un modelo educativo y de sociedad bilingüe, también han dedicado esta charla a los españoles que sólo asocian Cataluña con el independentismo.
“Se sorprenden de que no tenga acento catalán, y no son conscientes de que más de la mitad de quienes vivimos aquí somos castellanohablantes”, ha apuntado Teruel. “Somos catalanes normales, los que tienen un problema son los nacionalistas”, ha añadido su contertulia.
La conversación, tras un Sant Jordi donde la lengua fue el principal motivo de "conflicto" -las DUI y demás se han archivado hasta nueva orden-, ha terminado con un último deseo compartido: que el catalán deje de ser un idioma de parte.
Acogida "muy positiva"
Más allá de dos arriesgadas consideraciones de Grau estrictamente políticas -Pujol tuvo cierto sentido de Estado, y ojo con Orriols, que pisa fuerte-, la acogida del encuentro ha sido "muy positiva" y el intercambio de pareceres, en sí, "enriquecedor".
“¡Que hagan más!”, comentaba una señora en voz alta, a ver si lo escuchaba Elda Mata. La presidenta de SCC, visiblemente satisfecha con el vespre que se ha quedado, lo mismo se lo piensa: “Estas pequeñas cosas nos animan a seguir luchando cada día”.