Josep Farran, alcalde de Les Borges Blanques

Josep Farran, alcalde de Les Borges Blanques ACN

Política

Josep Farran, el alcalde de Borges de la CUP contra la ganadería de Les Garrigues y su proyecto para tratar purines

El político del partido Borges per la República (BxR) ha centrado su discurso en la oposición a una planta de tratamiento de residuos que no se encuentra ni siquiera en su municipio

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La nueva gasificadora Nova Tracjusa de Juneda, en la comarca de Les Garrigues, se ha convertido en el centro de un sonado debate salpicado por la polémica.

Los alcaldes de esta zona de Lleida, con Josep Farran (Les Borges Blanques) a la cabeza, han movido cielo y tierra para tratar de evitar la apertura de una planta que trata residuos. Incluso han maniobrado para que los consorcios turísticos de la Costa Daurada y el Penedès, a más de 100 kilómetros de la futura planta, paguen anuncios en Meta contra la gasificadora.

Contra sus ganaderos

La cara más visible del movimiento contrario a la planta gasificadora Nova Tracjusa de Juneda es Josep Farran Belart (1973), alcalde de Les Borges Blanques desde 2023 por el partido Borges per la República. Su formación desbancó a Junts, que había ganado las elecciones, tras pactar con ERC.

Se da la circunstancia, no obstante, de que este feroz ataque va en contra de los intereses de muchos ganaderos de su municipio, pues el proyecto de Nova Tracjusa está liderado por GAP, la cooperativa de Les Garrigues, que busca la manera de adecuarse a la normativa en materia de tratamiento de purines. Hay muchas familias interesadas en su desarrollo.

Bombero, de la CUP y ecologista

Antes de ser alcalde, Farran era bombero en el Grupo de Apoyo de Actuaciones Forestales (Graf) de Lleida. Desde joven ha estado vinculado al movimiento independentista catalán y en defensa del medio ambiente y los derechos sociales, lo que le llevó a afiliarse a la CUP en la década de los 2000. 

Desde entonces, ha participado en iniciativas como la organización de la consulta del llamado 13D del 2009, en la que algunos municipios preguntaban a sus vecinos si eran favorables a la independencia; en Som Lo Que Sembrem, Marea Blanca Borges y en el Ateneu de Borges. También es socio de Som Energia, Som Connexió y de las finanzas "éticas" COOP57 .​

Farran tiene dos viviendas en propiedad y una furgoneta Volkswagen Transporter del 2017. Los que le conocen le definen como "humilde y cercano", aunque muy "cerril" con sus ideas.

Fue noticia el 1-O de 2017

El 1 de octubre de 2017, durante el referéndum de independencia, fue la primera persona de Cataluña que bloqueó un colegio electoral para evitar la entrada de la Policía Nacional.

Lo hizo con los tractores y retroexcavadoras de su familia payesa, dedicada sobre todo al cultivo de la almendra y la aceituna, como tantas otras en la zona. 

La planta de purines, su mayor obsesión

Desde que es alcalde de Les Borges Blanques, Farran se ha centrado en luchar como si no hubiera mañana contra la planta gasificadora Nova Tracjusa de Juneda, que no está ni siquiera proyectada en su municipio, sino en el pueblo de al lado.

Farran considera que la gasificadora de residuos representa una amenaza para la salud y ha promovido una consulta ciudadana para que los vecinos del municipio se pronuncien sobre el proyecto.

Aunque el plan ha recibido el visto bueno de la Direcció General de Qualitat Ambiental, la Agència de Residus de Catalunya, la Agència Catalana de l’Aigua y la Direcció General de Salut, los alcaldes de ERC y la CUP de la comarca se han organizado en la plataforma Aturem la Incineradora de Juneda

Hace apenas un mes, Farran acudió a la Fiscalía de Lleida a pedir que suspenda el proyecto de la planta, apoyado por los alcaldes de Arbeca, Vinaixa, Fulleda, L’Albagés, La Floresta, El Cogul, Cervià, Els Omellons, El Soleràs y Els Torms. Sin embargo, esa denuncia cayó en saco roto: archivada.

Los okupas, quebradero de cabeza

Pero el asunto más peliagudo que ha tenido que capear Farran nada tiene que ver con esta planta, sino con los okupas. Una familia formada por 50 personas okupó 41 pisos y provocaron un desmedido aumento de la delincuencia, con vehículos robados o calcinados, incendios en el inmueble o hurtos a vecinos.

Los disturbios provocaron que centenares de personas salieran a la calle en Les Borges Blanques, una protesta histórica en un pueblo de 6.000 habitantes poco habituado a las grandes muestras de emoción colectiva. 

Aunque desde la CUP, el partido del alcalde, se han llegado a elaborar manuales de okupación, Farran tuvo que calmar a los vecinos indignados en diversas ocasiones y pedir ayuda a varios departamentos del Govern, como Interior o Drets Socials, para resolver la problemática.