
Imagen de archivo de seis de los Ayuntamientos catalanes en crisis
Siete grandes ayuntamientos catalanes se rompen antes del ecuador del mandato
Los gobiernos de Cambrils, Ripoll, Puigcerdà, Terrassa, Vilassar, Lloret y Sitges llegan al 'midterm' con mociones de censura, socios díscolos y concejales purgados
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La llegada del midterm, ecuador de los mandatos municipales, siempre agita el tablero político. Es el momento de echar la vista atrás y pasar revista de los pactos que se acordaron durante la formación de los gobiernos. Y comprobar si se han cumplido o no. En siete grandes localidades catalanas esta mirada retrospectiva ha terminado en divorcio.
Las promesas incumplidas o las puñaladas traperas entre socios son algunos de los motivos más frecuentes de disputa. Algunos, por supuesto, aprovechan para marcar distancia con los Ejecutivos mientras otean los siguientes comicios, los de 2027.
Es lo que está pasando en municipios como Cambrils, Ripoll, Puigcerdà, Terrassa, Vilassar, Lloret y Sitges. Y los que están por llegar.
Orriols, en la cuerda floja
En Ripoll, la alcaldía de Sílvia Orriols pende de un hilo. La líder de Aliança Catalana se enfrenta a una posible moción de censura liderada por Junts y ERC. El PSC, aunque apoyaría la moción, no entraría en el nuevo gobierno.
Orriols no obtuvo los apoyos necesarios para aprobar los presupuestos de 2025 y se enfrentó a una moción de confianza. Esto dio alas a la oposición, que vio la oportunidad de arrebatarle la alcaldía.
Los partidos que lideraron la moción tienen 30 días para presentar una alternativa de gobierno. No será hasta dentro de dos semanas cuando se conocerá si Orriols sigue encabezando el Ayuntamiento de Ripoll o, por el contrario, pierde el único municipio que tiene Aliança Catalana.
Terrassa, sin liderazgo
Terrassa ha estado en una situación de inestabilidad institucional. El alcalde, Jordi Ballart (Tot per Terrassa), se reincorporó este viernes después de estar de baja médica desde enero. Un periodo de tiempo en el que su mano derecha, Maise Balcells, ha dimitido por "razones personales".
El gobierno local ya estaba debilitado tras la salida de ERC en octubre, lo que dejó a Tot per Terrassa y Junts en minoría con 13 de los 27 concejales.
Desde la oposición, se acusa al equipo de gobierno de falta de rumbo y de gestión deficiente, lo que podría desembocar en nuevos movimientos en el pleno municipal.
Un concejal purgado complica el gobierno en Puigcerdà
El alcalde de Junts en Puigcerdà tampoco se libra de la polémica. Jordi Gassió ha cesado a su teniente de alcalde Jordi Palomino tras haber perdido la confianza en él. El que fuera número dos en la lisa electoral también ha sido apartado del grupo municipal de los neoconvergentes.
La salida de Palomino provoca, también, que el grupo de Junts pierda la mayoría absoluta, pues el concejal díscolo pasa al grupo de los "no adscritos". Ahora, una hipotética suma entre ERC (cinco concejales) y Futur per Puigcerdà (cuatro) puede desbancar a Gassió.
Vilassar de Mar y Cambrils, moción de censura en ciernes
La alcaldesa de Vilassar de Mar, Laura Martínez Portell, de Junts, también está en horas bajas tras la salida de Estimem Vilassar y de ERC del gobierno municipal. Los dos concejales de Estimem y los tres de ERC han roto el pacto de gobierno para pasar a la oposición.
La ruptura del acuerdo deja a la munícipe al borde de una moción de censura: con siete concejales, Junts se ha quedado en minoría. La oposición es una plataforma antisistema denominada Babord, una coalición que integra a la CUP y los Comuns.
El pleno de Cambrils, encabezado por el socialista Alfredo Clúa, también ha quedado en minoría tras la salida de Junts del gobierno municipal.
La crisis estalló cuando el alcalde expulsó al concejal de Urbanismo, Enric Daza, por "deslealtad", lo que precipitó la marcha del resto de concejales de Junts, Laura Mellau y Teresa Recasens.
Ahora, PSC, ERC y En Comú Podem gobiernan con solo ocho de los 21 concejales del pleno.
Daza ha dejado abierta la puerta a negociar con otros partidos, sin descartar una moción de censura junto al Nou Moviment Ciutadà (NMC) de Oliver Klein y el PP, lo que podría cambiar el equilibrio de fuerzas en el consistorio.
Una investigación en marcha en Sitges
La alcaldesa de Sitges, Aurora Carbonell (ERC), gobierna en minoría y bajo la sombra de una investigación judicial. Su detención en junio de 2023, en el marco del caso de la Tabla del Tercer Sector de Sitges-Garraf, ha complicado la estabilidad del consistorio.
No obstante, Carbonell ha logrado aprobar los presupuestos municipales con el apoyo del PSC, a pesar de que la concejala díscola de El Margalló –partido en coalición con los socialistas– votó en contra.
La crisis en Sitges se ha agravado con la imputación del exalcalde Miquel Forns y la exconcejal Carme Almirall, ambos de ERC, por irregularidades en la construcción de un aparcamiento en suelo no urbanizable.
Este escándalo ha reabierto el debate sobre la viabilidad del gobierno municipal y ha puesto sobre la mesa nuevas alianzas que podrían cambiar el equilibrio de poder en el ayuntamiento.
Lloret de Mar, Junts rompe con el PSC
En junio de 2024, Junts abandonó la alcaldía de Lloret de Mar. Los cuatro ediles neoconvergentes alegaron falta de confianza y transparencia del alcalde, Adrià Lamelas, a quien acusaron de ser incapaz de liderar un proyecto de ciudad.
Hasta hoy gobiernan los ocho concejales del PSC. En una entrevista concedida a Crónica Global, Lamelas expuso que Junts había abandonado el consistorio por "una cuestión de tacticismo político e interés".