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El Govern de la Generalitat de Cataluña ha comprado su primera planta fotovoltaica en favor de la empresa pública L'Energètica. Se ubica en el municipio gerundense de Vidreres y ha supuesto una inversión de 2,9 millones de euros.

El parque, con una potencia de 3,4 megavatios, está instalado en una antigua pista de motocrós abandonada y es el más grande de la provincia de Girona. Sus 4.872 paneles solares servirán para abastecer la desalinizadora de la Tordera, en Blanes.

La consellera de Territori, Habitatge i Transició Ecològica, Sílvia Paneque, ha visitado las instalaciones en la mañana de este sábado. Y ha trasladado el compromiso del Govern de "impulsar la transición energética", por lo que ha asegurado que la planta de Vidreres "tiene que ser la primera de muchas".

La intención del Govern ahora es naturalizar el suelo para fomentar el desarrollo de la biodiversidad en este espacio, minimizando el impacto ambiental. También incluirá un aula para sensibilizar sobre la recuperación de los hábitats naturales y las especies autóctonas de fauna y flora.

"Este parque será absolutamente pionero y sitúa Vidreres en el mapa de visita obligada de empresas y en el ámbito educativo. La suma de integración, adaptación y la descarbonización nos ayuda a cumplir los objetivos", ha subrayado Paneque.

Participación de otro parque en el Bages

El primer proceso de llamamiento público emprendido por la empresa pública de L'Energética, además de la adquisición del parque de Vidreres, también ha permitido preseleccionar la participación en el 45% del parque solar Sol del Bages de Sant Fruitós de Bages (2,94 MWp).

Esta operación está en la fase final de validación antes de cerrarse la compraventa.

Ampliación de 220 millones de euros

La desalinizadora de la Tordera --la primera de Cataluña, instalada en 2022-- está en fase de ampliación, pendiente desde hace años por la delicada situación financiera de la Agència Catalana de l'Aigua. Pasará de producir 10 a 20 hectómetros cúbicos anuales.

Su coste se estima en unos 220 millones de euros y es una de las infraestructuras claves contra la sequía, junto a otra planta proyectada en el Foix, entre Cunit (Barcelona) y Cubelles (Tarragona).

70% de agua de fuentes no convencionales

La previsión del Govern es que tanto la ampliación de la planta de Tordera como la inaguración de la del Foix se produzca en 2030 como máximo. 

Todo ello, para reducir la dependencia de los embalses y de las lluvias; actualmente, la mitad del agua que consumen los catalanes proceden de fuentes no convencionales como la infraestructura sita en El Prat de Llobregat.

Detalles de la zona de microfiltración de agua de una estación depuradora de Aigües de Barcelona David Zorrakino / Europa Press

La Generalitat del socialista Salvador Illa ha aprobado recientemente la ampliación y construcción de nuevas infraestructuras hídricas, entre las que destaca la construcción de una nueva desalinizadora en el norte de la Costa Brava y dos nuevas depuradoras en el Besòs.

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