Solidaritat Catalana per la Independència (SI), el partido que el pasado mes de febrero impulsó una Iniciativa Legislativa Popular (ILP) para que el Parlament declarara la secesión de Cataluña, vuelve a la carga.
La formación ultranacionalista ha presentado este martes otra propuesta en el mismo sentido para que la Cámara catalana proclame la ruptura con el resto de España a pesar de haber fracasado en su intento hace tan sólo medio año.
Freno del Tribunal Constitucional
El pasado 20 de febrero, la Mesa del Parlament -con los tres votos a favor de Junts y la CUP, la abstención de ERC y los dos votos en contra del PSC- admitió a trámite otra ILP idéntica de Solidaritat. Sin embargo, su iniciativa quedó suspendida, ya que el Gobierno presentó un recurso ante Tribunal Constitucional para frenarla.
Ese impedimento no ha sido obstáculo para que esta formación extraparlamentaria insista ahora en su empeño. Este martes, tres representantes de Solidaritat han llevado otra propuesta de ILP al registro de la Cámara catalana.
Sin apoyos suficientes para las autonómicas
Este partido extraparlamentario, que en 2010 llegó a obtener cuatro diputados, destaca en un comunicado que se trata de un "acto político de respuesta automática a la decisión del Tribunal Constitucional español de prohibir la tramitación de la ILP" del pasado febrero.
La visibilidad de esta iniciativa, sin embargo, ni siquiera le sirvió a Solidaritat para lograr los avales necesarios para concurrir a las elecciones catalanas del pasado 12 de mayo: tan sólo consiguió 3.543 apoyos, y no se pudo presentar.
Cumbre sobre la "autodeterminación" en Rusia
Según informó El Triangle, en septiembre de 2015, el secretario general de Solidaritat Catalana per la Independència (SI), David Folch, fue presuntamente uno de los participantes en un encuentro en Moscú financiado por el Kremlin sobre "el derecho de los pueblos a la autodeterminación".
Entre los colectivos invitados a dicho evento estuvieron, por ejemplo, partidarios de segregar de Ucrania las regiones de Donetsk y Lugansk para anexionarlas a Rusia. La cita tuvo lugar en el Hotel President de Moscú y su lema era "El diálogo de las naciones: el derecho de los pueblos a la autodeterminación y la construcción de un mundo multipolar".