Junqueras, Junqueras y Junqueras. También recoser el partido y algo de Illa y el PSC. Pero, sobre todo, Junqueras. El candidato a la reelección como presidente de Esquerra Republicana (ERC) ha marcado el primero de los dos debates de la campaña por el congreso del 30 de noviembre. Y sin participar, porque este domingo ha sido el turno de los aspirantes a la secretaría general.
Pasaba el cuarto de hora cuando se ha producido el momento del encuentro. Tras uno de los varios juegos de palabras del exconseller Alfred Bosch ("no queremos foc creuat sino Foc Nou", en referencia al nombre de su lista), este reprochaba a Elisenda Alamany, líder en Barcelona, que "lo único que proponen es traer al mismo entrenador y buena parte de los jugadores que había antes".
"Es como si jugáramos una liga que hace cuatro años que perdemos, pero ¿cómo vamos a ganar? Así seguiremos perdiendo tres o cuatro años más", ha dicho.
Justo entonces, la número dos de Junqueras le ha interrumpido con un símil un tanto llamativo: "¿Y os imagináis que el Barça echara a Messi? Hemos de renovar las piezas, pero que los buenos se queden". A lo que su competidor ha respondido con "honores" para el ex 10 culé y el exvicepresidente del Govern, sin dejar de llamar a la acción: "¿A qué estamos esperando para cambiar ERC de arriba abajo? Desde los jugadores al entrenador?".
Con Illa y Puigdemont en el rabillo del ojo
Los representantes de las tres candidaturas por las que pueden optar los 8.400 militantes republicanos se han tomado la temperatura en la sede de Calàbria, en Barcelona. En este primer debate (el segundo se celebrará el martes entre los candidatos a la presidencia), la líder municipal ha rechazado "resets" porque "no podemos poner un liderazgo de cero cuando el resto de equipos ha puesto a jugar a sus mejores activos políticos".
"No he visto ningún debate en Junts sobre la legitimidad de Puigdemont y sobre si debe liderar el partido o no, y el PSC ha puesto a Salvador Illa. Nosotros no podemos comenzar a debatir ahora a quién ponemos para disputar la hegemonía política del partido, porque nos va el país", en palabras de Alamany.
Siguiendo con el símil futbolístico, Bosch ha jugado el partido de quien va perdiendo en el marcador. Más agresivo, con propuestas arriesgadas y algo torpe con la gestión del cronómetro y el número de bloques temáticos, sin que esto le penalizara dado el ambiente distendido. Alamany, conocedora de la fuerza de su candidato, poco más debía hacer que confiar en un discurso personalista, afeado por Alba Camps, quien ha pasado más desapercibida.
"¿Cómo puede ser tan personalista todo lo que decís? Centráis todo el liderazgo en una sola persona que lleva 13 años como presidente", decía una resfriada número dos de Nova Esquerra Nacional segundos antes de que el exconseller le recogiera el paquete de pañuelos que se le acababa de caer: "Es que estoy constipada".
'Make ERC great again'
Camps también ha desvelado que votó que no en la ajustadísima consulta sobre el apoyo del partido a la investidura de Salvador Illa. De ello se ha servido para presentar su partido como el más abierto y para prometer una ampliación de la base republicana en 2.000 militantes más, hasta los 10.000.
"Que la militancia deje de ser simple espectadora y pase a ser protagonista. Que el consejo nacional ejerza realmente de espacio de decisión, que aclare nombramientos y pactos, con capacidad de fiscalizar y que evite los sometimientos a la dirección", se imaginaba el partido la exdiputada del Parlament.
Ello, para responder al recurrente mantra make ERC great again de la líder en el Ayuntamiento de la capital catalana: "Queremos volver a tener un partido grande, y por ello necesitamos un liderazgo grande y fuerte, un liderazgo de país".
Junqueras y la estructura B
Ambas han tenido un rifirrafe precisamente a vueltas con el exalcalde de Sant Vicenç dels Horts, cuando la representante de Nova Esquerra Nacional aseguraba que su candidatura "no es contra nadie" y la de Militància Decidim le reprochaba que vinculara a su líder con "la monarquía autoritaria" porque "eso no ayuda a recoser".
"Os han dado entrevistas porque criticáis a Oriol Junqueras y no os habéis dado cuenta del daño que le habéis hecho a nuestro partido, porque, mientras tanto, nuestros adversarios aplauden", se revolvía Alamany.
Y a tenor de la tarea que debe afrontar la nueva dirección del partido para enterrar el hacha de guerra, sus competidores han encontrado un filón. "Estabas en la permanente y por ello te pido que me expliques la omisión de responsabilidades flagrante en el caso de los carteles", hacía referencia Camps al ataque contra los Maragall y el Alzhéimer.
"Cuesta de creer que no lo supiera, pero tiene una responsabilidad política, y visto lo visto, que no se enteró de nada, los militantes deben preguntarse si quieren a alguien así, que diga que pasaba por allí y que no se enteraba", aprovechaba Bosch, que agregaba: "Los que deben recoser no son idealmente los que más se han peleado".
"Nadie en mi candidatura formaba parte de la estructura B, tampoco Oriol Junqueras, ya lo ha publicado la prensa", se limitaba a responder Alamany.
La estrambótica propuesta de Bosch
Y si la de Nova Esquerra Nacional desvelaba su no a la investidura de Illa para abrazar a ambas facciones a pesar del rovirismo de su candidatura, el de Foc Nou elevaba el tono. Tanto es así que ha dicho estar "empachado de PSOE porque nos toman el pelo y de socialistas solo tienen el nombre". También porque "nos alejan de la República", por lo que ha llamado a salir de esa "contradicción". "Basta de un partido como el nuestro, que está al servicio del socialismo español", decía frente a sus competidoras.
A ellas, les ha entregado la propuesta de su lista para conseguir la independencia en 2030. El documento plantea crear "un espacio de trabajo estable con los partidos independentistas", proclamar la República tras la celebración de un plebiscito, cerrar un acuerdo con agentes internacionales para que "presionen" al Gobierno y adoptar "actitudes antidemocráticas" para hacerlo caer, entre otras cuestiones del todo sorprendentes viniendo de un exconseller de Acción Exterior.
Lo más rocambolesco de todo ello quizá sea la justificación de la fecha. El subtítulo del documento ("Estrategia sostenible para una República catalana") ya daba alguna pista.
"Debemos ser modernos, encajar nuestros anhelos y sueños con lo que debemos hacer a nivel planetario, en toda la Tierra, y por eso le ponemos un horizonte de 2030 para encajar con la agenda 2030 de las Naciones Unidas, que es una buena oportunidad para demostrar que nuestra aportación al mundo pasa por la soberanía alimentaria, económica y también democrática", ha dicho, mezclando peras con manzanas.
El partido en las redes
Si bien Foc Nou ha difundido en redes la primera intervención de Bosch, la única candidatura que ha colgado su minuto de oro en redes sociales ha sido la de Militància Decidim, con la intervención de Alamany. Nova Esquerra Nacional, con un perfil más discreto en X, ha respondido al vídeo de la segunda de Junqueras: "Las cuatro candidaturas deberíamos acordar nuevas colideresas en lugar de competir por un jefe".
El segundo y último debate lo protagonizarán los presidenciables Oriol Junqueras, Xavier Godàs y Helena Solà el próximo martes a las 19 horas, antes del congreso, que se celebrará el 30 de noviembre y en el que están llamados a votar unos 8.400 militantes.