Imagen de una biblioteca / PIXABAY

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Política

Un informe de la AEB afirma que dos tercios de los libros adquiridos en las bibliotecas públicas de Cataluña fueron en catalán

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Un informe de la Asamblea por una Escuela Bilingüe (AEB) afirma que las bibliotecas públicas de Cataluña arrinconan la lengua castellana en sus adquisiciones de libros. Según el estudio, la Generalitat y las diputaciones locales primaron de forma clara la compra de aquellos escritos en catalán en 2023, que alcanzaron casi las dos terceras partes del total, dejando apenas un tercio para la otra lengua cooficial y propia de gran parte de la población de esta autonomía: el español.

Los datos recabados por la AEB señalan que el gobierno autonómico y las diputaciones "siguen un criterio lingüístico que controla férreamente la oferta con el objetivo de condicionar la demanda de los lectores".

La entidad constitucionalista denuncia revela que, en 2023, un 60,7% de los libros comprados en todas las secciones de las bibliotecas -esto es, adultos, juvenil e infantil- fueron en catalán, mientras que sólo un 37%, en castellano

Un 80% de libros infantiles, en catalán

De sus datos se extrae que es en el ámbito de la lectura infantil donde esta tendencia es más acusada. Y es que un 80% de los libros adquiridos por la red de bibliotecas públicas de Cataluña destinados a este público -hasta los 12 años- fueron en catalán, dejando relegando al castellano a un testimonial 18,1% del total. Y, excepto en Barcelona, esta marginación fue todavía más pronunciada en tres provincias: Girona (12%), Lleida (14%) y Tarragona (16%). 

En el caso de la sección juvenil -destinada a lectores de 12 a 17 años-, la desproporción fue algo inferior, puesto que un 61,3% fueron en catalán y un 38%, en castellano.

El único rango de edad en el que se dio un nivel equilibrado y proporcional a partes iguales entre ambos idiomas cooficiales de Cataluña fue el de los adultos: un 49,2% estaban escritos en la lengua de Verdaguer y un 48%, en la de Cervantes. No obstante, salvo en Barcelona, ese equilibrio para el castellano no se dio en Lleida (apenas llegó al 38%), Girona (40%) ni Tarragona (44%).

El triple de ejemplares en catalán para un mismo libro

Esa reducción de la oferta de libros en castellano, apunta AEB, no se da sólo en el número de nuevos títulos adquiridos, sino también en el de ejemplares comprados por cada nuevo título. Y es que, según sus cifras, las bibliotecas públicas de Cataluña compran 3,6 ejemplares más de un nuevo título en catalán que de uno en castellano.

"Oferta alejada de la realidad sociolingüística"

De todo ello, la entidad constitucionalista defensora del bilingüismo extrae cuatro grandes conclusiones: una, que las bibliotecas catalanas "continúan arrinconando al castellano con una oferta alejada de la realidad sociolingüística de Cataluña", donde el castellano es la lengua materna y prioritaria de buena parte de la población. "Las adquisiciones de la Generalitat y las Diputaciones siguen un criterio lingüístico que controla férreamente la oferta con el objetivo de condicionar la demanda de los lectores", denuncia.

AEB también considera que esa metodología de compra tiene un objetivo: "Dirigir la demanda de los lectores hacia los libros en catalán. No sólo porque la compra es mayor en esta lengua, sino porque, además, para las novedades en castellano se adquieren pocos ejemplares, menos de la mitad de los que se compran para un nuevo título en catalán".

A pesar de ello, la entidad constitucionalista cree que los lectores buscan fórmulas para esquivar estas trabas. Así, observa "un incremento de lectores en castellano a medida que el lector pasa de la sección infantil a la juvenil y de adultos. Se puede decir que los usuarios de las bibliotecas sortean los obstáculos de la Generalitat y, a pesar de una mayor oferta en catalán, en los Top 20 se sitúan más títulos en castellano de los que corresponderían a la presencia reducida de ejemplares en esta lengua".

Por último, AEB advierte de que examinará las compras de 2024 "para comprobar a qué y cómo se han destinado los fondos europeos recibidos en 2021. Unos fondos que las bibliotecas catalanas debían haber utilizado para la adquisición de un porcentaje significativo de libros en castellano". Y que, por ejemplo en las compras de la sección infantil desde 2018 a 2023, no cree "que esto se haya producido".