Los vecinos del municipio de Olost han elegido abandonar la comarca del Lluçanès y regresar a la de Osona, a la cual pertenecían hasta hace un año y medio, antes de la creación de esta última subdivisión territorial catalana. En este sentido, se han expresado en las urnas el 52,7% de los participantes en la consulta no vinculante celebrada durante la semana pasada, cuyo resultado se ha dado a conocer este domingo.
El referéndum tenía un censo de 1.113 personas mayores de 16 años que debían responder a la pregunta "¿Estás de acuerdo con que se inicien los trámites para salir de la comarca del Lluçanès?". La participación ha sido del 50,76%, con 565 votos; y, de todos ellos, 298 vecinos se han inclinado por reincorporarse a la comarca osonense, mientras que otros 250 han preferido no volver a cambiar de región. Además, se han contabilizado 10 votos nulos y 8 en blanco.
Gil Salvans, alcalde de Olost, ha detallado que la consulta no cuestionaba el sentimiento de identidad respecto a la pertenencia al Lluçanès, sino la forma en que se constituyó la misma. "El Lluçanès tiene que seguir trabajando por la unidad y para que podamos sumarnos todos", ha indicado sobre el hecho de que cinco de los trece municipios de la comarca natural se quedaron fuera del proyecto al no haber participado en la consulta de 2015, en declaraciones a Regió 7.
Problemas de adhesión
El mismo alcalde se ha pronunciado sobre la "complejidad" del proceso en TV3 y ha asegurado que, para el consistorio, el resultado obtenido "es vinculante", pese a que la diferencia entre el 'sí' y el 'no' "no es demasiado grande". Tras "analizar bien los resultados", ha anunciado, se pondrán en contacto con la Direcció General d'Administració Local de la Generalitat para explorar soluciones.
Actualmente, el Lluçanès tiene ocho de los trece municipios que se previeron al principio: Alpens, Lluçà, Olost, Oristà, Perafita, Prats de Lluçanès, Sant Martí d'Albars y Sobremunt. Desde antes de su creación, en mayo de 2023, esta comarca ha sufrido algunos problemas de adhesión, como el caso de Sant Feliu de Sassera, que se integró en la nueva administración, pero regresó al Bages tan solo unos días después. Santa Maria de Merlès, por su parte, rechazó la oportunidad. Algunos políticos municipales achacan esta situación a la rapidez con la que se gestó el proceso de independencia de la nueva comarca.