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Non Casadevall se ha convertido en el primer secretario general de la CUP, un cargo que hasta ahora no existía en una organización que ha alardeado desde sus orígenes de tener un liderazgo muy horizontal.

El nuevo "secretariado nacional" de la CUP, surgido del proceso de renovación interno y avalado por el 88% de su militancia, sitúa como prioridad "la refundación del independentismo popular a partir de una estrategia de ruptura democrática y un programa social".

Una CUP "grande y fuerte"

La nueva dirección de la formación ultranacionalista, conformada por 15 militantes, se ha presentado este martes en un acto celebrado en Vilafranca del Penedès (Barcelona), en el que ha apostado por una CUP "grande, fuerte, referencial y en lucha".

En la nueva estructura, derivada de la aprobación de la ponencia organizativa en el proceso de renovación interna, bautizado como "Proceso de Garbí", Casadevall desempeñará el cargo de secretario general y lo complementará con la tarea de portavoz, que compartirá con Susana Moreno; mientras que Berta Ramis será la coordinadora de la organización, según informa la CUP en un comunicado.

"Hemos hecho los deberes"

Casadevall sostiene que el nuevo secretariado de la CUP, que en la actualidad cuenta con sólo cuatro diputados en el Parlament, ninguno en el Congreso y no logró concejales en el Ayuntamiento de Barcelona, llega con "el compromiso renovado", el ánimo de "no rendirse" y repleto de "ilusión y esperanza".

"La CUP somos los únicos que hemos hecho los deberes, que pasamos pantalla y avanzamos. Porque tenemos proyecto, tenemos rumbo, tenemos coordenadas, tenemos las cosas claras y las planteamos sin complejos", ha añadido.

Exconcejal en Banyoles

Non Casadevall es licenciado en Antropología Social y Cultural por la Universidad de Barcelona, licenciado en Historia por la Universidad de Girona y diplomado en ciencias religiosas.

Además, ha sido concejal en el Ayuntamiento de Banyoles (Girona), además de docente universitario y profesor de secundaria, y fue uno de los portavoces del llamado "Proceso de Garbí" de la CUP.

La militancia de la CUP avaló la semana pasada, con un 88% de los votos, la única candidatura que se presentó al secretariado nacional y que dirigirá la organización en los próximos cuatro años.

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