El fantasma de la deuda ahoga a Marc Castells, el alcalde 'modélico' de Junts en Igualada

Pese a que tras la llegada de Castells al consistorio en 2011 la deuda se ha reducido en 520 euros por persona, las cifras son aún alarmantes. Por ello, el consistorio ha subido los impuestos un 8,9%, con un incremento del IBI del 7%. El anuncio no gustó entre los vecinos, hasta el punto de que cientos de manifestantes intentaron asaltar el ayuntamiento por la fuerza.

Cruce de declaraciones entre ayuntamiento y oposición

Para el principal partido de la oposición, el PSC, el dato se debe a que "Castells ha engrasado la maquinaria del ayuntamiento, sin que ello se traduzca en una mejora en servicios, equipamientos públicos o una política de vivienda efectiva", ha expresado Jordi Cuadras a este medio. La deuda tampoco se debe, explica, a la herencia que dejó el PSC en 2011 (57 millones de déficit), pues ésta ya ha vencido y está "totalmente amortizada".

Para el ayuntamiento, en cambio, las cifras son "un éxito" y muestran "un control riguroso de las finanzas". La regidora de Hacienda, Montserrat Duch, detalla a Crónica Global que, gracias a las subvenciones externas, ahora el consistorio destina menos dinero a pagar la deuda y puede invertir más en servicios e infraestructuras, como el Centre Cívic Nord, el Parc Central o el nuevo Campus Universitari. Castells, con gran influencia en la Diputación y los círculos de poder catalanes, ha logrado más ayudas europeas, catalanas y españolas que nunca en los últimos años, para que subir los impuestos no sea el único modo de reducir la ratio de deuda.

Caída y nuevo auge de una deuda 'eterna'

El descubierto de Igualada alcanzó su techo en 2012, cuando escaló hasta los 57 millones de euros, aupada por las consecuencias de la gran recesión de 2008. Entonces, la deuda por cápita rozó los 1.500 euros. Poco a poco, fue rehaciéndose del golpe, hasta que en 2018 redujo la cifra hasta los 32 millones. Sin embargo, en los últimos años ha vuelto a ascender, hasta los 39 millones actuales. 

En la liga de los municipios con mayor ratio deuda-vecino, Barcelona, Reus, Sant Cugat y Lleida siguen a Igualada, según indica el último Informe sobre la deuda viva de las Entidades Locales del Ministerio de Hacienda. La deuda de la capital catalana se sitúa en 1.332 millones de euros (800 euros por cápita); la de Reus, en 86 millones (799 euros por cápita); la de Sant Cugat, en 75 millones (768 euros); y la de Lleida, 104 millones de euros (729 euros por cápita).

Platja d'Aro, Santa Susanna, L'Ametlla y Portbou, en el ojo del huracán 

Si se tienen en cuenta municipios más pequeños, Igualada no es el municipio que sale peor parado. En pueblos de entre 10.000 y 40.000 personas, Platja d’Aro es el claro ganador, con 1.800 euros de deuda por cápita.

Mientras, en los pueblos de menos de 10.000 habitantes, las cifras se disparan. Cada habitante de Santa Susanna debe 2.600 euros; los de L'Ametlla de Mar, 1.870 euros; y los de Portbou, 1.650.