Junts ha demostrado en el primer pleno del Parlament qué tipo de oposición hará a Salvador Illa. Los neoconvergentes abanderarán el ruido contra el Govern socialista, dispuestos a aprovechar la mínima ocasion para desacreditar al Ejecutivo, con menos de un mes de vida. Desde las vacaciones del president hasta el recuerdo a las víctimas de los atentados del 17 de agosto, pasando por los cargos de su sottogoverno.

Los neoconvergentes encuentran en su presidente parlamentario, Albert Batet,, a su agitador, repitiendo en el papel en esta nueva legislatura. Él se ha encargado este jueves de dejar claro a Illa que ha empezado la legislatura "mal y débil", al menos para el líder de la oposición, rechazando en las sucesivas réplicas y contrarréplicas la "mano tendida" del dirigente de la Generalitat.

"No ha empezado bien"

"Se ha ido de vacaciones con Pedro Sánchez a Lanzarote", ha comenzado diciendo Batet en su intervención, censurando que Illa haya ido "a recibir órdenes" del presidente del Gobierno "antes de comparecer ante el Parlament". El también líder de Junts en la cámara catalana ha aprovechado también para afearle que estuviera veraneando en la isla canaria en vez de participar en el homenaje a los afectados de Las Ramblas y Cambrils en 2017: "Es la primera vez que el president de la Generalitat no asiste".

Es por ello que el neoconvergente ha censurado el "orden de prioridades" del socialista. "Queda claro, tan claro como el respeto a la institución y a la ciudadanía de Cataluña", ha rematado, sin dejar de rebatir la carta de presentación del equipo de Illa de "unir y servir": "Este es un Govern de partido y no para todos".

Junts juega todas sus cartas

Batet, quien ha decidido jugar todas sus cartas, también ha afeado las dimensiones del Govern con 16 consejerías ("casi que no hay sillas y no podemos sentarnos") y ha criticado que el president haya renunciado a actualizar los Presupuestos de la Generalitat para negociar directamente las cuentas del año que viene. "Nosotros preferíamos elecciones antes que un presidente españolista y con un Govern tan débil como el que acaba de reconocer. ¿Para eso quería llegar a la presidencia y gobernar? ¿Para irse de vacaciones y convivir con el sottogoverno de ERC durante ese tiempo?", en palabras del neoconvergente.

Críticas que han enfadado a Illa, visiblemente molesto en su respuesta. "Mi Govern será exigente y yo pediré que lo que usted me exige, se lo aplique. Lo digo por sus comentarios, que creo que han sido injustos, pero me da igual", ha dicho, antes de lanzar la siguiente advertencia: "Todo lo que usted me exija, yo me ocuparé de verificar que lo cumple en su grupo político, que lleva años queriendo darme lecciones de ética y aún no me ha escarmentado". Batet ha encajado la crítica con la mirada perdida y el bolígrafo dando vueltas entre los dientes y, en su contrarréplica, le ha acusado de "victimismo impropio de un president de la Generalitat".

El presidente de la Generalitat, Salvador Illa, sentado en su escaño en el Parlament Alberto Paredes / Europa Press

El socialista, que ha reconocido tener "42 diputados y no 68" y por ello basará su mandato en el diálogo, ha mantenido su mano tendida: "No pierdo la esperanza, ustedes son una fuerza política relevante en el Parlament y pretenden ser herederos de una tradición política relevante en Cataluña. Estoy dispuesto a pactar, aclárense ustedes si lo están", ha zanjado Illa, quien tendrá difícil mantener con Junts la buena sintonía que tiene con los independentistas de ERC.

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