El exvicepresidente del Govern Josep Lluís Carod-Rovira; los exconsellers Clara Ponsatí, Laurà Borràs y Lluís Puig, huido este de la justicia, y otros 23 excargos políticos de Cataluña, Andorra, Baleares, Comunidad Valenciana y L'Alguer se han unido en torno a un manifiesto que pide a los ciudadanos que hablen en catalán "con todo el mundo".
Es una declaración impulsada por la Universitat Catalana d'Estiu (UCE), con la colaboración de Òmnium Cultural y la ultra Plataforma per la Llengua, en la que se apela a la responsabilidad individual y colectiva para situar el catalán "en el centro del debate político y social en todos los territorios de habla catalana".
"Proceso de desnaturalización cultural"
El documento llama a "hablar en catalán con todo el mundo", así como consumir cultura y entretenimiento en esa lengua, y reclama a la ciudadanía y entidades ser agentes activos de transmisión de conciencia lingüística, textualmente.
También piden que las entidades de todo tipo hagan sus actividades siempre en catalán, que se colabore con entidades en defensa de lengua y que se fortalezca el catalán en las redes vecinales. Además, suscriben que hay que "parar el proceso de desnaturalización cultural".
"Emergencia lingüística"
El manifiesto dice que "el uso social se ha reducido en todos los territorios del dominio lingüístico", que el idioma se encuentra en situación de "emergencia" y que "solo el 32% de los hablantes habituales" lo utiliza.
Entre los firmantes, aparte de Rovira, Ponsatí, Puig y Borràs, también figuran los exconsellers de Cultura Joan Manuel Tresserras, Àngels Ponsa y Ferran Mascarell.